El nivel de aprobación de la gestión presidencial de Mauricio Macri cayó en Rosario 11,8 por ciento entre marzo y junio pasados, según una encuesta de la consultora Mautone & Asociados. El estudio muestra un corrimiento significativo (15 por ciento) de quienes en marzo consideraban “buena” la gestión del ex gerente general de Socma, y que 90 días después ya la ponderan como “regular”. Soliviantada por los grandes medios de comunicación hasta convertirla en su monotemática, la “corrupción” aparece como el segundo problema de interés para los rosarinos, pero aqueja principalmente a los límpidos corazones de los hombres mayores de 61 años de los sectores de mayores recursos de la ciudad. Las mujeres de bajos recursos de entre 26 y 40 años consideran a la “inseguridad” su principal drama, mientras que sus pares de género de los estratos medios sufren la inflación como el mayor drama de la coyuntura, de acuerdo al estudio del licenciado Andrés Mautone.
Una encuesta consiste en la recolección de opiniones de un número de personas, cuyas respuestas pueden ser más o menos libres o inducidas por las preguntas. No reemplaza a la realidad, en ocasiones ni siquiera la interpreta con justeza. De todos modos, es un insumo útil a modo de fotografía de un momento determinado del humor social –conocido como opinión pública–, cuya consistencia es tan lábil como una anguila en la mano de un pescador con guantes.
Hecha la reserva, hay que informar que el trabajo de Mautone fue realizado sobre 400 casos de rosarinos mayores de 18 años, entre el 16 y el 18 de junio, con un porcentaje de error de muestra de 5 puntos.
Perdiendo imagen
La encuesta señala que “cumplidos ya los primeros seis meses de mandato, el nivel de aprobación de la gestión del presidente Mauricio Macri en la ciudad de Rosario se ubica en algo más del 26 por ciento; mientras que otro poco más del 38 por ciento de los encuestados la considera como regular. Asimismo, otro algo más del 27 por ciento del total desaprueba su gestión”.
El líder de Cambiemos obtendría así una suerte de empate en materia de imagen. Un 27 por ciento considera positivamente su gestión, el mismo porcentaje lo evalúa de modo negativo y un 38 por ciento la estima regular.
De acuerdo al sondeo, sólo un 4,7 por ciento de los rosarinos consultados considera la gestión de Macro como “muy buena”. En cambio, el 11,7 lo tacha como “muy mala”.
Puestos en el contexto del último trimestre, esos números revelan que –si como dijo en Nueva York el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, “el trabajo sucio ya está hecho”– sus efectos políticos se manifiestan en pérdida de apoyo.
En marzo, para un 36 por ciento de los rosarinos la gestión de Macri era “buena”. En junio, sólo un 21 por ciento la calificaba de esa manera. La caída no fue, sin embargo, tan estrepitosa. El concepto sobre la administración de Cambiemos se corrió en esa franja que valoraba positivamente a un “regular” tres meses después.
En marzo, un 24 por ciento consideraba “regular” el gobierno de Macri, pero el mes pasado se habían convertido en un 38 por ciento quienes así la evaluaban. En el mismo período, el presidente pasó de dos puntos a 4,7 entre aquellos que ven su tarea al frente del Poder Ejecutivo como “muy buena”, mientras que quienes la ponderan como muy mala se mantuvieron en un 15 por ciento.
La composición social del apoyo y el rechazo a la figura presidencial es diáfana.
Dice la encuesta de Mautone: “Entre los primeros (nivel de aprobación), se destacan las mujeres mayores de 61 años, y pertenecientes a los sectores de mayores recursos. Entre los segundos (imagen regular), sobresalen los hombres jóvenes, de 18 a 25 años, y que integran los sectores medios de la sociedad”.
Y concluye: “Finalmente, entre los terceros (nivel de reprobación), predominan las mujeres, de la misma franja etaria, y ubicadas entre los sectores de menores recursos”. Difícil sacarse de encima el mote de gobierno de y para los ricos.
Tres tercios
El estudio de opinión pública también pregunta a los encuestados acerca de “¿cuál es el principal problema que padece la Argentina?”. Sobre diez ítems, el que mayor preocupación despierta entre los habitantes de Rosario es la inseguridad, con 20,3 por ciento. Entre ellos, las más preocupadas son las mujeres de menores recursos cuyas edades oscilan entre los 26 y los 40 años. Es decir, el sector que más sufre la inseguridad, por vivir en los territorios donde el delito y la policía se hermanan con mayor intensidad.
Casi cabeza a cabeza aparece una preocupación que en los anteriores estudios se ubicaba muy por debajo del segundo lugar de las inquietudes ciudadanas: la corrupción, con 19,9 por ciento. No es preciso ser experto en sociología de la comunicación para advertir la influencia de los medios hegemónicos en la inserción de esa cuestión entre los temas principales de la agenda sobre los que hay que hablar, pero casi nunca reflexionar.
El bombardeo comunicacional Báez-López asfixia la agenda pública, relegando a espacios marginales cuestiones centrales como el blanqueo de capitales y su repatriación, la reducción de impuesto a la riqueza (Bienes Personales, cuyo piso a partir del cual se paga el tributo se duplica mientras se modifica la base imponible sobre la que se percibe) y el avance negativo sobre el sistema previsional.
En medio de la cadena nacional sobre cuentas suizas y monasterios, que el 85 por ciento del patrimonio del presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, esté en el extranjero pasa casi desapercibido. Que haya litigado contra el país junto a los fondos buitres por tener bonos de deuda pública argentinos, merece apenas un recuadro. La corrupción –la del demonizado gobierno anterior, claro– sube en las encuestas, entonces, como preocupación de la ciudadanía.
Desagregar el ítem en franjas etarias y niveles socioeconómicos es más ilustrador. Según el trabajo de Mautone, los rosarinos más preocupados por “la corrupción” son los hombres mayores de 61 años “pertenecientes a los sectores de mayores recursos”. El mismo al que pertenecen los que, es presumible, pagan las coimas a cuyos receptores del sector público luego aborrecen.
El tercer asunto que preocupa a los rosarinos, en orden de importancia, es “la inflación”. Recoge las respuestas de 16,9 por ciento de los consultados, entre quienes predominan las mujeres entre 26 y 40 años de la clase media, que ve cómo el “sinceramiento” y la “normalización” de la economía le estruja el bolsillo emulando el efecto del secarropa sobre las prendas húmedas.
Narcopobreza
De acuerdo a la encuesta, el 14,2 por ciento de los rosarinos consideran que el principal problema del país es el narcotráfico, uno de los tres ejes-consignas del gobierno de Macri, junto a la Pobreza Cero y la “unidad de los argentinos”.
Creador serial de pobreza en apenas un semestre de sinceramientos y normalizaciones económicas, ese problema también aparece en el quinto lugar de las preocupaciones de los consultados, con un 8,9 por ciento. Le sigue la desocupación –olvidada desde hace años en los sondeos de opinión pública–, que recibe la atención del 7,9 por ciento de los entrevistados.
La economía, igual o peor
Casi la mitad de los rosarinos cree que el próximo año la economía del país estará igual o peor que durante 2016.
La consultora Mautone & Asociados preguntó: “Para usted, ¿la situación económica del país el próximo año estará mejor, igual o peor, si la compara con la de este año?”.
Un 23,8 por ciento consideró que estará igual que en 2016, mientras que un 23,5 por ciento expuso su pesimismo respecto de las políticas de Cambiemos al señalar que espera que la economía esté “peor” que ahora.
En tanto, un 27,5 por ciento de los consultados para el sondeo respondieron que en 2017 la situación económica del país mejorará.
Es notable el último dato de esa pregunta: el 25,2 por ciento de los rosarinos está desorientado sobre el futuro económico, atento a que no sabe qué le esperará durante el segundo año del gobierno de Mauricio Macri.
Fuente: El Eslabón