La expedición, liderada por los mellizos Willie y Damián Benegas, y compuesta por otros cinco montañistas hizo cumbre anoche en el Monte Everest a las 23.18 y este viernes llegaron al Lhotse a las 7.26.

Los escaladores coronaron de esta manera en una misma expedición los tres picos de la Herradura del Khumbu, como se conoce al trío de gigantes, compuesto por el monte Everest, de 8848 metros, el Lhotse, de 8516 metros y el Nuptse, de 7861, por primera vez en la historia del montañismo.

Además de los hermanos Benegas, la expedición está integrada por Hernán Carracedo, Pablo Betancourt, Fernando Grajales y Fernando Rodríguez de Hoz, que durante dos meses debieron soportar temperaturas de hasta 58 grados bajo cero.

Aunque el año pasado este grupo intentó conseguir las tres cimas, los montañistas tuvieron que interrumpir el circuito porque intervinieron en un rescate de tres miembros de una expedición española.

Luego de dos meses de experiencias y aventuras por las alturas del Himalaya para llegar a las tres cumbres, debieron soportar un clima hostil con muy bajas temperaturas y vientos de más de 160 kilómetros por hora.

Willie Benegas, que coronó el Everest por onceava vez, sostuvo que “es un grupo que, a pesar de todas las adversidades que se han presentado, supo unirse para lograr una pequeña Argentina en las alturas del Himalaya”.

Para realizar el salto de cumbres el equipo se dividió en dos grupos, y la semana pasada Damián coronó el Lhotse para preparar el recorrido como medida de seguridad y dos días después se dispuso a escalar la cima del Nuptse.

Damián confesó que llegar a la cima en Lhotse tuvo «la primera vez un gran contenido simbólico ya que me llevó once años de trabajo poder hacer los tres picos, pero volver con mis compañeros tuvo el sabor extraordinario de poder compartirlo”.

En tanto, el segundo grupo se dirigió a la cima del Monte Everest.

Willie explicó que durante los dos meses que estuvieron escalando “hubo una gran comunión entre el equipo, sincronizamos bárbaro y nos divertimos, algo que es clave para el ánimo y la convivencia».

El montañista contó que en todo momento se acompañaron «con mate que nos identificaba y hacía sentir hermanos argentinos en cada lugar de la montaña compartiendo picadas de salame o jamón y charlas”.

El día previo a llegar a la cumbre, Benegas contó que «el clima estaba ideal, había sol radiante y la temperatura era perfecta, aunque por momentos llegamos a tener adentro de las carpas 58 grados bajo cero».

Para poder lograr esta hazaña es vital el factor psicológico, dijo Willie Benegas, quien explicó que “de todos nuestros alimentos, el 10 por ciento es comida emocional y psicológica».

En este sentido, dijo que «como gran parte de nuestra dieta tiene poco sabor, comer un jamón, un salame o tomar un buen mate, además de aportarnos energía y nutrientes, nos ayudan muchísimo a estar contentos y bien de ánimo para subir la montaña”.

Los hermanos Benegas alcanzaron el Everest en repetidas veces pero una de las más importantes fue la Expedición Bicentenario 2010, cuando festejaron los 200 años de la Argentina en el techo del mundo y pasaron a la historia por ser la primera expedición 100 por ciento argentina en pisar el pico del Everest.

Fuente: Télam

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