El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, distinguió este viernes en el Palacio Sarmiento a 22 maestros que referencian a 830 mil docentes del país “que saben que la ignorancia genera dependencia y el conocimiento libera”.
Los maestros que recibieron el “Premio Presidencia de la Nación” fueron elegidos por los ministerios provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires y se desempeñan en escuelas de plurigrados, rurales, de adultos, urbanas, en unidades carcelarias o urbanas marginales.
“Son militantes políticos y sociales que enseñan a respetar los símbolos patrios y se pelean a muerte con el mal llamado fracaso escolar”, reivindicó Sileoni.
El ministro afirmó que los docentes “saben que la ignorancia genera dependencia y el conocimiento libera, y transforman el `ver` en `mirar`”.
“Tengo el privilegio de andar por todo el país y veo a los docentes en Tierra del Fuego, en el Impenetrable, en el Chaco, alejados de la mano de Dios, y algunos son chicos de 18 años que apuestan a esto sabiendo que no van a hacerse millonarios, y eso es un rasgo inagotable de la sociedad argentina”, dijo Sileoni en diálogo con Télam.
Los “Maestros Ilustres” participarán el próximo lunes de la ceremonia de apertura del Congreso Iberoamericano de Educación, que inaugurará la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a las 19 en el Teatro Gran Rex, y donde actuará Joan Manuel Serrat.
La correntina María Alejandra Acevedo, una de las maestras que recibió la distinción, trabaja en una escuela de maestro único con 22 alumnos, de 4 a 18 años, en el paraje Oma de la localidad de El Sombrerito.
“La escuelita es el único nexo que tienen los chicos en el contexto social en que ellos se desenvuelven, a una hora o dos de camino a la escuela”, contó Acevedo a Télam.
“Los chicos son muy humildes, de madres solteras o padres analfabetos que viven de changas rurales, así que la escuelita es lo único que les contiene, con desayuno y almuerzo, en un lugar que tiene luz”, dijo.
La integración de un aula que contiene a chicos de 4 a 18 años es un desafío en el que los propios alumnos mayores aprenden las primeras nociones pedagógicas enseñando a los más pequeños.
“Tengo alumnos recibidos de maestro mayor de obra, maestras jardineras, mozas o cajeras, y se busca que los chicos avancen y mejoren su calidad de vida”.
“El único medio que tienen para ir de paseo es la escuela, así que cuando hay una salida, hay fiesta”, contó Acevedo, una joven con cuatro hijos, que hace 16 años trabaja de maestra rural, haciendo hasta de “consejera y madrina”.
Para el catamarqueño, Jorge Figueroa, "además de esta distinción, son muy importantes esos otros reconocimientos que recibimos por parte de nuestros alumnos cotidianamente en el aula, cada uno de esos días de lluvia en los que salgo a buscar a mis chicos en sulky, entre los chanchos y las cabras, y vuelvo con ellos a la escuela”, confesó emocionado.
Por su parte, Rodolfo Cruz -de Tierra del Fuego- contó que lo que más movilizador del premio es haber sido elegido por sus propios pares.
“En mi provincia, los docentes y no docentes de cada establecimiento educativo votamos al maestro candidato para recibir la mención de Ilustre, y de 115 compañeros que somos en mi escuela, 90 votaron por mí. Esta elección por parte de mis colegas es para mí lo más valioso y emocionante”.
Cada maestro recibió además una computadora para su escuela y material didáctico del Canal Encuentro.
