Por medio de una solicitada publicada este miércoles en los principales medios del país con firma del Consejo Directivo de la CGT, fue ratificado el llamado a elecciones para el jueves 12 de julio. Este martes, miembros de ese mismo Concejo definieron su propio cronograma electoral para el 3 de octubre próximo.
En la reunión de este martes en la que se congregó el sector de la Central Obrera que postula la candidatura del líder metalúrgico, Antonio Caló, se decidió la convocatoria a un Comité Central Confederal para el próximo 23 de agosto y un congreso extraordinario, en que se elegirá la nueva conducción, para el 3 de octubre.
En palabras de Héctor Daer, del Sindicato de la Sanidad, “se va a convocar a la totalidad de las organizaciones sindicales a dejar de lado mezquindades y egoísmos para que todos podamos transcurrir un proceso electoral que nos contenga a todos”.
«No pasa nada si Moyano se proclama secretario general, pero no va a constituir la CGT. La personería gremial la va a tener el consejo directivo que asuma el 3 de octubre», agregó el dirigente.
Por su parte, quienes responden al actual secretario general de la CGT, reafirmaron a través de una solicitada que las elecciones se harán este jueves puesto que “no hay impedimento legal alguno” para llevarlas a cabo.
En el texto descalifican la decisión del Ministerio de Trabajo de impugnar dicha convocatoria por considerar que se omitió el análisis de las pruebas presentadas.
Acusan a la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales de haber arribado a su resolución “en ciega actitud voluntarista” y señalan que el concejo directivo que esa entidad reconoce como tal, incluye al ferroviario José Pedraza, «procesado y detenido»; el autopartista José Rodríguez, «fallecido»; y el bancario José Zanola, «excarcelado y licenciado».
Añaden que la dirigente de la Federación de la Alimentación, Viviana Córdoba, presentó su renuncia «por carta documento hace dos años». «Es decir que integran el Consejo Directivo – según el Ministerio – los muertos, los detenidos, los licenciados, los dimitentes y los renunciantes (créase o no)», dice el textual.
Por otra parte, ratifican su adhesión al «modelo que comenzó en mayo de 2003», pero aclaran: «Ello no significa que no reclamemos por lo que falta, por la profundización necesaria». «Lo que no se puede confundir es el desempeño del rol del dirigente sindical, que el reclamo de la profundización del modelo lo ubique en la oposición política al Gobierno», indican.
«En realidad, quienes son opositores, son los alcahuetes que en su obsecuencia, no le dicen al gobernante lo que realmente piensan», concluyen.
