El consagrado actor de cine, teatro y televisión Alfredo Alcón falleció en la madrugada de este viernes, a los 84 años, debido a una grave insuficiencia respiratoria. Sus restos serán velados en el Salón de los Pasos Perdidos, del Congreso.
Los restos del actor Alfredo Alcón, quien falleció este viernes a los 84 años, serán velados a partir del mediodía en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación y mañana serán trasladados al cementerio del barrio porteño de Chacarita.
Así lo confirmó la periodista y presidenta de la Asociación Cronistas del Espectáculo (ACE), Nora Lafón, quien además precisó que Alcón será llevado este sábado al panteón de la Asociación Argentina de Actores del cementerio de Chacarita.
Lafón también indicó que “todo el Congreso se movilizó” para organizar el velatorio del reconocido actor, que será despedido en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso nacional.
El prestigioso actor falleció esta madrugada en su casa tras sufrir una complicación respiratoria, luego de haber permanecido internado desde diciembre hasta febrero en una clínica por una infección intestinal que había demandado una operación.
Había nacido en Ciudadela, el 3 de marzo de 1930, aunque otras versiones hablan del barrio porteño de Liniers, como Alfredo Félix Alcón Riesgo, quien al egresar del Conservatorio Nacional de Arte Dramático ingresó al ciclo «Las dos carátulas», que en 1951 se emitía por Radio del Estado, hoy Nacional, la Radio Pública, aunque al mismo tiempo el contrato lo obligaba a leer informes del Mercado de Hacienda.
A principios de la década debutó en los escenarios con «Colomba», inspirada en Próspero Mérimée y dirigida por Juan Carlos Thorry, que fue el principio de una larguísima carrera en las tablas que incluyó al principio pésimas críticas, inseguridades de su parte y el ingreso en el cine con «El amor nunca muere», de 1955, como galán de Mirtha Legrand.
Debió ser el galancito durante un puñado de filmes, de Tita Merello, otra vez de Legrand, de Graciela Borges en «Zafra», debut de la actriz- y padeció el pedido de Samuel Eichelbaum de que quitaran su nombre como dramaturgo de «Un guapo del 900» si él era el protagonista.
El filme de Leopoldo Torre Nilsson (1960) fue sin embargo la consagración de Alcón y éxito de público, pese a que el futuro gran actor suponía que el personaje era «propiedad» de Francisco Petrone, quien lo había encarnado varias veces.
Además de sus películas con el director –Piel de verano, Martín Fierro, «El santo de la espada», «Güemes, la tierra en armas», «La maffia», «Los siete locos», «El pibe Cabeza», «Boquitas pintadas»-, descolló en «Los inocentes» (1964), del español Juan Antonio Bardem, «Prisioneros de una noche» y «¿Qué es el otoño?», de David José Kohon, «Nazareno Cruz y el lobo», de Leonardo Favio, «Pubis angelical», de Raúl de la Torre.
En 1978 rodó en España «Cartas de amor de una monja», de Jorge Grau, junto a Analía Gadé, prohibida en la Argentina durante años y en la que ambos cumplían escenas con desnudos que sorprendieron a los pocos que concurrieron tiempo después a su estreno en el ex cine Gloria.
En teatro actuó con éxito no sólo en la Argentina sino también España, además de otros países, sobre autores como Arthur Miller, Tennessee Williams, Henrik Ibsen, George Tavori, Eugene O`Neill, Neil Simon y Juan Villoro.
Su último trabajo teatral fue el año pasado con «Final de partida» de Samuel Beckett junto a Joaquín Furriel en el teatro Gral. San Martín
En TV se recuerdan sus trabajos en Yerma (1963) y Hamlet(1964), dirigidas por David Stivel, Otelo, Por el nombre de Dios, Vulnerables, Locas de amor y Herederos de una venganza (2011), su última aparición en la pantalla chica.
Entre otros premios recibió el de mejor actor en el Festival de Cine de Cartagena, Cóndor de Plata (2), Martín Fierro (7), Konex (4), Quinquela Martín, María Guerrero, García Lorca, ACE (2), Festival de Teatro de Colombia, Ollantay, Estrella de Mar de Oro.
Su último trabajo teatral fue el año pasado con «Final de partida» de Samuel Beckett junto a Joaquín Furriel en el teatro Gral. San Martín.
Fuente: Télam