El bar Rock and Feller’s promueve una nueva polémica entre los rosarinos. Esta vez ya no se trata de frivolizar el lugar a donde funcionara el Comando del Segundo Cuerpo de Ejército –desde donde se planificó la represión dictatorial para todas las provincias del litoral–, sino que el problema surge por un pedido de excepción realizado por la empresa al Concejo Municipal, para que le permitan edificar sobre un pedazo de la vereda donde se está construyendo el nuevo local y que está prohibido.
La conceala María Eugenia Bielsa denunció que “el empresario estaba habilitado para construir porque había un consentimiento tácito, es claro que ya tenía el permiso. Ahora se pretende pasarlo por el Concejo, el intendente cree que acá funciona una escribanía”.
La edila del bloque Socialista, Viviana Foresi, aclaró que el proyecto presentado para el bar Rock and Feller’s “mejora sustancialmente la condición urbana” de ese tramo del bulevar. “En realidad, lo que solicita la empresa es la utilización precaria de la zona destinada a servidumbre de jardín”, dijo Foresi quien integra la comisión de Planeamiento.
Foresi explicó que existen antecedentes de permisos otorgados desde el Concejo a comercios de la zona, para que puedan construir sobre esas áreas. “Lo cierto es que la propuesta arquitectónica presentada por la empresa Food Corner SA, dueña de Rock and Feller’s, busca recomponer la esquina de Oroño y Jujuy y mejorará el barrio”, aseguró.
Pero la concejala del Bloque Encuentro por Rosario y arquitecta María Eugenia Bielsa, opinó que luego de revisar el expediente presentado por la firma que explota el bar detectó que “a lo largo de la construcción de la obra, la Municipalidad ya clausuró cuatro veces la obra por no respetar los 4 metros de servidumbre de jardín”.
Bielsa, en declaraciones a Radio 2, señaló que “ya es un hecho consumado porque han construido sobre los 4 metros, en este caso habría que hacerle desarmar la estructura pero evidentemente no hay poder de policía. ¿Cómo pudo alguien transgredir la normativa cuatro veces?”.
La edila opositora afirmó el 2 de junio pasado “un inspector municipal clausuró (la obra) por cuarta vez pero hubo consentimiento del municipio para que siguieran con el avance y ahora pretender hacerlo pasar por la escribanía”.
