Andresito bajando el cuadro de Sangriento colorY entonces, aparecerá nomás la montonera guaraní también en las aulas, no ya como parte de la chusma de indios brutos o como referencia de “ciertas culturas precolombina”, como las que toma a la invasión europea como principio de nuestra historia.

Ahora, esa tropa cobriza ya no andará perseguida y ninguneada por la historia oficial que la intentó borrar del pasado para poder edificar una falsa identidad europea, acorde a los intereses de la oligarquía portuaria, socia de las metrópolis del imperialismo.

Sucede que desde este año, el tape Andrés Guacuarí Artigas, guerrero libertario, acampará en la currícula. Y será difícil de domesticar, como pretendieron hasta hace muy poco los planes de educación de esa escuela conservadora impulsada por Domingo Faustino Sangriento y sus actuales cómplices.

Con el apoyo de atrevidos docentes y esos rebeldes educandos, no ha de ser raro ver algún fiero entrevero en los pasillos y salones escolares. Allí Andrés se topará también con Falsedades Mitre y Julio Asesino Roca. Van a estar calentitos esos señoritos al tener que compartir espacios en la educación con quienes quisieron borrar y ocultar.

El 20 de febrero reciente, en su primera Asamblea del año del Consejo Federal de Educación se incorporó al calendario escolar la celebración del 2 de julio, como “Día de la Conmemoración y recuerdo de Andrés Guacurarí”.

La iniciativa del proyecto de ley establece que ese día se realizarán “actividades de divulgación y publicidad de la epopeya libertaria de Don Andrés Guacurarí, así como su incorporación en el calendario escolar y la implementación en los contenidos curriculares en sus distintos niveles y modalidades”.

A los machetazos

Habrá que ver cómo los trabajadores de la educación se las arreglan para plantear que hay otra historia a la que aún reina en manuales, nombres de calles y plazas. Se trata de contar cuál era ese proyecto federal que tomó el libertario guaraní, ahijado de Gervasio Artigas y nombrado Comandante General de las Misiones entre 1815 y 1819. Se verá esa gesta de la liga federal que impulsó a los Pueblos Libres, a los pueblos en armas para frenar a las invasiones de portugueses en el litoral.

En ese período, Andrés recuperó a Corrientes tras un golpe pro porteño de Elías Galván, ex gobernador correntino, quien –junto con el comandante José Francisco Vedoya– destituyó y tomó prisionero al gobernador artiguista Juan Bautista Méndez el 24 de marzo de 1818.

Claro que eso de haber tenido un gobernador guaraní, no se había visto en los libros de historia argentina. Pero ahora aparecerá incorporándose a los machetazos al estricto calendario escolar.

Vienen en atropellada al rescate de la memoria de Andresito. En julio de 2013, tras ver el documental “Buscando a Andresito”, del correntino Camilo Gómez, la presidenta Cristina recomendó tomar su historia. Luego, en abril de 2014 firmó el ascenso post mortem del guaraní Andrés Guacurarí.

En tanto, en junio de 2014, al levantarse el guaraní como un gigantón forjado en fierros junto a sus lugartenientes en la costanera de la capital correntina, se armó un debate en la ciudad. Sucede que lasfamiliass patricias aún guardan rencor al jefe cobrizo que gobernó democráticamente a esa región sometida por apellidos tradicionales y herederos de los privilegios de los conquistadores.

Así llegamos a diciembre de 2014, cuando el Senado convirtió en ley un proyecto presentado por la misionera Stella Maris Leverberg, para declararlo Héroe Nacional y recordarlo todo 2 de julio, fecha de la Batalla de Apóstoles (1817).
Las tropas del imperio portugués habían invadido en 1816 los territorios de las misiones (actual Corrientes, Misiones y Río Grande do Sul). Al mando del general Chagas, los invasores, al no poder enfrentar a las escurridizas y rápidas montoneras guaraníes de Andresito que atacaban por sorpresa, intentaron frenar esa guerrilla destruyendo los pueblos donde podían abastecerse con materiales y nuevas tropas.

El invasor quemaba poblaciones a su paso y sembraba muerte, pero al llegar a Apóstoles (en el sureste de la provincia, próximo al actual límite con Corrientes) y tomar la ciudad, los guaraníes lo volvieron a sorprender y lo derrotaron completamente.

El recuerdo del caudillo guaraní no es producto de una invención actual, siempre flotó en la memoria callada de su gente. Desde 2006, su recuperación del olvido tomó fuerza con el trabajo de historiadores como Jorge Machón y Oscar Cantero, además de la prédica de la organización misionera Flor del Desierto. Por eso no extraña ver en el noreste la existencia de calles, ciudades y escuelas con su nombre. En la misma ciudad de Apóstoles, ya en 2009, se recreaba ese combate con la intervención de las tropas y la población.

Bicentenario en marcha

Y la polvareda que levanta la montonera federal también explotará en junio, cuando se recuerde al Congreso de 1815, realizado en la actual localidad entrerriana de Concepción del Uruguay. Allí se declaró la independencia de los Pueblos Libres, confederación artiguista en la que participaron Misiones, Entre Ríos, la Banda Oriental, Corrientes, parte de Río Grande do Sul y de Córdoba , además de Santa Fe.

En ese sentido, el guaraní Orlando Pascua, coordinador nacional de la Red “El Combatiente de Malvinas”, señala “su agrado por el reconocimiento al Comandante Andrés Guacurarí –y al proyecto político, social y económico artigueño del cual fue parte– nombrándolo General de la Nación post morten y declarando al 2015 como Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres y por último Héroe Nacional”.

“En estos nuevos tiempos de cambio de época, de nuevos paradigmas, y de revisar nuestra historia como pueblo, ante la imposición de la historia liberal conservadora y oligarca mitrista, se manifiesta acabadamente el proyecto emancipador y liberador de Artigas y que tuvo al ahora General Andrés Guacurarí y los pueblos guaraníes como los protagonistas de las grandes luchas libertarias”, resaltó Pascua.

Pero, es de advertir que junto a Andrés, llegará a las aulas –con toda su dignidad– don José Gervasio Artigas, el gran caudillo federal que se enfrentó a los unitarios porteños con un proyecto democrático y libertario. Habrá mucho para retomar en la educación que debe partir de las huellas regionales que dan identidad a nuestro territorio.

En aquella batalla, que servirá para trabajar en las aulas sobre el valor de la rebeldía revolucionaria, dejaron su vida 84 misioneros gauchos y guaraníes. Pero ya lo había dicho nuestro comandante Andrés: “La muerte será una gloria, el morir libres y no vivir esclavos, que, como héroes, los posteriores cantarán”. Y sí, los pibes tomarán su nombre y cantarán por esa gesta revolucionaria que estamos recuperando.

Artículo publicado en el semanario El Eslabón.

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