Fernando Del Valle, el gerente ajustador, bajo custodia policial.
Fernando Del Valle, el gerente ajustador, bajo custodia policial.

Los trabajadores del diario La Capital que están de paro para exigir la reincorporación de los 26 despedidos de las radios LT3 y LT8 están recibiendo telegramas de intimación a volver a sus tareas, acompañada por la amenaza de despido con causa. Pese al apriete del multimedios que pertenece al grupo Uno, el personal del decano de la prensa argentina se mantiene firme en su postura de no trabajar y sostiene a la vez la concentración permanente de protesta frente a la sede del diario, en Sarmiento al 700. Hasta allí pueden acercarse, a cualquier hora del día, quienes quieran acompañar la medida de fuerza de los trabajadores del multimedios, que están protagonizando jornadas de lucha sindical históricas. Uno de los que puede dar fe de la férrea voluntad de los laburantes y las organizaciones sindicales que los agrupan es Fernando Del Valle, el gerente del grupo Uno que comanda el intento de ajuste, quien debió retirarse de la sede del diario custodiado por la policía y pudo percibir de modo directo el clima reinante en las inmediaciones del edificio de La Capital.

Según informaron a este diario digital desde el Sindicato de Prensa Rosario, son casi trescientos los telegramas que la empresa comenzó a mandar este jueves a los empleados del diario, que forma parte del multimedios La Capital junto con las radios en la que se produjeron los despidos.

El apriete patronal llega al cabo de la primera jornada, la del miércoles, de un paro histórico, ya que afectó la salida del diario, que sólo llegó a algunos kioscos de Rosario y con muchas menos páginas que las habituales.

Es que el paro contó con la adhesión de los trabajadores gráficos rosarinos y también de los encargados de la distribución del periódico y la mayor parte de los canillitas. Además, los trabajadores de prensa del diario Uno de Santa Fe se negaron a cubrir noticias del plano provincial que pudieran ser usadas en la edición “carnera”, que se elaboró en el diario Uno de Paraná pero se tuvo que imprimir en Buenos Aires, porque los gráficos de la capital entrerriana, donde el grupo liderado por Vila y Manzano tiene otra planta de impresión, se negaron a hacer esa tarea.

La decisión de paralizar todas las empresas del multimedios se tomó durante la noche del miércoles, en una asamblea en la calle frente a La Capital y al cabo de largas horas de infructuosa negociación ante el Ministerio de Trabajo de la provincia de Santa Fe.

“Uno en explotación, Uno en impunidad, Uno en verdugueo”, había dicho, en referencia al grupo propietario de los medios en conflicto, el secretario general del Sindicato de Prensa Rosario, Edgardo Carmona, en el acto que se realizó el martes a la tarde y marcó el inicio de la resistencia a los despidos.

A esta altura de los acontecimientos está claro que no estaba exagerando. Y está claro además que los trabajadores también van por el Uno, pero en solidaridad, en unidad y en voluntad de revertir las cesantías.

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