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El presidente del Senado brasileño Renán Calheiros rechazó la suspensión del trámite del juicio contra Dilma Rousseff que había sido decidida por el jefe interino de la Cámara baja y determinó la continuidad de ese proceso.

El titular de la Cámara alta desconoció la resolución del presidente interino de Diputados, Waldir Maranhao, del Partido Progresista, que había dispuesto anular el juicio político por «vicios» en el proceso, y ahora buscará suspender a la mandataria esta misma semana.

«Es una decisión intempestiva», que «no tiene ninguna cabida» en el proceso democrático y que «no puede ser aceptada», dijo Calheiros al instalar la sesión en el pleno del Senado.

Además, el senador calificó de «extemporánea» la decisión de Maranhao, y dijo que había sido adoptada «cuando el Senado ya discute el asunto desde hace varias semanas».

El legislador destituyente detalló que «ya hubo lectura de informes sobre el caso, se eligió una comisión especial» que analizó la base jurídica de los cargos y «hubo 10 sesiones que consumieron casi 70 horas de trabajo» en las que se escuchó a la defensa y a la parte acusadora.

Efímera ilusión del PT

Más temprano, el presidente interino Maranhao había resuelto anular el trámite legislativo del 15, 16 y 17 abril, que terminó con la votación en la Cámara de Diputados por el «sí» al juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, y convocó a «una nueva sesión para deliberar sobre la materia».

Según el legislador del Partido Progresista la sesión en la que se aprobó el impeachment tuvo «algunos vicios que han de anular la sesión». Para ordenar la anulación de la sesión, Maranhao cuestionó que los diputados anticiparon sus votos y limitaron la actuación de la defensa: «Los señores parlamentarios no tendrían que haber anunciado públicamente sus votos antes de la conclusión de la votación, en la medida que eso caracteriza prejuzgamiento y clara ofensa al amplio derecho de defensa consagrado en la Constitución».

La semana pasada, Maranhao reemplazó en la presidencia de la Cámara baja a Eduardo Cunha, impulsor junto al vicepresidente Michel Temer del juicio político contra Dilma. Cunha fue suspendido indefinidamente de su cargo como diputado por el Supremo Tribunal brasileño –11 votos a favor y ninguno en contra– por intentar obstruir las investigaciones en el escándalo de corrupción de Petrobras, en el que está involucrado.

Con la decisión adoptada por el presidente del Senado de desconocer la decisión de Maranhao, el pleno de la Cámara alta deberá escuchar hoy la lectura del informe remitido por la comisión especial que recomendó proseguir con el proceso que puede recortar el mandato de Rousseff.

Aunque Calheiros no lo ha aclarado, deberá confirmar también la sesión del próximo miércoles, en la que el pleno del Senado decidirá por mayoría simple entre sus 81 miembros si se abre el juicio contra la mandataria. Si esa sesión, que se calcula que durará unas 48 horas y por tanto concluirá el jueves, determina la instauración del juicio, Rousseff será separada del cargo durante los 180 días que durará el proceso y sustituida por el vicepresidente Michel Temer. En caso de que se llegue a la destitución, Temer completará el mandato que concluye el 1 de enero de 2019, pero si Rousseff fuera absuelta recuperaría el cargo una vez que el proceso concluya.

Fuente: Télam | Página 12

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