La decisión británica de iniciar perforaciones exploratorias de petróleo en las Malvinas ha vuelto a tensar las relaciones entre el Reino Unido, que usurpa las islas, y Argentina. El Gobierno Nacional reiteró su reclamo de soberanía sobre el archipiélago.
La tensión se agudizó el pasado martes, cuando el Ministerio de Exteriores argentino citó al encargado de negocios de la embajada británica en Buenos Aires para expresarle su "más enérgica protesta" por el inminente comienzo de actividades de perforación de hidrocarburos al norte de las Malvinas, en el Atlántico sur.
Pero lo que parecía un intercambio más de protestas diplomáticas entre ambos países, subió de tono este jueves cuando en Buenos Aires leyeron en medios de prensa británicos que el Gobierno Gordon Brown temía que la disputa retórica se intensificara y derivara "en un enfrentamiento militar". En el gobierno leyeron en esas declaraciones como un "riesgoso mensaje de intimidación".
El canciller argentino, Jorge Taiana, dijo este viernes a periodistas que Londres pretende "ocultar la naturaleza del problema: que aquí hay una disputa de soberanía y el Reino Unido se niega a participar de la mesa de negociaciones".
"Mientras tanto, Argentina persistirá en su reclamo pacífico en defensa de sus derechos y sus intereses. La exploración petrolera en aguas de soberanía argentina afecta nuestros intereses y nosotros vamos a defender por todos los medios legales y diplomáticos nuestros derechos", aseveró Taiana.
Fuentes de la diplomacia argentina sostuvieron que no cabe "en absoluto la hipótesis militar que acusa el Reino Unido sólo para encubrir la ilegalidad de sus actos".
"Atribuir a la Argentina una suerte de provocación no hace sino transmitir un riesgoso mensaje de intimidación", señalaron.
Si bien la disputa por intereses económicos de las islas no es nueva, sorprende esta vez la mención de una hipótesis de conflicto militar, más aún cuando el actual Gobierno de Argentina, país que perdió 649 soldados en la guerra de 1982, ha hecho de la cuestión de la soberanía un reclamo permanente en cuanto foro internacional participa, conminando a Londres a sentarse a negociar.
"Creo que todo esto es sólo una manifestación del Reino Unido para recordar lo que pasó en 1982. Argentina en este momento no tiene ninguna intención de revivir aquella guerra o plantear una escalada militar", dijo hoy a Efe Bruno Tondini, del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI).
Tondini, experto en derecho internacional y estudioso del caso Malvinas, cree que el trasfondo de estos nuevos fogonazos entre Argentina y el Reino Unido es la situación deficitaria que en este momento vive el gobierno de Malvinas.
"Las islas se sostienen a partir del turismo y de la pesca, pero este año ha sido desastroso para la pesca del calamar y está en rojo. ¿Qué queda?: el petróleo", sostuvo el experto.
Según el último informe del Observatorio malvinense, uno de los departamentos del CAEI, el área de exploración de Malvinas se encuentra en el mar, al norte de las islas, cubre una superficie de 400.000 kilómetros cuadrados y contiene varias cuencas sedimentarias del mesozoico a una profundidad bajo las aguas de tres kilómetros.
Los trabajos de investigación sobre hidrocarburos en Malvinas se iniciaron a finales de la década de los setenta, pero no fue hasta 1996 cuando se otorgaron las primeras licencias para explorar, aunque los primeros indicios de existencia cierta de hidrocarburos en el área no llegaron hasta 2006.
En la zona exploran empresas pequeñas, en su mayoría de capitales británicos, como Desire Petroleum, Arcadia Petroleum, Rockhopper, Borders&Southern y Falkland Oil and Gas, firmas a las que el gobierno de ocupación isleño asegura una "legislación robusta que refleja regulaciones de Mar del Norte", según la web gubernamental de las Falkland, denominación colonial de las Malvinas.
El tema legal no es menor pues en esta disputa chocan la legislación local, la argentina y el derecho internacional.
Rockhopper y Desire Petroleum anunciaron la semana pasada la inminente llegada a las islas de una plataforma de exploración para iniciar de forma inminente sus labores de búsqueda, lo que detonó el nuevo round diplomático.
Según fuentes de la cancillería argentina, "no es casual que las empresas petroleras involucradas sean británicas, las únicas que pueden llegar a creer al Reino Unido la quimera que vende sobre la supuesta legalidad de las operaciones comerciales".
El gobierno nacional reiteró este jueves su advertencia a las petroleras que operan en Malvinas de que serán "pasibles de futuras demandas judiciales en los máximos tribunales por la potencial exploración y explotación de recursos argentinos".
Lo cierto es que según reconocieron desde la empresa Falkland Oil and Gas a comienzos de este mes, las cuecas que se ubican al norte y al sur de las islas, poseen unas reservas proyectadas de 60.000 millones de barriles. El mayor depósito del mundo, Ghawar, en Arabia Saudita, tiene una capacidad de 80.000 millones.
Fuentes: Fortuna / EFE