El cura pidió declarar en su despacho.
El cura pidió declarar en su despacho.

El cardenal Jorge Bergoglio declarará este lunes como testigo en el juicio por los crímenes de lesa humanidad ocurridos en la ESMA durante la dictadura. Deberá testimoniar sobre la desaparición de los dos sacerdotes jesuitas llevados a ese centro de tortura mientras él se desempeñaba como principal de la Compañía de Jesús en el país.

La declaración de Bergoglio fue pedida el pasado 23 de septiembre por el abogado Luis Zamora luego de la declaración ante el tribunal de María Elena Funes, una catequista que estuvo desaparecida en la ESMA.

Al declarar como testigo en el caso del secuestro y desaparición de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, Funes dijo que los curas jesuitas Orlando Dorio y Francisco Jalic fueron secuestrados y llevados a la ESMA luego de que Bergoglio, entonces superior de la orden en la región les quitó la protección.

Ambos religiosos vivían y realizaban su labor pastoral en la villa miseria porteña del Bajo Flores bajo la “opción por los pobres”.

Bergoglio fue citado como testigo por el tribunal pero el jefe de la Iglesia Católica argentina se amparó en el articulo 250 del Código Procesal Penal de la Nación que establece que los altos dignatarios oficiales “no estarán obligados a comparecer” ante un tribunal.

En esa situación se ubican el presidente y vicepresidente de la Nación, los gobernadores y vice de provincias; ministros, legisladores nacionales y provinciales, oficiales superiores de las Fuerzas Armadas y “los altos dignatarios de la Iglesia.

El segundo párrafo de dicho artículo especifica que, según la importancia que el juez atribuya a su testimonio y el lugar en que se encuentren, “aquellas personas declararán en su residencia oficial, donde aquél se trasladará, o por un informe escrito bajo juramento”.

A este tratamiento especial será sometido el cardenal Bergoglio quien prestará su testimonio ante los jueces del TOF 5 y las partes en su despacho de la Curia Metropolitana contiguo a la Catedral.

En el operativo en que ambos religiosos fueron secuestrados intervino personal uniformado, en tanto la testigo atribuyó a Bergoglio haber enviado a un cura de reemplazo que oficiaba misa en el momento en que llegaron los militares y ni siquiera fue interrogado.

Durante la audiencia del pasado jueves declaró otro de los sobrevivientes de la ESMA, Arturo Osvaldo Barros, quien denunció que una isla del Delta a la que fueron trasladados los detenidos de ese centro de detención ilegal durante la visita de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA (CIDH), "fue adquirida por uno de los miembros del Grupo de tareas a la Iglesia Católica".

(Fuente: Telam)

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