Jaime Dri, único sobreviviente del centro clandestino de detención de la Quinta de Funes y fugado del campo de concentración de la Esma, se apasiona con la realidad política argentina, a la que parangona con la de aquellos tiempos de Braden o Perón a la vez que advierte que la situación es similar a la de la Honduras pre golpe contra Emilio Zelaya.
Al igual que en 1945 Braden o Perón, hoy, en el 2010, nuevamente Braden o Perón, con nombres de personas y algunos partidos cambiados pero con los mismos intereses. Hoy no es el Partido Comunista, pero a su lugar lo ocupa la llamada Centro Izquierda (Proyecto Sur y otros). Hoy, igual que ayer, el Partido Socialista. Hoy, igual que ayer, el partido radical, antes con Balbín, ahora con Morales y compañía. Hoy están los traidores como Vandor y Alonso, expresados dentro del peronismo como los Menem, Duhalde, Reutemann, Macri, De Narváez, Rodríguez Saa y otros.
Hoy, todos ellos, dentro de la estrategia de los Estados Unidos y coordinados desde su embajada en Buenos Aires. Todos cipayos. No podemos clasificar entre cipayos buenos y malos, solamente ver a qué intereses sirven. Todos gorilas, sin clasificar entre gorilas buenos y malos; se digan de derecha, de centro derecha, de centro izquierda o izquierda, todos unidos contra los intereses de la Patria y contra los intereses del pueblo.
Tenemos el mismo escenario que en Honduras: Prensa, Justicia, Congreso, jerarquía de la Iglesia, en contra de los intereses del pueblo. Solamente no tienen la fuerza militar porque la invirtieron en el genocidio del 76 y se quedaron sin ese capital para poder iniciar el "Proceso de Reorganización Nacional".
Dolor y vergüenza nos da ver a ex-compañeros (de los pocos que quedamos vivos del genocidio) levantar las manos y votar defendiendo los intereses de esos que dieron el golpe militar en el 76 y echaron vivos al mar a miles, fusilaron y apresaron a otros miles y condenaron a otros tantos al exilio interno y externo.
El pueblo hará realidad lo manifestado por Evita: "Nosotros no nos vamos a dejar aplastar jamás por la bota oligárquica y traidora de los vendepatria que han explotado a la clase trabajadora, porque no nos vamos a dejar explotar jamás por los que, vendidos por cuatro monedas, sirven a sus amos de las metrópolis extranjeras y entregan al pueblo de su patria con la misma tranquilidad con que han vendido al país y sus conciencias. La victoria será nuestra. Tendremos que alcanzarla tarde o temprano, cueste lo que cueste y caiga quien caiga".
Como en el 45, quienes pueden romper esta patraña son los que no tienen prensa, los invisibles, los que son el "subsuelo de la Patria". Que digan basta a tanta hipocresía, a la Sociedad Rural, a las empresas multinacionales que actúan en diferentes ámbitos de la economía, a la Jerarquía de la Iglesia Católica, a los que se les suman por intereses personales mezquinos y a los desorientados bien intencionados. Que ocupen la Plaza de Mayo y se laven las patas en las fuentes al grito: Queremos a Cristina.
