Lifschtiz habló flanqueado por Zamarini.
Lifschtiz habló flanqueado por Zamarini.

El intendente llamó al diálogo y al consenso para afrontar “los desafíos” de su gestión, que necesita, sostuvo, generar más recursos. Concejales opositores rescataron el tono conciliador del discurso pero también criticaron.

Poco más de una hora duró el discurso que el intendente Miguel Lifschitz pronunció este jueves en la apertura del período de sesiones ordinarias del Concejo Municipal, donde repasó -flanqueado por las autoridades del cuerpo encabezadas por el presidente Miguel Zamarini- distintos aspectos de su gestión y de la realidad de la ciudad y planteó que ni el transporte público de pasajeros ni la administración municipal pueden seguir mucho tiempo más con su actual nivel de ingresos económicos.

En el arranque, Lifschitz elogió a los concejales que lo escucharon desde sus bancas y entre los que no cuenta con mayoría afín a sus políticas. Tras destacar la presencia en el recinto de “un ex intendente (Héctor Cavallero), una ex vicegobernadora (María Eugenia Bielsa) y ex funcionarios municipales (como por ejemplo Clara García)”, el intendente dijo estar ante “un cuerpo altamente calificado” al que llamó a “encontrar consensos”.

Después evaluó que en el 2009 “la ciudad tuvo fortalezas” para enfrentar situaciones críticas como las del dengue y la gripe A y los efectos de la crisis económica internacional. “La economía no mostró descensos significativos, el desempleo subió muy poco”, valoró, para señalar luego que “este año del Bicentenario presenta un contexto favorable”.

El mensaje continuó con la ponderación de “las políticas de Estado que se mantienen a través del tiempo” y apeló al ejemplo de la recuperación de los muelles del Parque España y la costa central de la ciudad, que comenzó con Horacio Usandizaga y continuó con Cavallero, Hermes Binner y en su gestión, señaló, al tiempo que llamó a “construir una democracia de proximidad” y a trabajar por “más cohesión social y por el desarrollo local”.

Comenzó luego con un capítulo dedicado a “la economía y el trabajo”, en el que destacó que Rosario “pasó de ser la capital del desempleo a estar sólo unas décimas por arriba del promedio nacional” y anunció que se intensificarán acciones para “mejorar la empleabilidad de los que buscan trabajo” y para promover el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. En este sentido, destacó el reciente anuncio de la puesta en marcha de líneas de créditos del Banco Municipal, “en inmejorables condiciones”, para financiar mudanzas de empresas a los polígonos industriales que se crearon en la ciudad.

Hubo además menciones al turismo, la economía social, el desarrollo tecnológico, la necesidad de promover el desarrollo de los centros comerciales y “la apuesta a la construcción, que en el 2009 volvió a crecer”, sostuvo.

El discurso del intendente siguió con la mención a su propuesta de crear un ente que se ocupe de cuestiones de toda el área metropolitana con la participación de los municipios vecinos, y ponderó la realización de “grandes obras de infraestructura” como la autopista Rosario-Cordoba, accesos viales y la ampliación de la Circunvalación. En el debe, situó las situaciones del Puerto y el Aeropuerto.

Después hubo varios párrafos dedicados a “desafíos que hay que enfrentar con la Legislatura provincial”, encabezados por la autonomía municipal. En este aspecto, destacó la existencia de dos proyectos, uno del oficialismo y otro del diputado opositor Marcelo Gastaldi: “ambos son positivos, pero hay que avanzar un poco más”, expresó, para promover la creación de nuevas estructuras locales de seguridad –elogió lo hecho por la Guardia Urbana y pidió una Policía Municipal- y “para atender las pequeñas causas” a través de un sistema de “Justicia vecinal”.

A la hora de repasar los servicios públicos Lifschitz rescató las inversiones de los últimos años –incluido el final del gobierno de Jorge Obeid- en la Empresa Provincial de la Energía y en la de Aguas. A la vez, remarcó que “hay que sostener esos planes de inversión en el tiempo” y anunció que el municipio avanzará en la promoción “del uso racional” de los servicios.

Luego, cuando abordó el tema de los recursos, llegó una de las pocas menciones críticas a la oposición, desde donde “se niegan”, apuntó, a establecer medidas que permitan incrementar la recaudación. También puso algunos números sobre el tapete: la recaudación municipal durante 2009 fue de 945 millones de pesos, es decir un 11 por ciento más que la del año anterior. Y distinguió que la recaudación proveniente de “recursos propios” subió 14 por ciento, mientras la de coparticipaciones nacional y provincial creció menos, un 8 por ciento.

“En 2010 vamos a recuperar algo de lo perdido por el impuesto inmobiliario”, continuó, para remarcar que en ese concepto se notó una fuerte merma en los últimos años “por la falta de actualización”, cayendo del 28 al 10 por ciento su incidencia en el total recaudado por el municipio.

“Faltan más recursos para Salud”, dijo también el intendente, aunque reconoció “el gran avance” que significó la llegada de fondos para el área desde el gobierno provincial durante la gestión de Binner.

En este marco fue que Lifschitz se preguntó “qué va a pasar” con las tasas municipales que no se actualizan. “Hay que pensar mecanismos para mantener el poder adquisitivo de las tasas”, pidió.

El siguiente capítulo fue el de la seguridad e incluyó un llamado a “trabajar por un Pacto o un gran acuerdo” con la participación de distintos sectores sociales y estamentos oficiales.

Luego el intendente anunció la unificación de las áreas municipales relacionadas con la atención a la infancia, alentó “el deporte como herramienta para la inclusión social” y llamó a tener “una Rosario más limpia” con diversas acciones, entre las que incluyó la incorporación a un trabajo conjunto de los recolectores informales y de “una red de voluntarios para terminar con los basurales crónicos”.

Ya sobre el final del discurso llegó el tramo dedicado al transporte. Mencionó como objetivo a largo plazo contar con “un plan integral de movilidad” pero remarcó que, mientras, el transporte urbano de pasajeros “está al límite” en lo que hace a su “ecuación de costos”; y llamó a “profundizar el debate para encontrar soluciones”.

Así, evitó anunciar el envío al Concejo de un proyecto de suba del costo del boleto, pero tal posibilidad quedó picando en el recinto, junto con la reiteración por parte de Lifschitz, en el final del mensaje, del llamado al “diálogo político y social”.

Voces opositoras

Las convocatorias del intendente al diálogo y al consenso fueron valoradas positivamente por los bloques opositores, que de todos modos no dejaron se expresar sus críticas.

Desde la bancada del PJ-Frente para la Victoria, Arturo Gandolla y Norma López evaluaron que “lo más concreto es que se vienen nuevos aumentos de tasas y del transporte de pasajeros”. También señalaron que las grandes obras que mencionó el intendente “son con fondos nacionales”. Y completaron con un rescate del “tono conciliador” del discurso y una reafirmación del propio “compromiso de seguir actuando como opositores constructivos”, no sin manifestar que “en esta coyuntura nacional marcada por actitudes casi destituyentes” los legisladores nacionales del socialismo deben privilegiar “el espíritu constructivo y la coherencia, un atributo difícil de encontrar en la actitud de emblocarse con Carlos Menem y con el macrismo”.

Desde el bloque Encuentro por Rosario, en tanto, María Eugenia Bielsa y Fernando Rosúa sostuvieron que el de Lifschitz fue “un discurso de un gobierno sin ideas ni energías”

“Analizo como positiva la apertura y el cierre del discurso del intendente, donde planteó la necesidad de construir consensos y acuerdos”, analizó Bielsa. “En el cuerpo del discurso, a nuestro juicio, hizo un diagnóstico que no se condice con la ciudad real. Esta es una ciudad con crecientes desequilibrios y esa situación no fue expuesta como uno de sus principales problemas”, agregó.

“La ciudad perdió estándares de calidad de vida que estaban garantizados, servicios mínimos que estaban cubiertos y hoy ya no los tiene”, reforzó Rosúa.

Además, desde Encuentro por Rosario indicaron que “así como no hay aumento automático de los sueldos no puede haber aumento automático de las tasas”. Y que en cuanto al transporte Lifschitz “sólo enunció el aumento de boleto como alternativa y no planteó el reclamo a la provincia para que colabore en el sostenimiento del sistema, como ocurre en otras provincias del país”.

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