Daniel Melingo conversó con este medio y di de talles sobre la grabación de su último disco.
Cuando se asoma alegre el sol
sobre los campos del talar
junto a las vías van los linyeras
llevando como el caracol
la casa a cuesta y al azar
van los gitanos todos los días..
(Canción del Linyera)
No es fácil seguirlo a Daniel Melingo. El músico no se queda quieto, va y viene, se mueve a su propio tiempo, ritmo y estilo. Melingo no alcanzó la fama de otros de su generación pero generó el reconocimiento de público y colegas.
Melingo es un eslabón importante del llamado rock nacional. Participó de las bandas de Charly García, fue parte de Los Abuelos de la Nada, en momentos de gran efervescencia, y fundó Los Twist junto a Pipo Cipolatti. Todas grupos que en los ochenta permitieron vuelo poético, ironía y liberación de las mentes y de los cuerpos entre los jóvenes que salían de los últimos años de la dictadura. Porque bailar en esa época era soltar la rigidez imperante.
Luego de su debut solista en 1995 con H20, un disco de reggae al que le imprimió una impronta particular, Melingo se volcó más al tango y a la milonga y nunca paró su búsqueda.
Editó Tangos Bajos (1998), Ufa (2003), Santa Milonga (2004); Maldito Tango (2007); Hueso y corazón (2011). Con Linyera (2014) el compositor lanzó un disco de alto vuelo musical y poético donde conviven todas sus fuentes musicales.
Ya hace unos años se presentó en la Sala Lavardén, un espacio que pisará nuevamente junto a la Orquesta Linyera Tour 2015 , el próximo 11 de abril. “Estuve allí hace unos cinco o seis años”, rememora el autor de Narigón, uno de sus primeros tangazos. Y confiesa que recorrió poco las provincias de Argentina en concierto porque el destino lo llevó al Viejo Continente..
“Estuve haciéndome conocer en Europa. Hace diez años comenzaron a publicar mis trabajos en Francia. Con mi laburo afuera me despreocupé de los conciertos en Argentina”, cuenta. Pero ahora está dispuesto a saldar esa “deuda” con un recorrido que lo llevará a escenarios de Mendoza, Córdoba, Santa Fe, La Plata y Montevideo.
—¿Estás viviendo en Francia; o un poco allá y en Buenos Aires?
—Estuve unos años prácticamente instalado allá. Estoy volviendo un poco más a partir de Linyera. Llegué a un acuerdo con el sello PopArt Music para poder distribuirlo a lo largo del país; antes no tenía ese apoyo y se ponía cuesta arriba tocar en las provincias.
—Un acuerdo para poder expandir este último disco..
—Partió un poco de mí y de la propuesta que me hizo el sello. Mis discos son producciones independientes que yo licencio. Estoy publicando primero en Francia y, entonces, a partir de PopArt tuve la intención de expandir mi trabajo en nuestro territorio. Fue toda una idea conjunta, estoy laburando con un manager nuevo que se está encargando de la difusión en el interior para poder viajar con la orquesta e ir presentando mi música.
—¿El tango fue un poco lo que te llevó a Europa?
—Yo me voy instalando, digamos, de acuerdo a la capacidad de laburo que puedo llegar a adquirir. Vivo hace mucho de esto, hace 40 años; entonces me muevo de acuerdo a las capacidades de laburo, de ofrecimientos; no sólo con mi música sino con mi trabajo como productor. Yo me voy adaptando a las situaciones laborales, soy un poco oscilante.
—Además de meter mano en tus bandas, trabajaste con grupos como los Cadillacs, en su debut, y Toreros Muertos en España, ¿seguís abocado a la producción?
—Sí, produje Toreros Muertos; Y con Lions in Loves (que compartió con Willy Crook), la música y la producción eran mías. De hecho, los discos de Los Twist los trabajé yo, excepto el primero, que produjo Charly García. Discos como Cachetazo al Vicio y la Máquina del Tiempo. En España produje Fangoria y laburé inclusive con Los Rodríguez en los 90. Por estos días comencé varios trabajos de producciones independientes: Patan Vidal e Insomnia, que es una propuesta de jazz. Una banda de rocksteady que se llama Crap Corporation. También estoy terminando el disco de canciones de Luis Ortega. Con él participé haciendo la música de muchas de sus películas y en su última producción, que se llama Lulú, y que no se estrenó todavía, laburé de actor.
Canciones como cuadros
Linyera es un disco con un gran vuelo musical y poético; con una paleta de estilos que van desde la canción de tango (Garrapatea) y la milonga (Televidente); el jazz (Después de pasar); aires de zamba y chacarera (Volver a los diecisiete); y canciones con importantes arreglos de cuerdas y vientos (Juan Salvo, El eternauta). Y también un guiño al denominado tango electrónico (Gritos en la sombra, Pablo Guadalupe remix) y una versión “dub experience” de Maceta, un tema primerea el disco.
—Dijiste que con el rock habías aprendido a hacer canciones y mostrarlas, ¿Cómo fue la experiencia con el tango?
—Yo no me caracterizo por ser un cantante de rock ni de tango, ni un cantante de folclore; hago mis canciones y trato de encontrar un estilo propio. Las canciones son canciones. Aprendí a cantar hace muchos años cuando empecé a dedicarme a ser solista y sigo aprendiendo; tanto el tango canción o la canción en otros ritmos, la canción más folclórica.
—¿Y el proceso de composición que llevás a cabo actualmente?
—Las canciones son como cuadros. Se te ocurrió una idea y la vas trabajando, la vas puliendo. La canción lleva un proceso largo hasta que ve la luz. Son diferentes situaciones para elegir el repertorio y la labor, si a eso te referís, es diaria; es mi quehacer diario la música, tanto en el estudio como en la composición. Es permanente, son las 24 horas, que estoy captando, terminando o dándole forma a una canción o a la grabación de otra, permanentemente encima de mi obra.
—¿Y los músicos con los que compartiste tu trabajo?
—En Linyera participaron infinidad de músicos argentinos como Jaime Torres y Skay Beilinson (El imperdible Soneto para Daniel Reguera). Mohammad Habbibi y Juan Rabioli que trabajan conmigo en la producción. En los instrumentos podés encontrar una gama de músicos de tango, de jazz y de rock: Pato Cotella, Gustavo Paglia, Pedro Neto, Alejandro Terán, Axel Krieguer, Miguel Zabaleta, Juan Valentino, Patán Vidal, entre otros. En octubre presenté el disco en Paris e invité a Juliette, una compositora, cantante y pianista francesa; y a Vinicio Capossela, un autor italiano. Todos músicos de diferentes fronteras musicales y ritmos.
—Dijiste que el linyera busca más la libertad, ¿es el espíritu del artista?, ¿sos un poco linyera?—El nombre es de fantasía. La imagen del linyera. Linyera es una manifestación de mi parte a esta figura tan importante en nuestra sociedad y en nuestra cultura.
