Según datos actualizados del Concejo Nacional Electoral (CNE) venezolano, el reelecto presidente Hugo Chávez alcanzó los ocho millones de votos, equivalentes al 55,42 por ciento del total de sufragantes y salió airoso en 21 de los 24 distritos, incluyendo el del Estado de Miranda, donde su adversario Henrique Capriles gobernó hasta su postulación presidencial.
Las cifras del CNE detallaron que en Venezuela de los 18.903.143 votantes habilitados, participó el 80,72 por ciento. Números históricos para el país caribeño en cuanto a participación respecta.
Números históricos también fueron los que le dieron el triunfo al líder bolivariano este domingo: 8.062.056 de ciudadanos, repartidos en 24 estados –de los cuales arrasó en 21 de ellos– posibilitaron que Chávez acceda a su cuarto mandato. La brecha que lo separa del derechista Capriles, quien se granjeó un nada desdeñable aunque insuficiente 44,24 por ciento, y que no pudo ganar su propia provincia, es de once puntos porcentuales. Se trata de un verdadero récord de votos para el chavismo y de un fuerte apoyo político al mandatario que ya lleva 14 años en el poder.
“Venezuela le ha dado una lección al mundo”, disparó el reelecto mandatario desde el “balcón del pueblo” –como le llaman a un ala del caraqueño Palacio Miraflores– el domingo de la victoria, y recalcó satisfecho que “el bien más preciado” ha sido conservado: la independencia nacional.
Conminó, asimismo, a “abandonar el odio, el veneno social”, y convocó al diálogo a todo el arco opositor el cual ya se encuentra bastante desmembrado. Predicador con el ejemplo, este lunes llamó a Capriles con quien mantuvo una “amena conversación telefónica”, según posteó en su cuenta de Twitter.
El majunche no está feliz
El sistema electoral venezolano contempla una figura análoga a la ley de lemas donde bajo un partido, varios otros aliados podrían sumarse. Es así como, tras la derrota de Henrique Cardoso –el “majunche”, como salía llamarlo Chávez– cada fuerza política comenzó a arrogarse porciones de sus votos, sobre todo los tradicionales adecos (Acción Democrática) y copeyanos (Copei) que fueron bajo el lema del MUD, bajo el cual quedó el partido del ahora ex candidato presidencial, Primero Justicia.
La UNT y Voluntad Popular le siguieron al PJ de Capriles y el resto de los votos se diluyó entre varios partidos menores.
Entonces, si Capriles quiere ser el referente de este –fragmentado– espacio político y conservar el abultado porcentaje que supo conseguir el domingo, deberá convencer a los partidos opositores lo acompañen y sostengan durante cinco años más, con el agravante que ya perdió su gobierno en Miranda.
Victoria compartida
“Esta victoria también es para la patria argentina”, dijo Chávez a la hora de devolver el saludo que oportunamente le hiciera su par argentina, Cristina Fernández una vez conocido el resultado de la contienda electoral.
“Tu victoria también es la nuestra”, le había dicho la mandataria a su amigo. En respuesta, el líder bolivariano aseguró, ese mismo domingo y desde el “balcón del pueblo” que la victoria era latinoamericana: “Hoy ganó América Latina”.
“Hoy ganó América Latina”
Cómo bien expresara el reelecto presidente venezolano, la victoria fue latinoamericana. Ello quiere decir que los resultados de las elecciones del domingo, que lo ungieron por cuarta vez al frente de su país por más del 54 por ciento de los votos, también repercutieron y repercutirán en la región, sobre todo considerando los lazos que mantiene el líder venezolano en varios países de la región.
En efecto, no fue Cristina la única contenta por el triunfo chavista, los jefes de Estado de Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, México, Costa Rica, El Salvador, Costa Rica y Panamá también hicieron llegar sus “fraternales” congratulaciones.
Incluso el presidente colombiano –principal exponente de la centroderecha en la región–, Juan Manuel Santos, llamó a Chávez para felicitarlo pese a que era conocido su apoyo a Henrique Capriles.
Brasil por su parte también felicitó al país bolivariano, aunque aclaró: “Nunca diremos que Venezuela es un modelo y que Brasil debería seguirlo”. Estas fueron las palabras del consejero internacional de Dilma Roussef –también de Lula en su momento– Marco Aurelio García, para quien el estilo de Chávez lo acerca a “otras experiencias de América del Sur (al buscar) un equilibrio, el mismo que busca toda la región, entre democracia política y democracia social”.
Postura similar mantuvo la presidenta argentina, cuando en Georgetown admitió que aunque Chávez fuera su amigo, eran “distintos”. Lo cierto es que ambos países mantienen excelentes relaciones desde el comienzo de la presidencia de Néstor Kirchner. Argentina y Venezuela cuentan con estrechos lazos de cooperación energética y agrícola; y junto con Brasil, Uruguay y Paraguay –pre golpe institucional– habían convenido en incorporar al Estado caribeño como miembro pleno del Mercosur, cosa que se cumplió el pasado julio.
“El ingreso de Venezuela al Mercosur puede transformarse en foco de atracción de inversiones de países con mayor oferta de capitales, como Brasil. Venezuela tiene mucho que aportarnos, por ejemplo aluminio, para hablar solo del mercado brasileño. Las perspectivas son mayores si pensamos en el mercado amazónico o en un Mercosur que ahora se extiende del Caribe a la Patagonia”, precisó en este sentido García en el portal Opera Mundi.
Pero mas allá de lo que dicen los oficialismos, quedó claro que los comicios del domingo erigieron un parte aguas político en el continente: las fuerzas opositoras de derecha y centroderecha argentinas, uruguayas, ecuatorianas, bolivianas y brasileñas junto con los grandes medios de comunicación apostaron todos ellos a Capriles.
“Hubo una gran presión internacional para intentar no solo que avanzara la candidatura de Henrique Capriles sino para descalificar el propio proceso democrático. Para la región, eso es importante porque hace pocos meses sufrimos una amenaza de interrupción democrática con el juicio político al presidente paraguayo Fernando Lugo. Lo que tenemos que ofrecer para el mundo es, justamente, la democracia”, reflexionó el concejero de Roussef.
Fuentes: Tiempo Argentino, Télam, Tele Sur, Página 12.
Fotos: Eitan Abramovich/AFP; Presidencia Venezuela/AFP
