Funcionarios del Ministerio de Economía de la Provincia se retiraron de la reunión en la presidencia de la Cámara de Diputados insultando a los diputados opositores quienes les habían planteado sus dudas respecto del manejo que hizo el gobierno provincial en la negociación de la deuda que acumula la concesionaria del puerto de Rosario. “Las preguntas no se habían agotado. Habíamos entrado en el meollo de la cuestión, pero se levantaron y se fueron, y esto lo digo bajo mi estricta responsabilidad, porque no pudieron explicar las últimas preguntas que les fuimos formulando”, dijo el legislador provincial del Partido Justicialista, Mario Lacava.
En la reunión se pretendía clarificar aspectos de la negociación de la deuda que mantiene la Terminal Puerto Rosario (TPR) con la provincia. Para tal fin, el legislador justicialista, Marcelo Gastaldi había solicitado la presencia en la cámara del ministro de economía, Angel Sciara.
“En diciembre de 2008 -relató Gastaldi-, API presentó una cautelar para embargar las cuentas de TPR por 9 millones de pesos. Pero esa decisión volvió para atrás el 8 de enero de 2009, cuando hacen una sustitución parcial del embargo, sólo por 1,4 millón. En el camino quedaron 7,7 millones de pesos”.
El diputado intentó indagar acerca de los avales técnicos sobre los que se fundaron estas decisiones, y preguntó cómo la provincia garantizó el cobro de la deuda completa.
Sciara tomó la palabra y antes de pasar a los pormenores técnicos, reparó en un dato político. “Acá no ha habido ningún perdón de deuda, al contrario, la deuda está garantizada. Pero además, si hay algo importante, es que por primera vez se aplicó una cautelar para preservar la deuda verificable generada (por Sellos) en 2002”, sostuvo.
Respecto de los 7,7 millones que “quedaron en el camino”, el ministro dio su explicación. “La cautelar (el embargo) es sólo por 1,4 millón de pesos porque el resto, que son intereses resarcitorios, está recurrido. Esa es la deuda que TPR reconoce. El resto no se condona, sino que se sigue discutiendo administrativamente con la concesionaria”, aseguró.
Para saldar la deuda reconocida, TPR acordó con API un plan de pago en 36 cuotas. Pero sólo canceló cuatro porque ingresó a concurso de acreedores.
“Aquí la cosa deviene en abstracto -dijo Sciara- porque la ley de quiebra prácticamente establece que ante una empresa en concurso, se levanta la cautelar. A partir de allí, mandamos a verificar la deuda completa (no sólo por Sellos), que suma en total 18 millones de pesos”, expresó.
Esta explicación oscureció más que aclarar. Gastaldi pidió el dictamen legal que respaldó la decisión de aceptar la sustitución parcial del embargo y si bien Beccari dijo que hasta contaban con una resolución de Fiscalía de Estado, no tuvo cómo respaldar sus dichos con la documentación correspondiente.
Gastaldi advirtió también la inexistencia de una nota formal en la que TPR solicitara la sustitución del embargo y alertó que “API actuó a favor de las dos partes”.
Según narra la nota publicada por el diario El Litoral, fue allí que intervino la directora provincial de Técnica Tributaria y Coordinación Jurídica, Margarita Zabalza, que hasta ese momento interactuaba como apuntadora de los funcionarios de primera línea: “TPR inicia la gestión del plan de pago a través de Internet, por eso no hay nota”, reveló. Completó su exposición y volvió a su silla en uno de los costados de la sala.
Fue Silvina Frana (PJ) quien le retrucó, advirtiendo que no hay ley que acredite dichos trámites virtuales. Allí siguió un ácido intercambio entre ambas hasta que Zabalza empezó con los agravios: “¡Son unos chantas!”, disparó. El insulto le valió el reto paternal de Gastaldi. “No seas irrespetuosa”, le dijo en dos ocasiones a la joven funcionaria.
La discusión se reencauzó pero por poco tiempo. Frana y Gastaldi volvieron a la carga con otra observación. “Por qué no se ejecutó el seguro de caución, cuando TPR entró en concurso de acreedores”, preguntaron y como única respuestas obtuvieron un vago “Son juicios de oportunidad”, de Raúl Lamberto (PS), y ahí se agotaron los argumentos del oficialismo.
“Ven que son arbitrarios y privilegian a TPR. Ustedes no defienden los intereses de la provincia”, imputó Gastaldi, lo cual desencajó al ministro Sciara.
“Cómo te atrevés a decir eso; nosotros logramos lo que nunca lograron ustedes – se exacerbó el ministro, aunque no aclaró cuáles fueron tales logros -. Sos un caradura, Marcelo”, acusó.
Frana entonces, intentó poner paños fríos: “Ministro, no puede decir eso. Nosotros siempre nos tratamos con respeto”. Pero el planteo no alcanzó. Sciara se levantó de su silla. Dijo un irónico “Feliz año nuevo”, y enojado, abandonó la presidencia de la Cámara. Ya habiendo cruzado el umbral lanzó un insulto: “Son unos pelotudos”.
