En una ceremonia que parecía de otro país se cortaron las cintas del flamante edificio del Polo Educativo de General Lagos, Tecnolagos, que comprende una escuela técnica secundaria preuniversitaria en un predio de más de 4 hectáreas con nuevas aulas y laboratorios de un proyecto educativo e innovador. “Nosotros no creemos en las fuerzas del cielo, sí creemos en la fuerza de la educación, de la industria, del trabajo, de la ciencia y la tecnología, y en nuestra gente”, subrayó el jefe comunal Esteban Ferri, acompañado por el gobernador de la provincia Maximiliano Pullaro, el rector de la UNR Franco Bartolacci y Daniel Filmus, ex ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación durante la gestión nacional anterior que respaldó un sueño que recién ahora, en plena pesadilla mileísta, se hace contrastante realidad.
Ferri, jefe comunal de General Lagos, destacó durante la inauguración edilicia realizada el pasado lunes 25 de marzo, que el emprendimiento educativo es parte de una política de Estado “eficiente e inteligente” y replicó a cada paso, con sus propios ejemplos de gestión (entre los que además se destaca la puesta en marcha de un transporte de pasajeros gratuito para la comunidad), la importancia del sector público y el trabajo en común con el empresariado para generar un verdadero círculo virtuoso.
“Hoy que se encuentra en debate el corrimiento del Estado, que (se dice) «no sirve», nosotros tenemos la enorme convicción –y lo demostramos en esta comunidad– de que el Estado tiene que estar presente”, resaltó.
“Lo que ustedes ven acá a mi espalda, este edificio de más de 3.000 metros cuadrados, vanguardista, que respetó la naturaleza de este lugar, no lo hizo una empresa llave en mano, sino que lo ejecutó el Estado bajo la administración comunal”, destacó Ferri.
En medio de una caída estrepitosa de la actividad económica, con la obra pública paralizada en casi todo el país, con un Estado que se achica cada vez más dejando a una sociedad desprotegida y tras de sí un reguero de miles de desocupados, la ceremonia en una jornada brillante de sol se parecía a una ensoñación en medio del infierno. El eje era, nada más y nada menos, que la obra pública, la educación y la integración con la industria local.
La convocatoria en un clima de fiesta sumó no sólo a las y los alumnos, también estaban intendentes de la zona, legisladores provinciales y nacionales, empresarios, y hasta el propio gobernador Pullaro quien parecía tener un minuto de relax en General Lagos, la pequeña localidad ubicada a media hora de una Rosario envuelta en ola de ataques y amenazas narcos.
Hubo una distinción a Filmus y se recordó al ex ministro de Educación de la nación Jaime Perczyk. El agradecimiento surcó las aguas de las gestiones provinciales y nacionales pasadas, pero también fue transversal con la nueva gestión de Pullaro que se sintió cómodo en la reinvindicación de políticas de Estado a favor de la educación y el fortalecimiento con los sectores productivos.
Un Polo positivo
El Polo Educativo para el Desarrollo y la Innovación se inició en 2019 a partir de un proyecto de vinculación tecnológica presentado por la Comuna de General Lagos a la Universidad Nacional de Rosario (UNR), en trabajo mancomunado con el gobierno de la provincia y las autoridades nacionales.
Su propuesta se basó en un proyecto educativo con impacto regional, considerando las características y necesidades comunes de las localidades asentadas en el corredor de la ruta Provincial Nº 21 como Pueblo Esther, Arroyo Seco y las comunas de Alvear y Fighiera.
Dentro de Tecnolagos funciona la Escuela Técnica Preuniversitaria Sara Bartfeldt-Rieti, en homenaje a la primera química nuclear argentina, y que se suma a las 52 escuelas de dependencia universitaria que hay en el país. Cuenta actualmente con unos 280 estudiantes para el ciclo lectivo 2024. Se prevé que cada año se incorporen 90 estudiantes, llegando en el año 2026 a su primer cohorte de técnicos egresados, con alrededor de 450 estudiantes en sus aulas. Ofrece dos terminalidades: técnico en industria de procesos y técnico en programación, y se está formulando una tercera orientada a tecnologías 4.0.
La directora de la escuela, Emilia Carletti, en su discurso unió la importancia personal de sus formadores en su paso por la universidad pública con el compromiso asumido por cada uno los integrantes de su equipo, en lo que fue la ardua tarea y el desafío particular de crear una nueva escuela preuniversitaria. “Cada año que pasamos de estos tres y medio que llegamos fue un desafío. Llevar a cabo concursos, docentes, armar programas, planes de estudios no fue fácil (…) Logramos tener los dos planes de estudios innovadores en el ámbito de la educación técnica y acordes a la zona de la industria de procesos y programación”, contó.
El rol de la universidad
El rector de la UNR Franco Bartolacci, quien destacó que la propuesta pedagógica y el flamante edificio “son algo único”, valoró el impulso que tuvo el proyecto y ratificó una anécdota que había deslizado antes el jefe comunal Ferri. “Tiene razón, es verdad que cuando vino la primera vez, lo miré un poquito de reojo. No era fácil, no es frecuente, ni sucede siempre, que alguien venga y diga «che, tengo la idea de hacer una escuela» y que un año después esa escuela esté funcionando, y que tres años después tenga este edificio, que probablemente no reconozca un antecedente igual en todo el país”.
“Quisiera hacer una referencia particular al sector productivo empresarial de la región –continuó Bartolacci–. Miren, este proyecto es la síntesis de lo que el país necesita. Educación pública de excelencia para el desarrollo. Es la síntesis de lo que la Argentina tiene que hacer. Es mucho menos difícil de lo que a veces nos imaginamos. Es priorizar lo importante, es ponernos de acuerdo y es juntar las puntas de un mismo lazo para que las cosas efectivamente sucedan”.
Una región articulada
A su turno, el gobernador Pullaro –quien fue valorado por Ferri porque, cuando asumió en diciembre pasado, se comprometió a dar curso a lo que se venía planteando con respecto a la habilitación y el traslado del uso de estas tierras a favor de la comuna–, sostuvo: “Nosotros hoy aquí estamos mostrando la articulación del Estado, la articulación de un gobierno local que trabaja por su comunidad, que articula con los presidentes comunales, con los intendentes vecinos, que piensa en el desarrollo, en la educación, en la producción, que articula con el sector privado, pensando cuáles son las necesidades, cuáles son los objetivos que tenemos, que tienen como región”.
Y luego de recordar su paso por la universidad pública y que fue compañero de Bartolacci y del diputado nacional peronista Germán Martínez, quien también estaba presente en el acto, el gobernador volvió a su prédica anticentralista: “Nosotros como Santa Fe somos el campo, somos la industria, somos el comercio, le aportamos más de tres veces al Estado Nacional de lo que el Estado Nacional le devuelve a la provincia de Santa Fe. Y a veces sentimos que es injusto, no porque no creamos que tenemos que ser solidarios con provincias que tienen mucho menos, sino porque entendemos que si volvieran recursos desde un Estado centralista a la provincia de Santa Fe le permitiría crecer, desarrollarse, generar energía, generar infraestructura productiva, generar conectividad y desde ese lugar lograr empujar el cambio que tiene que venir a la República Argentina”.
Lo que invierte el Estado
En su defensa de la gestión estatal como motor de circulación de la economía y la sociedad, el jefe comuna de General Lagos, una pujante localidad de unos 5 mil habitantes, detalló: “En los dos años y medio que nos llevó la gestión de este edificio, en General Lagos pasaron cosas: se construyeron más de 100 viviendas, se generaron condiciones para que el sector privado pueda invertir, se generaron obras de infraestructura en cada uno de nuestros barrios, el Estado local enfrentó la pandemia con mucha dignidad desde la atención primaria de la salud, y una de nuestras últimas medidas fue la puesta en marcha del primer transporte urbano gratuito”.
“Y tres datos que me gustaría poder mencionarles y que ilustran este Estado que les menciono –siguió Ferri–. El primero, que el Estado local invierte, de sus erogaciones totales el 25 por ciento va destinado a los gastos de personal, y el dato importante es que el 50 por ciento de los recursos van destinados a la obra pública. Por eso podemos desarrollar este plan de infraestructura y de desarrollo que hoy tiene General Lagos. Y el tercer dato es que este edificio que está acá atrás íntegramente lo desarrolló la Comuna, la inversión total ascendió a 4 mil millones de pesos”, informó.
No todo es casta en la viña del señor
La política como herramienta transformadora, con trabajo y coherencia, a veces es premiada con la confianza de los ciudadanos. El apellido Ferri es una tradición laguense, una localidad ubicada al sur del departamento Rosario, a 27 kilómetros de la ciudad, una zona de enorme importancia por sus terminales portuarias y su industria relacionada al agro. Oscar Ferri, el padre del actual presidente comunal, estuvo 24 años al frente de la administración pública local. Por su parte, su hijo Esteban renovó su tercer mandato consecutivo en las últimas elecciones con más del 73 por ciento de los votos.
Con sus 42 años, el reelecto jefe comunal de General Lagos ya es una referencia entre los jóvenes dirigentes que se proyectan como puntales de una nueva representación del peronismo santafesino.
Nota publicada en el periódico El Eslabón nº658
