El daño económico ocasionado al pueblo cubano asciende a un billón 112.534 millones de dólares.
El daño económico ocasionado al pueblo cubano asciende a un billón 112.534 millones de dólares.

Si bien, la Asamblea General de la ONU condenó nuevamente el bloqueo de EEUU, un informe de la embajada cubana en Buenos Aires, destaca que «no se ha dado ningún paso para poner fin a esta política, que permanece intacta».

«No se ha dado ningún paso por ese país para poner fin a esta ilegal e injusta política, que permanece intacta por más de 55 años», pese a la retórica sobre una «supuesta flexibilización», se puede leer en el informe que presentó este martes la embajada de la isla en Buenos Aires, en paralelo con la votación en Naciones Unidas, que por amplia mayoría opto por levantar el bloqueo contra la isla.

El informe, que dio a conocer el nuevo embajador, Orestes Pérez Pérez, manifiesta además el recrudecimiento de las sanciones a bancos e instituciones financieras extranjeras por operar con Cuba, bajo la ley de extraterritorialidad conocida como Helms-Burton de 1996.

Las sanciones destaca el informe sumaron, en los dos últimos años, once mil millones de dólares a 27 bancos, y se agravaron al multar al BNP Paribas, uno de las principales instituciones financieras europeas, en 8.970 millones de dólares por operar con La Habana.

El cálculo total del daño económico ocasionado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba «considerando la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, asciende a un billón 112.534 millones de dólares, a pesar de la reducción del precio del oro en comparación con el período anterior», destaca lo presentado por la embajada.

«Muchos de los perjuicios provocados no pueden ni podrán ser jamás cuantificados. Las cifras no incluyen los daños ocasionados a objetivos económicos y sociales del país por los sabotajes y actos terroristas alentados, organizados y financiados desde los Estados Unidos», señala el informe.

A su vez, en Nueva York, la Asamblea General de la ONU volvió a condenar, por una abrumadora mayoría y por 23er. año consecutivo, el bloqueo que Estados Unidos mantiene sobre Cuba desde 1960.

La votación de este martes fue idéntica a la del año pasado. La resolución que pide el levantamiento del bloqueo fue apoyada por 188 de los 193 países, Estados Unidos e Israel se pronunciaron en contra y se abstuvieron Micronesia, Palau e Islas Marshall.

En las intervenciones previas a la votación, bloques, como el Movimiento de Países No Alineados, el Mercosur, la CELAC y la Unión Europea; países latinoamericanos como Colombia, México y Venezuela y potencias como Rusia, India o China coincidieron en señalar los problemas y los importantes efectos negativos del embargo.

La resolución, que esta vez fue titulada «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba», se votó por vigésimo tercer año consecutivo. Desde 1992 la ONU se pronuncia en términos similares.

En la presentación del documento, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció ante la Asamblea que el embargo produjo daños económicos acumulados por más de un billón de dólares y que los costos humanos del bloqueo no dejan de crecer.

«Son ya el 77 por ciento de los cubanos los que nacieron bajo estas circunstancias. El sufrimiento de nuestras familias no puede contabilizarse», señaló Rodríguez, quien llamó la atención sobre las numerosas convenciones internacionales prohíben medidas como las impuestas por Washington.

El canciller cubano destacó además el creciente apoyo al levantamiento del embargo que se aprecia en «todos los sectores de la sociedad norteamericana», según registran algunas encuestas, y consideró que el bloqueo «daña a Cuba, pero daña también a Estados Unidos».

«Invitamos al gobierno de los Estados Unidos a una relación mutuamente respetuosa, sobre bases recíprocas, basada en la igualdad soberana, los principios del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas», indicó Rodríguez, que abogó por cooperar para «encontrar solución a las diferencias».

Varias de las delegaciones que intervinieron destacaron el papel positivo de Cuba en la comunidad internacional y pusieron como ejemplo la contribución de La Habana a la lucha contra el ébola en África Occidental, a donde el país ha enviado varios centenares de profesionales sanitarios.

Mientras, el representante estadounidense, el diplomático Ronald Godard, señaló que aunque esas labores son «loables», no «excusan el trato que el régimen da a su propio pueblo».

Para los imperialistas, que insiste en que el bloqueo busca ayudar al pueblo cubano a poder ejercer sus derechos humanos y libertades fundamentales, «esta resolución sólo sirve para distraer de los problemas reales a los que se enfrentan los cubanos».

El texto aprobado, que será enviado al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, reporta las impresiones de la comunidad internacional sobre el tema, entre ellas las opiniones de 160 países y El Vaticano, que piden el cese inmediato de la medida unilateral.

En el amplio recinto de sesiones, se pronunciaron los representantes de Irán, en representación de los No Alineados; Bolivia como titular del G77 + China; Costa Rica como vocera de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) y Argentina en nombre del Mercosur.

Después hablaron Rusia, México, India, Argelia, Vietnam, China, Bielorrusia, Egipto, Sudáfrica, Venezuela, Colombia, Brasil, Indonesia, Zimbawe y Cuba.

La resolución votada reafirma la importancia del respeto a la igualdad soberana de los estados, la no intervención ni interferencia en sus asuntos internos y la libertad de navegación y comercio, principios violados por el bloqueo norteamericano impuesto hace más de medio siglo.

El texto rechaza además por sus efectos extraterritoriales la llamada Ley Helms-Burton, dictada por el Congreso estadounidense en marzo de 1996 para endurecer las sanciones contra Cuba.

Como Washington ignoró el reclamo casi unánime de la comunidad internacional, varios embajadores, sobre todo latinoamericanos, aprovecharon la oportunidad para insistir en la necesidad de transformar la ONU, por el poder de veto que conserva EEUU.

La resolución llega en medio de una fuerte presión a la administración de Barack Obama para que promueva algunos cambios en sus vínculos con la isla, que llegaron hasta a los editoriales de The New York Times, el medio más abiertamente proclive al fin de las sanciones.

Esa postura fue también defendida en los últimos meses por figuras clave de la política estadounidense, como la ex secretaria de Estado y probable candidata presidencial Hillary Clinton, y el ex gobernador de Florida Charlie Crist.

A eso se refirió el canciller Rodríguez cuando habló de los cambios en la sociedad estadounidense y “los sondeos de opinión que muestran el apoyo creciente y mayoritario” a una nueva relación.

Fuente: Télam

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