Chico Trujillo, chilenos y latinoamericanos.
Chico Trujillo, chilenos y latinoamericanos.

Chico Trujillo no para de hacer mover cuerpos por el mundo con su explosivo mestizaje. Referentes de la Nueva Cumbia chilena, reconocen influencias del rock argento, la cumbia santafesina y Pibes Chorros.

Sebastián Cabezas es trompetista de Chico Trujillo, la banda chilena que por estos días realizará un doblete de shows en Rosario. Con una historia personal con raigambres en el punk rock y la música latina, el Zorra, como le dicen en la banda, admite su fanatismo por Fabulosos Cadillacs y Sumo, y asegura que la música que toca junto a sus compañeros siempre está presente el “chik-chiqui-chik”.

Además de tocar cumbia chilombiana, como ellos mismos denominan su música, por la inspiración que les provocó la cumbia colombiana, Chico Trujillo es uno de los referentes de la nueva ola de cumbia nacida en su país a comienzos de 2000, heredando el legado de viejas sonoras trasandinas y estilos nacidos en la región. “La cumbia villera argentina tiene harto peso”, reconoce además el trompetista, en diálogo con El Eslabón.

Desde Chile, el músico anticipa que estarán en Rosario el 21 de septiembre en el marco del festejo por el día de la primavera en los galpones municipales del ex puerto, y el 26 en la Fiesta Fluorescente, en Pugliese. La gira los llevará en esta oportunidad también a Venado Tuerto y luego, al sur de Brasil y Montevideo.

—Hace una década y media que están en constante movimiento, y estuvieron de gira por varios regiones del mundo...
—Desde el 2001 giramos harto por Europa, América del Norte, Marruecos, África y fuimos varias veces a Argentina, Perú, Colombia, y nos movimos lógicamente por Chile. Vamos por todos lados.

— ¿Cómo surgió desde su Chile natal, ese interés por la cumbia colombiana y ese mestizaje de estilos?
—Nosotros somos todos de Villa Alemana y Quilpue, de la quinta región, a lado de Viña del Mar y de Valparaíso. Son unos pueblos pequeñitos pero que hay harta juventud. Ahí, surgimos haciendo diferentes músicas en diferentes grupos. Nos juntamos en 1999. Venimos haciendo cumbia con alta influencia colombiana, como decís. Igual, la cumbia está presente en Chile desde los 60, con sonoras cumbieras con un formato especial, con trompeta y sin batería, con un sonido específico que se hace en Chile, como la de la Sonora Palacios, en los ‘70, y La Sonora de Tommy Rey, en los ‘80. Nosotros partimos haciendo cumbia pero lógicamente venimos de hacer rock. Yo vengo del punk rock y todavía sigo escuchando esa música. Algunos escuchan harto reggae y música del mundo. La cumbia que hacemos nosotros tiene sabor a eso; con la columna vertebral que hace chiqui-chi-chi chik /chi-chi-chik/ chi-chi chik, eso lo vas a escuchar siempre.

—En internet se puede ver un gran recital en el Festival de Paléo, en Nyon, Suiza, con un público latino y europeo encendidísimo ¿Creés que la cumbia que hacen es como un lenguaje universal, por la raíz afro, por el mestizaje?
—Si, tocamos en festivales muy grandes de toda Europa, en Dinamarca, Alemania, Suiza y –como tu dices–, es un mensaje universal y es muy fácil de bailar. Es una energía muy directa, nos encontramos con latinos, oyen que hay algo de cumbia y se prenden. Yo creo que pasa en Argentina, en Perú, pasa en Chile, en muchos países de Latinoamérica. Sentimos esta música como nuestra como latinoamericana y la disfrutamos. Pero los gringos, los europeos, también la escuchan y nosotros la hacemos muy fácil y muy sencilla, es muy directa la comunicación y fácil de bailarla.

—Sale con naturalidad…
—Sale muy natural. No sé si a los suecos, a los austriacos, o a los franceses le resulta natural la cumbia, pero es sencilla de bailar aunque nunca la hayas escuchado.

—Este año visitaron Rosario y otras ciudades del país ¿Cómo fue la experiencia en la Argentina? ¿Qué conocen de la cumbia de Santa Fe?
—Estuvimos dos veces en Rosario. Me pareció muy bonita la ciudad. Anduvimos en la ribera del Paraná, con muchos jóvenes practicando el patín. En Argentina la pasamos increíble, estuvimos en Córdoba, Buenos Aires, en Río Cuarto: nunca había ido a un lugar con tantas chicas bonitas. La gente es muy calurosa, siempre existen esas estupideces que inventan weones (huevones), que los argentinos y los chilenos…Tenemos mucho parecido sobretodo en la forma de celebrar. A nosotros no da risa como hablan ustedes, y seguro que ustedes se cagan de risa de como hablamos nosotros…Me nombraste la cumbia santafesina, a nosotros nos encantan Los Palmeras, tocamos «sigue la fiesta, noche, yo quiero bailar, bailar esta cumbia» (canta el tema Es así que vivo yo). Y creo que en Argentina la cumbia villera tiene harto peso. Hemos compartido y tocamos Loca, con el Punga de los Pibes Chorros y nos encanta Ráfaga, un grupo que se conoce mucho acá en Chile, tienen canciones muy bonitas y hemos compartido escenarios. Y los Fabulosos Cadillacs: yo soy fanático. En los noventa ellos hicieron un acercamiento a nuestros ritmos y fue importante porque siempre estamos viendo el rock gringo. También los Auténticos Decadentes nos gustan mucho, pero con Los Palmeras hemos bailado temas hasta la locura como Bohemia. Claro, de repente esta música está en nosotros y creo que con lo nuestro hacemos un aporte también.

—También hacen una versión de La pollera amarilla ¿Cómo van eligiendo el repertorio y cómo surgen las composiciones propias?
—Lo de Pollera Amarilla es un clasico, yo soy trompetista y siempre me gustó la figura. Es increíble el tema para tocarlo y bailarlo. Cuando elegimos covers son temas que escuchamos y decimos: está bueno, y nos va a salir bien. A veces, por más que te guste un tema sino no tiene mucho que ver con la onda de la banda, no sale, ¿cachai? Uno elige el repertorio temas que uno siente tocar.Y sobre las composiciones originales llega el Macha, el líder de la banda; Tuto, el bajista, o el Michael, el guitarrista, y traen una idea, la vamos trabajando. Vamos probando los vientos, con el trombonista y saxofonista y “probemos esto,¡ah! no, queda como el culo”. Así lo vamos puliendo, no hay partituras, hay libertad y flexibilidad, no tenemos una fórmula pero tocamos mucho en vivo durante todo el año, hace quince años…

Discografía
Chico Trujillo nace en 1999; en 2001, graban Chico Trujillo y La Señora Imaginación, editado en Europa como Arriba las Nalgas; en 2006 lanzan Cumbia Chilombiana, donde incluyen La Pollera amarilla; en 2009, Plato ùnico bailable; en 2012, Gran Pecador, y en 2015, Reina de todas las fiesta, completa la saga de producciones en estudio. Tienen dos discos grabados en directo, Fiesta de Reyes (2003) y Vivita y coleando (2010). El grupo está integrado por el vocalista Aldo Asenjo “Macha”, Michael Magliocchetti, voz y guitarra; Victor Tuto Vargas, en bajo; Juanito Gronemeyer y Rodolfo Fuica, en percusión y batería; Pajarito Araya, en percusión; Luis Tabilo, en trombón; José Osses, en teclado; Leo Ruiz, en saxofón, Patricio Quilodran, en Charango, y el Zorra Cabezas en trompeta.

Fan de Sumo
“De pendejo, en Chile, era fanático de Sumo y escribía el nombre de la banda en todos lados y sabía el nombre de todos los integrantes. En un momento decidí que tenía que tener una banda de rock”, cuenta el trompetista chileno sobre sus comienzos en la música, en donde la banda de Luca Prodan fue parte del impulso que lo decidió a subirse a los escenarios, “Formé mi banda de punk rock a los 13 años. Después empecé a escuchar jazz, a los Fabulosos Cadillacs y comencé a tocar la trompeta, pero no pensaba en ser músico profesional. Yo quería cantar, gritar, hacer música y estar con mis amigos tomando cerveza y buscando chicas. Y gracias a Dios, ha funcionado hasta ahora”

Cuarenta noches moviendo los pies
Chico Trujillo yira y yira, y sus recitales por el mundo se convierten en su principal combustión. Sebastián Zorra Cabezas recuerda días paradigmáticos en Alemania. “En Berlín, en un centro cultural tocamos cuarenta noches seguidas, la llamamos: Ali baba y las cuarenta noches de Chico Trujillo. Imaginate, el primer día, dije, ‘la quinta noche no viene nadie’; y finalmente el día cuarenta parecía que se iba a derrumbar todo el lugar”.
Otros hecho significativo para el trompetista de Chico Trujillo ocurrido también en Alemania fue la grabación del video Y si no fuera. “El día que grabamos ese tema nos quedamos muy contentos; no es que sea una obra maestra ese tema pero nos quedamos celebrando toda la noche, como que nos habíamos ganado la lotería”.

Nota publicada en el último número del periódico El Eslabón

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