Después de muchos años de liderar el mercado de los diarios argentinos –con su aceitada fórmula monopólica para evitar competidores–, Clarín comenzó, desde un tiempo a esta parte, un lento suicidio periodístico por darle más lugar a sus “operaciones” contra el gobierno que a la necesidad de información de sus lectores.  Y así, con un gran desprecio manifiesto por ellos, está rifando el capital más importante para un medio de comunicación. Según un informe publicado por Miradas al Sur, en enero de 2010, Clarín vendía un promedio de 344.945 ejemplares diarios. En junio, fueron 300.837. Las cifras son del Instituto Verificador de Circulaciones. A esta caída abrupta se suma la disminución impactante de visitas a su página web. En los últimos tres meses cayó el 43,2 por ciento.

La vieja disputa teórica sobre si los receptores de los medios masivos de comunicación son meros depositarios pasivos de los productos culturales o por el contrario, son quienes “los producen” como usuarios, se puede volver a discutir en las mesas de los bares o en los alrededores de las escuelas de comunicación social. Es que esta actualidad argentina dice algo muy elocuente al respecto.

Para los que piensan que los medios concentrados del capitalismo vernáculo son tan todopoderosos, cabría recordarles que estas corporaciones no pudieron torcer la nueva ley de medios, ni evitaron que saliera a luz el caso de Papel Prensa. En la misma línea, si las instituciones como la Iglesia, a la que los mismos monopolios rinden pleitesía, fuera esa mole invencible aliada a lo más recalcitrante de la oligarquía argentina, tampoco se hubiera podido llevar adelante el proyecto de ley de matrimonio igualitario.

Y más atrás en el tiempo, para seguir anotando, fracasaron los intentos de bloquear la reestatización de la AFJPs, de matar el Fútbol para Todos y de que salga la asignación universal por hijo.

Claro, fueron pequeñas grandes batallas; no están vencidos ni derrotados y, como dicen algunos, se viene la “madre de la batallas” en la que las corporaciones mediáticas pelearán para mantener su posición dominante.

Pero, mientras tanto, démonos la posibilidad de gozar un poco: veamos cómo el todopoderoso “periodismo independiente” recibe su primer gran castigo por parte de sus propios usuarios.

Entre mayo de 2009 y julio de 2010, la venta de Clarín bajó exactamente en 60.000 ejemplares diarios, tomando el promedio de lunes a domingo. Son cifras brindadas por el Instituto Verificador de Circulaciones (IVC).

Según una nota firmada por Eduardo Anguita, del diario Mirada al Sur, esto representa una caída acumulada del 20 por ciento.

“Mucho más preocupante para los directivos del Grupo Clarín es que, un 12,75% de esa caída se registró en los últimos seis meses. En efecto, en enero de este año Clarín vendió 344.945 ejemplares, mientras que en junio fueron 300.837”, dice el informe.

Es decir, en los últimos seis meses Clarín vendió 44.000 diarios menos. Cabe consignar que este pronunciado retroceso va en sentido contrario de la venta general de diarios en la Argentina durante este período.

Así como Clarín sufrió un retroceso en las ventas de diarios de papel, la tendencia en soporte virtual es aún peor. Respecto de las visitas al sitio www.clarín.com, se registró una caída del 43,2% en los últimos tres meses. Esto va en sentido contrario de la visita de internautas a las páginas de noticias e información que crece de modo incesante. Por caso, el sitio www.taringa.com ya supera en visitas al de Clarín. Esta información es totalmente confiable y proviene del sitio Alexa que pertenece a la empresa Amazon, según publicó Miradas al Sur.

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