06-concejo-rgb_prensa-concejo_0071

El estacionamiento medido en centro y macrocentro seguirá durante tres años casi sin variantes. Lo de casi y variantes fue, justamente, el eje de la discusión que mantuvieron los ediles en la sesión de prórroga de la semana que termina. Las discrepancias ya llevaban  varios días y los esfuerzos para finiquitar el tema llevaron otras tantas horas. El consenso llegó con mayoría reglamentaria: el Concejo autorizó al Ejecutivo a llamar a licitación para una nueva concesión del servicio en las 509 cuadras actuales y las mismas tarifas según las tres zonas: 9.60, 7.90 y 6.20 pesos.

“Todos estiramos los límites del consenso, creemos que lo que se vota es una norma sabia, que receptó todas las miradas, acorde a los tiempos que vivimos”, dijo el arista Carlos Comi, quien preside la Comisión de Servicios Públicos Concedidos. Lo dijo al comenzar la sesión y al pedir que el tema, último en el temario complementario, fuera el primero en debatirse. Razón no le faltó, el intercambio se extendió por más de dos horas.
El pliego de Bases y Condiciones de Licitación para la Explotación del Estacionamiento Medido en el centro y macrocentro aprobado fue presentado en sociedad aportando más tecnología a favor de los usuarios a través de móviles y pantallas digitales para saber dónde hay boxes disponibles. Podrá abonarse a través de cospeles, monedas,  parquímetros ubicados en la vía pública, aplicación Movi y tarjeta de crédito.

El pliego aprobado fue el que presentó el oficialismo con algunos esmerilados. Como la novedad más debatida, se incorporó una experiencia piloto para incluir a cuidacoches a través de cooperativas u otras formas de gestión social. ¿Cómo y dónde? Ahí estuvo la piedra de la discordia: en zonas que no esté afectada por el sistema de estacionamiento medido, por 180 días y con posterior evaluación.
Varias fueron las bancas que celebraron este ítems, pero otras como la de Carola Nin (Compromiso con Rosario) consideraron que se perdió la oportunidad de articular lo público y privado, incorporando a los trabajadores informales en el servicio concesionado (uno de cada cuatro empleados). Obvio es decir: el voto de esta banca fue negativo.

A favor y como impulsores de la iniciativa estuvo Lorena Gimenez Belegni ( Partido del Progreso Social). “Es necesario incluir, además de una política que tienda al ordenamiento del tránsito en nuestra ciudad, una mirada social que contemple a los trabajadores informales del espacio público que intentan lograr su sustento”, señaló. La figura aprobada está incluida en un artículo del pliego de concesión del estacionamiento y replica la modalidad que en la actualidad funciona en la Rambla Catalunya, con una cooperativa que destina lo recaudado entre los trabajadores y una institución social.
Como el tema de la incorporación de cuidacoches hizo escala en la Comisión de Obras Públicas, que preside Giménez Belegni, la concejala dijo que a la propuesta votada confluyeron varios proyectos presentados por ediles de distintos bloques, con el objetivo de “generar una mirada abarcativa de todas las opiniones, a fin de lograr un resultado”.

A favor también se expresó la bancada de Ciudad Futura. “Este proyecto busca unir variables para abordar de manera conjunta la cuestión del estacionamiento medido y el tema de los cuidacoches”, dijo el portavoz del grupo, el concejal Juan Monteverde. Y rompió una lanza a favor de complementar cada crítica con propuestas de políticas públicas alternativas y, en ese marco, consideró a su inclusión como “una avance político interesante”.

Para Ciudad Futura, el proyecto aprobado no es lo ideal pero es algo, más aún en el actual marco nacional, donde “los medios están a la derecha de todo, incluso corren por derecha al gobierno de Mauricio Macri”. En ese contexto, el Programa Social de Estacionamiento Cuidado es un avance pequeño pero que da derechos y formaliza un trabajo estigmatizado.

“Se trata de regular la actividad de los cuidacoches, en lugar de negarla, formalizando su tarea y separando a los verdaderos trabajadores de los violentos y las mafias”, explicó el edil. Y dijo que su puesta en marcha permitirá una verdadera política de inclusión social, que aborde la movilidad en Rosario pero que además lo haga con un horizonte más amplio y a la vez, claro, pueda “generar una ciudad más justa, equilibrada y solidaria”.

Claro que por aquello del cristal con que se miran las cosas, para otros ediles aprobar el proyecto oficial a cambio de esta experiencia piloto se parece más a defección que triunfo. Así lo expresó una de las espadas más afiladas de la tarde, el radical Jorge Boasso, que no logró incluir sus iniciativas, por ejemplo, pagar por tiempo real de uso y de administrar el servicio a través del Ente de la Movilidad de Rosario (EMR).

“No se puede justificar lo injustificable a través de giros idiomáticos. Felicito al socialismo por repartir chupetines, no digo globos, chupetines, porque quienes lo justifican lo hacen como expresiones de deseo”, arrancó y sus ironías no pasaron por alto en el recinto. “Creo que se pierde la oportunidad de avanzar en otro modelo, pero es más de lo mismo, todas las normas están a favor del empresario y no del usuario, es una caja recaudadora porque privatiza el poder de policía. A ver los progresistas qué tienen que decir”, fustigó.

Para Eduardo Toniolli (PJ), el estacionamiento medido es una herramienta necesaria para la rotación en determinados lugares de la ciudad y allí puso el foco: incluir a los centros comerciales de los barrios porque también lo necesitan. “Tendríamos que discutir un modelo integral. Creemos que tiene que estar en manos del Estado, lo que le daría la libertad de poder planificar. No es un problema ideológico sino político”.
Para la concejala María Fernanda Gigliani, que la Municipalidad tome a su cargo el servicio implicaría una inversión equivalente a unos 16 colectivos. “No me parece que lo tenga que brindar la Municipalidad, menos en este momento. Prefiero que ese fondo sea para mejorar el servicio de transporte público de pasajeros”, aseguró.

“Estacionamiento plus”

Otra de las novedades incorporadas es una herramienta similar a los boletos plus de las tarjetas del transporte público. Ahora, el usuario podrá cancelar hasta tres horas de estacionamiento medido cuando la tarjeta sin contacto no tenga saldo suficiente. ¿Cómo? El importe será descontado en la próxima recarga de crédito.

La iniciativa corresponde al concejal Sebastián Chale (UCR). “Muchas veces los conductores se dan cuenta de que no tienen saldo suficiente, situación que puede ocurrir ante urgencias y situaciones imprevista. El estacionamiento plus permite estacionar igual”,  explicó el edil y dijo que su propuesta comenzará a correr en los próximos días.

Según Chale, el pago del estacionamiento medido es más práctico y seguro mediante el uso de la tarjeta MOVI sin contacto. “Es más práctico y seguro, al facilitar el abono con la simple carga de saldo en toda la red de venta y recarga de la ciudad, son casi unos mil puntos entre comercios, cabinas y cajeros, además de la aplicación Movi”, detalló.

Y dijo que esta modalidad evita la búsqueda, a veces infructuosa, de cospeles o monedas. Es justamente en el uso de la tarjeta MOVI donde se genera la innovación.

El Concejo recupera su biblioteca

Entre los temas que completaron la agenda de la semana, los ediles aprobaron la restitución de la biblioteca General San Martín y el Centro de Información y Archivo y Digesto, al ámbito del Concejo Municipal, a partir de 2018. Además, se aprobó la propuesta de Declaración de los concejales Celeste Lepratti y Eduardo Toniolli, mediante el cual el Concejo adhiere al Proyecto de Ley Nacional de Emergencia Social.

Más notas relacionadas
Más por Silvia Carafa
Más en Ciudad

Dejá un comentario

Sugerencia

Dentro tuyo están las llaves

Yo no sé, no. Manuel hacía dos días que daba vueltas alrededor de la casilla donde se guar