“Nada va a devolver a mi hijo, es duro lo que estamos atravesando en este momento en la institución, un dolor muy grande, ahora nuestro objetivo es que haya Justicia”, dijo, a una semana del crimen y aún en estado de shock, Oscar Ernesto Talero, referente de la comunidad Qom de Rosario y padre de Cristian, el joven asesinado por una patota en el barrio Industrial.
Cristian Talero tenía apenas 22 años. Fue encontrado sin vida en Juan José Paso al 2100 la madrugada del viernes 16 de mayo, con signos de múltiples golpes y varias heridas mortales en su cabeza. Según los investigadores fue atacado por una patota. Hubo esa mañana fatal un llamado al 911, alrededor de las 8, que alertó a la Policía sobre la presencia de una persona muerta en la avenida, a la vera de las vías del ferrocarril Nuevo Central Argentino, en un límite muy difuso donde comienzan y terminan algunos de los barrios más olvidados de la ciudad, como Empalme Graneros, Industrial, Toba o Los Pumitas. Una zona signada por asentamientos irregulares, donde la pobreza estructural y la violencia se instaló y crece, pese a los esfuerzos, a veces solitarios, de organizaciones como el centro Cultural Qadouté de la comunidad Qom.
«El tema está en que estos pibes son una patota 15 o 20 guachos que andan robándole a los vecinos”, apuntó un vecino al periodista de La Capital Leo Graciarena. “Anduvieron toda la noche jodiendo, buscando a quien chorear. Se los escuchaba. Parece ser que a las 6 de la mañana se cruzaron con Talero, que estaba tomando con un amigo. Se putearon, se tiraron piedras y estos, que eran unos 15, los corrieron. Así, fue 15 contra 2. Talero tuvo la mala suerte de que se tropezó en la vía, cayó, y estos lo mataron a golpes en el piso. No tuvieron piedad. Después se escuchaba como lo contaban, riéndose entre ellos: «Este gato no nos jode más»», reflejó la crónica.
Esa misma mañana, el cuerpo de Talero fue trasladado al Instituto Médico Legal de la Unidad Regional II de la Policía de Rosario para la correspondiente autopsia. “La víctima presenta heridas cortantes en la cabeza y golpes que podrían haber sido realizados con algún elemento contundente”, informó más tarde a la prensa el fiscal de Homicidios Dolosos Pablo Pinto, a cargo de la causa.
Tras reunirse con el fiscal, Oscar Talero, intentó en diálogo con este medio, poner en palabras lo que está ocurriendo en su familia y su comunidad. “En realidad nosotros hemos puesto todo, siempre argumentos, laburo, para que cosas de estas no pasen. Pero hay poca voluntad del Estado, casi ninguna voluntad”, se quejó Talero, con su particular decir, pausado. “Eso nos tira abajo, es muy lamentable que hay organizaciones que quieren participar, quieren trabajar para que los jóvenes tengan otras alternativas, pero nos falta apoyo del Estado. Es duro lo que estamos atravesando como institución”, admitió el referente Qom.
“Recién me estoy metiendo en tema”, indicó Talero consultado por lo que pudo averiguar sobre la muerte de Cristian. “La verdad es que respecto a la muerte de mi hijo estoy atravesado por el dolor, un dolor tan grande. Recién estoy actuando, recibiendo información”, reconoció el dirigente, que agregó: “Por eso hoy –por el jueves pasado– nos reunimos con el fiscal para saber de la investigación, para que nos informe, pero en la causa no hay nada”.
Talero precisó que “el fiscal dice que está recabando informes” pero que se encuentra con la dificultad de que “los testigos tienen tienen miedo” y “cuesta que quieran ir a declarar”.
A ese obstáculo que presenta la investigación, el referente Qom lo explica sin rodeos. “El lunes hubo cuatro personas detenidas y salieron la misma noche. Están identificados los nombres, pero al quedar en libertad, la gente tiene miedo”. Para Talero “la gente no quiso hablar porque salieron al toque” y “porque se aparecieron por los pasillos, donde ahora quedó viviendo su esposa y sus dos hijos, a decir que nadie abra la boca”.
“El fiscal nos explicó que si no hay testigos el hecho puede quedar como una pelea, una riña, que tiene menos condena, y puede ser que no haya nadie preso”, comentó el dirigente social, quien afirmó que su “gran objetivo es que esto lo arregle la Justicia”.
“Lo que queremos que la Justicia actúe, que muestre su credibilidad”, apuntó Talero, y concluyó: “Esto es lo que impulsamos ahora, a mi hijo no me lo devuelve nada, me quedará este dolor tan grande que nunca va a cambiar, pero lo que estamos pidiendo es que haya Justicia, que vayan presos, que es lo que corresponde”.
Centro Qadouté
En medio de la pelea cotidiana que desarrollan las organizaciones sociales sostenidas a pura militancia en los barrios más castigados de la ciudad, y que dan batalla por ofrecer una alternativa a los pibes, en una contienda desigual contra los más duros adversarios, Oscar Talero, referente Qom del Centro Cultural Qadouté, que se erige en Cabal 1400 en pleno barrio “Toba” los Pumitas, acaba de perder un hijo asesinado presuntamente por una patota, en un episodio que recién comienza a investigarse, y que se inscribe en una lista récord de homicidios que no para de crecer.
Apenas unos meses atrás, en otra entrevista con este medio, Talero contó como frente a la compleja realidad que le toca vivir en su barrio, la enfrentan con proyectos que trabajan desde el Centro Cultural. “Estamos por poner en marcha una FM, que va a ser la primera para el pueblo Qom en la provincia. Va a funcionar acá mismo. Presentamos el proyecto al Estado Nacional como pueblo originario a través del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas”, contó a El Eslabón. “Llevamos adelante un telecentro comunitario con ocho computadoras (en conjunto con la Asociación Civil Nodo Tau), una biblioteca, un copa de leche, apoyo escolar, fotografía, capacitaciones en oficios, electricidad, herrería, albañilería, talleres de música, comunicación, entre otras propuestas”, refirió en ese momento el dirigente.
(Publicado en El Eslabón Nº144)