En una inspección ocular, el juez Norberto Oyarbide aseguró que el juzgado a su cargo «está trabajando en averiguar qué manos pusieron este aparato» del que confirmó que «se trata de un aparato simple, pero que podía causar la muerte a las personas más cercanas» y precisó que «estaba preparado para explotar».
El juez dijo que «este episodio pretendía dañar puntualmente no solo las figuras internacionales que van estar presentes el miércoles, sino que produciría un daño a la República Argentina por la repercusión internacional».
Oyarbide destacó la pericia de un empleado del teatro que descubrió el paquete y la intervención de la Policía Federal, la comisaría tercera y de otras fuerzas que trabajaron en la desactivación del artefacto.
Fuentes judiciales y policiales indicaron que el paquete sospechoso fue hallado en el segundo piso del teatro, ubicado en la avenida Corrientes al 800 de Capital Federal, por empleados que de inmediato dieron aviso a la policía.
Al lugar arribó personal de la comisaría 3ra., con jurisdicción en la zona, y expertos de la Brigada Antiexplosivos de los bomberos de la Policía Federal, quienes constataron que el explosivo tenía la apariencia de una bomba de estruendo. «Es un artefacto bastante sofisticado», dijo un jefe policial.
La policía investigaba si la colocación del explosivo está vinculada a la conferencia que este miércoles dará en ese teatro el ex presidente colombiano Álvaro Uribe.
