Nodo Gallinet de la red wifi comunitaria Lugro-mesh
Nodo Gallinet de la red wifi comunitaria Lugro-mesh
Entrevista publicada en la edición noviembre 2010 del periódico El Eslabón. | Foto: Fabián Gallina

En Rosario funciona una red inalámbrica comunitaria en la que los vecinos comparten el acceso a Internet, entre otros recursos. La red wi-fi compartida tiene 2.300 usuarios, se llama Lugro-mesh y funciona con software libre.

En 2010 el Grupo de Usuarios de Software Libre de Rosario (Lugro) presentó la iniciativa al ministro de Planificación Federal Julio De Vido que, tras anunciar la caducidad de la licencia de Fibertel, prometió Internet inalámbrica gratuita para todo el territorio nacional. Desde el Lugro dicen: “lo que quieren inventar ya existe y está funcionando, nuestra solución es de muy bajo costo, totalmente libre y con el código disponible”. Es decir, se trata de una experiencia replicable que se puede extender a todo el territorio nacional, permitiendo reducir la exclusión digital y contribuir a la democratización de los flujos informacionales. Existen proyectos similares en otras latitudes del planeta, como la ibérica guifi.net o la alemana Freifunk.

Los activistas del software libre entrevistados vienen desplegando desde 2003 una red que brinda gratuitamente acceso al “repositorio de información más grande del mundo”, es decir Internet. Aunque para ser más precisos antes que “acceso gratis” se trata de “acceso libre” tal como señalan desde el grupo que se reúne quincenalmente los viernes a las 21 en el bar Industria Argentina (Caferata 356).

La red Lugro-Mesh utiliza software libre, esto quiere decir que entre las antenas, routers y otros aparatos hay una proyección social y tecnológica colaborativa: “El usuario opta por compartir su acceso a Internet con sus vecinos. Este es un concepto muy propio de los grupos de software libre ya que una de sus premisas es compartir en pos del beneficio de la comunidad” afirman desde la lista de correo electrónico del Lugro.

Se considera software libre a los programas desarrollados de acuerdo a la premisa de dar al usuario la libertad de ejecutarlos, estudiarlos, modificarlos y redistribuirlos. La idea se extendió desde software a otras actividades humanas y dio inicio a un movimiento social definido como “cultura libre” que enarbola las cuatro libertades de la era digital

Redes de malla

La red cuenta con 30 nodos instalados y 2.300 usuarios, cubre zonas del centro, sur y noroeste de la ciudad. Los nodos utilizan Nightwing, un programa facturado por integrantes del Lugro, que facilita la instalación, configuración y administración de la red inalámbrica comunitaria.

Si nos encontramos un área cubierta por la red Lugro-mesh, entre las redes inalámbricas encontraremos un punto de acceso (AP) abierto, que no pedirá contraseña, tarjeta de crédito ni documentos sino que nos permitirá gestionar una cuenta de usuario a través una página web que se abre apenas intentemos ingresar a cualquier sitio.

–¿Cómo es el funcionamiento de la red wi-fi comunitaria?

–La red está formada por nodos, que se enlazan entre sí formando rutas de comunicación. Las redes inalámbricas mesh hacen que los enlaces sean dinámicos y autoreparables, no importa que se muevan los nodos o se apaguen, la comunicación no se interrumpe si se cuenta con otros caminos alternativos.

Utilizamos una red tipo mesh o “de malla” que permite que los nodos participantes se comuniquen entre sí de una manera menos dependiente del ser humano. Es una red que configura sus rutas en forma automática. Esto nos permite ir sumando nodos y que la red se configure sola. La red funciona gracias al aporte quienes ponen nodos en sus casas, empresas o lugares de trabajo.

Cada nodo cumple la función de “iluminar” una zona y quienes estén en esa zona se podrán conectar al mismo para acceder a Internet y otros recursos. Gracias a las particularidades de la configuración que hemos realizado y al software que utilizamos, es posible que aún aquellos nodos que no tengan Internet directamente, puedan obtener acceso a la red de redes mediante otro nodo que “vean”.

–¿Qué “requerimientos mínimos” se necesitan para sumarse a la red ?

–Básicamente es un router/AP (dispositivo para la interconexión de redes informáticas) que tiene una placa wi-fi específica (Atheros). Quien quiera sumar un nodo sólo tiene que adquirir un equipo de las características que necesitamos y utilizar el software Nigthwing para que funcione.

El costo del equipo, que va desde los 70 dólares en adelante, se amortiza en 6, 7, 8 meses de abono de Internet. Ayudamos con la compra e instalación, aunque no vendemos los equipos.

–¿Existen experiencias similares en Argentina y el resto del planeta?

–En cuanto a compartir Internet, en nuestro país recién se está pensando en serio el tema. En cuanto a redes comunitarias sin acceso a Internet existen varios proyectos a nivel nacional.

El proyecto más grande hasta la fecha de compartir internet y de la creación de una red comunitaria la tenemos en España con la red guifi.net que comprende muchas redes que se interconectan y los nodos participantes pueden compartir recursos como por ejemplo Internet. Está red ya cuenta con más de 16.000 nodos. También está Freifunk en Alemania y la canadience Île Sans Fil.

Esto no es joda

–¿Hay algún inconveniente legal para el desarrollo de una red wifi comunitaria?

–No, por que quienes pagan sus accesos a Internet tienen el derecho de hacer lo que quieran del modem para atrás. Nosotros estamos proponiendo una manera más eficiente de utilizar el ancho de banda disponible en las conexiones de manera además que puedas ayudar a tu vecino. Sería ridículo que esté prohibido compartir algo que ya está pagado.

No hay impedimento legal para compartir, ya sea un acceso a Internet o a otro recurso que se encuentre detrás de un nodo (servidor web, servidor de streaming, etc).

–Esto no es como Pinche Empalme Justo, la empresa ficticia de autoconexión al servicio de TV por cable.

–Esto es totalmente diferente. Nuestra red no degrada la señal porque se utiliza el mismo acceso que tiene la persona que lo contrató sin modificar nada. Lo que hacemos desde Lugro-mesh es compartir una conexión de banda ancha propia con nuestros vecinos; tengamos en cuenta que la mayoría del tiempo la conexión propia esta ociosa. Ahí aparece la función social de nuestra red.

La TV por cable tiene sus inicios en algo parecido a la venta de droga, el primero te lo regalo y segundo te lo vendo. Si nos remontamos al inicio de la TV por cable podríamos recordar que una de las “virtudes” de este sistema era poder ver TV sin cortes comerciales ya que el sistema se sustentaba en el pago que realizaba el abonado. Ahora resulta que en el cable tenemos más publicidad que en la TV abierta, y para colmo sigo pagando, con el agravante de que muchos piensan que por ejemplo para ver TV HD sólo lo podrán hacer contratando un servicio de cable.

Al instalar un nodo de la red Lugro-Mesh el usuario opta por compartir su acceso a Internet con sus vecinos. Este es un concepto muy propio de los grupos de software libre ya que una de sus premisas en compartir en pos del beneficio de la comunidad. Además éste sabe que al haber más nodos de esta red podrá beneficiarse él ya que tendrá acceso en otros lugares fuera del alcance de su propio nodo. A fin de conseguir este propósito resigna parte de su servicio al compartirlo con el resto.

En conclusión la TV por cable es el acceso a contenidos de los cuales el proveedor de ese servicios tiene los derechos de reproducción, en cambio el acceso a Internet es sólo el servicio de acceso a una red de la cual el proveedor de acceso no ostenta derechos alguno, sería un alquiler de la infraestructura necesaria para lograr el acceso a los contenidos.

–¿Cómo puede aportar la comunidad del software libre a la democratización de la comunicación?

–Principalmente ahora está aportando software, Ginga es un desarrollo realizado en Brasil con software libre y es el que estará presente en los decodificadores de la televisión digital.

La comunidad de software libre tiene experiencia en velar por la libertad de información: Documentos libres, formatos libres, los cuales permiten que la información no esté sujeta a un formato determinado, software libre, son partes de una misma búsqueda de eso.

El origen de la popularidad de la red de redes es la anarquía y es justamente eso lo que los grandes concertadores de poder quieren atacar ya que los debilitan. Nosotros militamos por la libertad del pensamiento.

–¿Cómo evalúan el estado actual de la red?

–En la actualidad quisiéramos contar con más nodos. Nos falta mucho camino por recorrer para poder cubrir la ciudad de Rosario. En ese rumbo nos vamos a encontrar. Además, estamos desarrollando nuevas herramientas que permitirán a los usuarios compartir dentro de la red Lugro-mesh su contenido y ofrecerlo al mundo entero.

–¿Existen posibilidades de articulación con la red wifi municipal u otras redes de la ciudad?

–Siempre existe. Nuestras casillas de mail están abiertas a recibir las sugerencias que se quieran. Por un lado, y de igual forma que hicimos con De Vido, informamos de nuestro trabajo a la Municipalidad de Rosario. Ellos conocen muy bien nuestro trabajo. Consideramos que el municipio tiene la obligación de brindar acceso a Internet mediante el servicio que pagamos todos los ciudadanos. Esa sería una mejor forma de utilizar los recursos.

Entrevista publicada en la edición noviembre 2010 del periódico El Eslabón.
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