Desde Luz y Fuerza habían exigido su cabeza por la muerte de un operario, la sexta durante su gestión, pero Daniel Cantalejo, con el respaldo del Gobierno, afirmó que “de ninguna manera” piensa renunciar a la dirección de la EPE.
«Se trata de un pedido del gremio pero las decisiones de la empresa se definen en un directorio que tiene un representante obrero», señaló el funcionario provincial en declaraciones a Radio 2.
«Somos un directorio de cinco miembros, un presidente y un vicepresidente que somos profesionales con muchos años en la empresa. También hay un representante de cooperativas que por primera vez es ingeniero electricista y también hay un profesional especializado en problemática laboral, de higiene y de seguridad y un representante de los trabajadores que es miembro del sindicato», explicó.
Entre los reclamos que sonaron desde el Sindicato de Luz y Fuerza estuvo el concerniente a la falta de personal. Sobre ese aspecto, Cantalejo señaló que «en 2007 teníamos 3.050 trabajadores y ahora, con 500 ingresos, sumamos 3.550. Además, 600 empleados se jubilaron y fueron remplazados y hay otros 200 ingresos que ya están pedidos a la Legislatura, que debe aprobarlos en el presupuesto 2013″.
El funcionario recordó que cuando asumieron la administración de la EPE “la edad promedio de los trabajadores era de 51 años de edad. Teniendo en cuenta que la mayor parte de los trabajos son en altura y que se jubilan a los 55 por tareas de riesgo reconociendo la peligrosidad del trabajo. O sea que teníamos una planta al borde de la jubilación», dijo.
Por su parte, el secretario gremial de Luz y Fuerza, Alberto Botta, sostuvo, en declaraciones a La Capital, que el accidente del viernes «fue la gota que rebalsó el vaso», y recordó que durante la gestión de Cantalejo seis empleados perdieron la vida, tres en la zona de Rosario y otros tres en el norte provincial.
«Es la consecuencia de una deficiencia grave en la gestión de la empresa, una situación que ya hicimos pública y transmitimos a las autoridades del Ministerio de Aguas y Servicios Públicos provincial y de la misma EPE”, dijo Botta.
“Sin embargo –añadió–, no hubo respuestas, y no vemos un compromiso de ordenar las cosas. Por eso consideramos que el tiempo de Cantalejo está agotado».
