El equipo jurídico de HIJOS presentó este viernes a dos nuevos querellantes en los tribunales federales de Rosario (Oroño 940), donde se llevan adelante diferentes causas contra responsables del terrorismo de estado en la región. Se trata de los casos de Bárbara Peters Tosi, que demanda que se investigue el caso del asesinato de su madre, Clotilde Rosa Tosi. Y el de Iván Fina, que reclama por su madre desaparecida, Isabel Ángela Carlucci ‒quien además estaba embarazada‒, y por su padre asesinado, Víctor Hugo Fina.

Iván Fina se constituyó como querellantes en la causa "Díaz Bessone, Ramón Genaro s/ privación ilegal de la libertad y homicidio (Víctimas: Isabel Ángela Carlucci y otras)", mientras que Bárabara Peters Tosi lo hizo en “FECED, Agustín y ots. s/ Homicidio, violación y torturas”.

 

Bárbara e Iván son patrocinados legalmente por el equipo jurídico de HIJOS Rosario, integrado por los abogados Ana Oberlin, Nadia Schujman, Lucas Ciarniello Ibáñez, y Álvaro Baella. En las dos presentaciones el juez que tendrá a cargo las actuaciones, es el titular del juzgado federal N 4 de Rosario, Martín Bailaque.

El caso de Bárbara.

En los hechos descritos en la querella presentada por HIJOS, Bárbara Peters Tosi relata cómo el 2 de enero de 1977, a las 17.30 horas “irrumpen en el domicilio de Calle 2 Nº 626 del Barrio Gráfico de Rosario integrantes de fuerzas represivas, fuertemente armados”. “En esta casa ‒continúa el relato de Bárbara‒ vivían y estaban presentes al momento del ingreso del grupo: Leonardo Bettanin y su mujer María Inés Luchetti -quién estaba embarazada-, junto a sus dos hijas Mariana y Carolina ‒de 3 y 1 año y medio respectivamente‒. Además estábamos allí: la pareja compuesta por Jaime Colmenares y Cristina Bettanin ‒hermana de Leonardo‒; Elba Juana Ferraro de Bettanin ‒madre de Leonardo y Cristina‒; Roque Maggio junto a su pareja Clotilde Rosa Tosi ‒mi madre‒, la hija de ambos Paula Maggio ‒de 2 años de edad‒, y yo Bárbara Peters Tosi, que tan sólo tenía 11 meses de edad”.

 

El escrito describe en detalle los pormenores de ese terrible episodio que Bárbara logró reconstruir. Allí consta que al arribar el grupo represivo, compuesto por unas 20 personas aproximadamente, la mayoría de los que se encontraban en el domicilio estaban durmiendo la siesta. Algunos de los miembros de las fuerzas represivas que atacaron la casa, entraron trepando por los techos de las viviendas vecinas, mientras otros permanecieron en el exterior.

 

La presentación indica que Jaime Colmenares salió del domicilio y fue retenido por quiénes estaban en el exterior. Que por megáfono los represores advirtieron que tenían tres minutos para salir de allí y, casi inmediatamente, comenzaron a disparar. Que el resto de los que aún permanecían en el interior, dejaron la casa llevando a todos los niños ‒incluida Bárbara‒ y pidiendo a los gritos que cese el fuego.

 

“Sin embargo, los miembros del grupo represivo nos arrinconaron a María Inés Luchetti, a su madre Elba Juana y a todos los niños contra una pared. Los disparos continuaron y producto de los mismos fueron fusilados a Cristina y Leonardo Bettanin”, señala Bárbara.

 

En esa masacre, resultaron muertos Cristina Bettanin, Roque Maggio, Leonardo Bettanin, y la madre de Bárbara, Clotilde Rosa Tosi.

 

El caso de Iván.

Por otra parte, el escrito para constituir como querellante a Iván Fina, señala que su madre desparecida “Isabel Ángela Carlucci, fue secuestrada el día 10 de agosto de 1976 cuando se encontraba en su lugar de trabajo en la localidad de Capitán Bermúdez. Ella trabajaba en la empresa Mondoni S.R.L. y estaba embarazada de siete meses aproximadamente”.

 

“El mismo día de su secuestro mi padre Víctor Hugo Fina fue asesinado por fuerzas conjuntas en el domicilio Valparaíso 2017 dónde vivíamos en esta ciudad de Rosario”, agrega el relato de los hechos que hace Iván.

 

Isabel Ángela Carlucci nació el 26 de julio de 1952 en Rosario. Su familia la llamaba “Isa” o “Teli” y sus amigos “La Gringa”.

 

Víctor Hugo Fina nació en Colón, provincia de Buenos Aires, el 14 de julio de 1953. Sus amigos lo llamaban “Anteojito”. Ambos militaban en el PRT-ERP, y sus compañeros la llamaban “La Rubia” o “Sonia”, y a él “Marcelo” o “Silvio”.

Más notas relacionadas
Más por Admin
Más en Ciudad

Dejá un comentario

Sugerencia

Fuga en la Bolsa

El gobernador Pullaro pidió bajar retenciones al agro; recursos nacionales para infraestru