Pegarle a De Vido es pegarle a Cristina, dice el entorno pingüino.
Pegarle a De Vido es pegarle a Cristina, dice el entorno pingüino.

Hermes Binner intentará decir, entre otras cosas, que no le dejaron hacer el Puerto de la Música. Su ataque a Julio De Vido, cuyo pulgar hacia arriba significa que el proyecto aún tiene vida, podría ser su última impericia como mandatario.

El primer gobernador socialista de la historia argentina cocina por estas horas la torta con que despedirá sus cuatro años de mandato, tan ambicioso en su previa como intrascendente en su mudo anochecer. Ese pastel tendrá bengalas encendidas, pero también velas apagadas. Todo lo que no hizo será endilgado a la oposición vernácula –"La Máquina de Impedir", según él define–, o bien al gobierno nacional, al que dirigirá culpógenos vientos sequencer . 

Binner, o las yemas dactilares de quienes escriben los twitters que se publican en su sitio oficial, lanzaron este dardo con curare dirigido a la vena cava superior de De Vido: “La reducción de los subsidios, algunos absurdos y otros al consumo, sin cambiar las tarifas. Si no cambian, a quién estaban subsidiando?”.

El ministro de Planificación Federal tardó nada en responderle al saliente Hermes, quien antes del twiteo había menospreciado el sistema por el cual los usuarios pueden renunciar de forma voluntaria a los subsidios. “El listado de renuncia a los subsidios es un entretenimiento que no soluciona el problema de fondo”, proclamó el ex candidato presidencial del Frente Amplio Progresista, quien como se sabe elige la edición dominical del diario Clarín para lanzar sus habituales invectivas contra el gobierno nacional.

“La renuncia a los subsidios no es ningún entretenimiento”, dijo el funcionario nacional, “sino una tarea que hemos encarado con la mayor seriedad y responsabilidad”. De Vido agregó que “en Santa Fe todos los usuarios pagan tarifas tres veces más caras que las que regula el Estado Nacional, sin que exista ningún criterio de equidad para proteger a los hogares de menores recursos. El gobernador Binner practica un socialismo muy particular”.

Tomá. Pero además, el ministro de mayor confianza de Néstor y Cristina, para decir todas las cosas que dijo, se tomó el trabajo de escribir y difundir un comunicado. “Es un mecanismo que con mucha seriedad y responsabilidad hemos puesto en funcionamiento para darle la posibilidad de renunciar a los ciudadanos que consideren que no necesitan ser subsidiados, apelando a la solidaridad y buena fe de la gente, y dotándolo de la mayor transparencia”, señaló el ministro.

Por supuesto, nadie del gobierno provincial salió a desmentir la más grave de las revelaciones de De Vido: “En Santa Fe todos los usuarios pagan tarifas tres veces más caras que las que regula el Estado Nacional (Edenor y Edesur)”.

La Subsecretaría de Vías Navegables de la Nación, repartición que está en la órbita de De Vido, debe definir si aprueba el traslado del muelle operativo a otro lugar, a un costo monumental en millones de dólares que deberán pagar todos los santafesinos, para que allí se erija el sueño de Binner: el Puerto de la Música. Ni tacto para eso tuvo el socialista, quien deberá suponer que no es su culpa, ni de sus asesores y ministros, haber dejado sin ese espacio a la ciudad de Rosario, y estará preparando una verdadera retahíla de culpas para colgarlos del cuello de De Vido.

Binner tiene problemas con su “progresismo”. Lo que tenía que pagar el concesionario privado del Puerto de Rosario –nada menos que Vicentín–, unos 200 millones de pesos, ahora –por la “progresista” decisión de su delegado en el Enapro, Ángel Elías– deberá afrontarlo el Estado santafesino.

De Vido no tiene problemas con su propio progresismo: “El gobierno nacional quiere un servicio de calidad para todos, manteniendo tarifas subsidiadas para quienes las necesiten”, explicó, y aclaró: “La quita de subsidios no es ningún ajuste, es simplemente un acto de justicia social que quienes no necesiten ser subsidiados paguen de acuerdo a los costos reales de la energía y el agua. Con esos recursos se podrán realizar más obras para universalizar el acceso a servicios esenciales como electricidad, agua y gas”. En lugar de aprender, algunos se dedican al twitter.

Foto: Télam

 

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