Desde las 10 de la mañana de este miércoles se está desarrollando una jornada de movilización en todo el país, convocada por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), en apoyo a los obreros de la autopartista Paraná Metal. En la provincia los maestros estatales realizan una huelga en solidaridad con los empleados metalúrgicos y, al igual que ATE y el Sindicato de Prensa Rosario, participarán de una marcha en Buenos Aires.
El conflicto de los trabajadores de Paraná Metal, que sostienen unos 900 empleados que demandan la continuidad de la empresa y la totalidad de los puestos de trabajo, cobra este miércoles las mayores dimensiones desde que se iniciara hace ya varias semanas.
Las propuestas de la empresa no fueron satisfactorias para la Unión Obrera Metalúrgica de Villa Constitución (UOM), y la lucha gremial se profundiza. A la solidaridad que ya venía recibiendo los obreros desde distintos gremios, se suma este miércoles una gran jornada nacional de protesta lanzada por la CTA a nivel nacional.
La jornada de lucha anunciada por la CTA incluye movilizaciones en todo el país, actos y paro de trabajadores docentes y estatales en la Provincia de Santa Fe Buenos Aires.
En la Ciudad de Buenos Aires está convocada una marcha para las 15 en la intersección de la Avenida Corrierntes y Alem, que se dirigirá hacia el Ministerio de Trabajo de la Nación. La medida había sido anunciada por el titular de la CTA Hugo Yasky, en su paso por Rosario.
Los empleados decidieron en asamblea el viernes pasado continuar con los cortes de ruta y rechazar la propuesta que les ofreció la empresa, en la que se establecía el mantenimiento de la totalidad de los puestos laborales, con 300 obreros cobrando el salario normal y los otros 600 en un sistema de suspensiones rotativas. En estos seiscientos casos los trabajadores percibirían un subsidio de 1.850 pesos y asignaciones familiares: 220 pesos por hijo y beneficios como nacimientos y casamientos.
Frente a la oferta patronal los obreros definieron reelaborarla y armar una contrapropuesta para presentar en el próximo encuentro que se realice en la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación, que todavía no tienen fecha. “Se aceptan las suspensiones pero se considera muy bajo el subsidio estatal propuesto para los empleados que la acaten”, señalaron desde la UOM de Villa.
La autopartista entró en convocatoria de acreedores el año pasado y ahora los trabajadores esperan que se acerque algún inversión privado para darle continuidad a la fábrica, que tiene una historia de más de 50 años.
En enero pasado la firma Oil M&S, del empresario Cristóbal López, ingresó con el objetivo de darle continuidad a la producción de autopartes –que en su mayoría se exportan a terminales automotrices de otros países del Mercosur– pero en las últimas semanas decidió retirarse de la operatoria, sin hacer uso de la opción de compra.
En 2008 la planta producía alrededor de 4 mil toneladas mensuales de piezas de fundición para terminales automotrices, de las cuales el 95 por ciento estaba destinada al mercado externo.
Allí se producían blocks de motores, tambores y discos de frenos, carcazas de diferencial, tapas de cojinetes, volantes y cubrerruedas que se exportaban a Ford Argentina, Ford y Volkswagen de Brasil, entre otros destinos.
