Acostumbrado a ser blanco sólo de enojos ante varios de sus textos, el Señor I esta vez recibió una explicación. Las reflexiones de esta columna sobre censura a comentarios en Rosario3 fueron explicadas desde ese portal por problemas técnicos y una política de prevención ante el descenso canalla.
“No hubo censura. Los comentarios se publican automáticamente, no pasan filtro alguno. Después sí puede que se revisen, aunque lamentablemente esto no se hace con la frecuencia que sería necesario, por falta de recursos”, explicaron desde Rosario3.
Y continuaron: “Hay de todos modos una forma de que se «invisibilice» el comentario: tiene que ser reportado por cuatro personas distintas. Entonces, pasa a un espacio de moderación donde puede que se recupere o que se elimine definitivamente”.
A la vez, “hubo en esos días, sin embargo, dos cuestiones por las cuales en un momento se decidieron cerrar las notas a comentarios, incluso las que estaban abiertas. Una, el descenso de Central. El motivo: que vimos que, si bien las notas sobre ese tema, estaban cerradas, las cargadas llegaban por las otras noticias, y nos pareció que el horno no estaba para bollos. La otra, una falla en el sistema de reportes de comentarios, que permitía a una sola persona reportar las veces que quisiera el mismo comentario, lo que permitía que un «reportador serial» hiciera invisible todo lo que no gustara”.