La fiscalía que conduce la investigación del asesinato de tres mujeres en Benavídez informó que el detenido, Juan Cardozo, confesó haber matado a la abuela, a la hermana y a la hija de su ex mujer. La madre del asesino dijo que éste cometió el triple crimen «poseído».
Cardozo contó durante más de dos horas ante fiscal de instrucción descentralizado de Benavídez, Jorge Fittipaldi, «detalladamente cómo asesinó a cada una de sus víctimas» y dijo que estaba «muy mal psicológicamente» por lo que había pasado.
En su indagatoria, el hombre admitió que su mujer Romina Martínez lo había abandonado una semana atrás y que se había llevado con ella a la hija de ambos, de 3 años, lo cual le había provocado mucho enojo.
Por eso, la mañana del lunes la fue a buscar a la casa de sus familiares, en la calle Uruguay 633, de Benavídez, y se enfureció cuando le dijeron que no estaba, dijeron las fuentes judiciales.
Luego, Cardozo le dio detalles al fiscal de cómo fue que asesinó primero a la abuela de Romina, llamada Nilda Ludovica Ham (76); luego a su hija, Marisol (6); y finalmente a su hermana, María Florencia Martínez (15).
Esa secuencia fue corroborada por los primeros peritajes forenses realizados en la escena del crimen, que determinaron que Ham fue asesinada a puñaladas, Marisol estrangulada con un cable y María Florencia a golpes y apuñalada en el cuello.
Los pesquisas creen que la adolescente fue la única que logró defenderse del ataque ya que presenta corte de arma blanca en sus manos.
Además, sospechan que ella es la que alcanzó a rasguñar a su agresor, por lo que se espera que en el análisis del material biológico que hubiere debajo de sus uñas haya quedado piel o sangre del asesino, de donde se pueda extraer su ADN.
Al momento de ser detenido en el límite entre Pacheco y Escobar, Cardozo tenía un pantalón y un buzo manchados con sangre y presentaba algunos rasguños y raspones en la mejilla izquierda y en el pecho.
Las dos prendas fueron secuestradas y enviadas a laboratorio para cotejar el ADN de esa sangre con los tres perfiles genéticos de las víctimas.
Tras su indagatoria, Cardozo fue trasladado nuevamente a una dependencia policial, a la espera de ser derivado a una unidad carcelaria.
Además, fuentes judiciales dijeron que el acusado será sometido a distintos peritajes psicológicos y psiquiátricos de rigor.
El fiscal Fittipaldi cuenta ahora con 15 días, prorrogables por otros 15 días, para producir más pruebas y, eventualmente, solicitar la prisión preventiva del acusado, explicaron las fuentes judiciales.
Este martes, Gastón, uno de los hermanos de Romina Martínez, aseguró que su hermana había denunciado a su pareja al menos dos veces por hechos de maltrato «en un juzgado de la Mujer o en una comisaría» y dijo que el hombre «era obsesivo y muy violento».
El hombre contó que la primera de la denuncia fue realizada hace un año y la otra un mes atrás.
«Era una persona obsesiva, impulsiva, incluso le pegaba a mi hermana, la tenía amenazada. Ella vivía bajo amenazas», dijo esta mañana Gastón en declaraciones a Radio 10.
Fuentes judiciales aseguraron que en el Departamento Judicial de Zárate-Campana no lograron acceder por el sistema a los registros de esas denuncias y creen que pudo haber habido un error al cargar los datos del imputado, aunque rastreaban día por día para hallarlas.
«Es una persona despechada y vino a buscar a mi hermana. Pasó lo que pasó. La apuñalo a mi abuela y la mató en el instante. Ella estaba inmóvil porque estaba en recuperación de un ACV (accidente cerebro vascular)», relató.
«Después de que la mató, ahorcó a la nena (Marisol). Tiró en el baño a la abuela, sobre una alfombra, y al cuerpo de la nena arriba», dijo el hombre, quien agregó que «luego, pasó mi hermana (María Florencia) por la habitación para llevarle los medicamentos a mi abuela y lo encontró a él. El la vio y decidió matarla».
En tanto, Nelly, la madre del confeso homicida dijo este martes a América 24 que el joven cometió este triple crimen «poseído» y atribuyó esta situación a que Romina lo había hecho ingresar «a una secta umbanda».
