Miles de rosarinos acompañaron este lunes a los familiares de víctimas del 19 y 20 de diciembre de 2001. En una larga jornada de homenajes y reclamo de justicia vivida este lunes, la primera actividad fue a las 9 de la mañana en el cementerio la piedad. Luego, a las 11, hubo un acto en los tribunales provinciales. Por la tarde, tras una multitudinaria marcha que partió a las 17.30 de plaza San Martín, a través de un documento leído en el Monumento a la bandera se recordó a los nueve asesinados en Santa Fe, los 39 a nivel nacional, y se exigió juicio y castigo a los responsables materiales y políticos de la masacre.
En el monumento, y previo al festival con que cerró le acto, se leyó un documento firmado, entre otras organizaciones, por la Asamblea 19 y 20, Amsafé, Ate Rosario, Coad, Cta Autonoma Rosario y Santa Fe, Pueblos Originarios en Lucha, Asamblea Niñez y Juventud, Corriente Clasista y Combativa, Movimiento Evita, Barrios De Pie, Movimiento Popular Libertador San Martín, Causa, Esp Amas De Casa Del País, Radio Che Guevara 100.3, Partido Comunista Revolucionario, Izquierda Socialista, el diputado Carlos Del Frade y Mercedes Meier (del FSP) y Unidad Popular.
El texto leído por representantes de diferentes organizaciones y titulado Unidos y en la lucha a quince años del Argentinazo, se reproduce completo a continuación:
Las organizaciones abajo firmantes, parte fundamental de las luchas populares en Rosario antes, durante y después del 19 y 20 de Diciembre del 2001, nos convocamos, junto a todo el pueblo rosarino, sin distinciones, a conmemorar este 15 aniversario del Argentinazo.
Recordando estas heroicas Jornadas, reafirmamos el camino de la unidad y la lucha popular, como garantía para la defensa de los derechos del pueblo a un trabajo digno, al pan, a la tierra, al techo, a la educación y a la salud. Para la conquista de la soberanía nacional, la vigencia de los derechos humanos, y el juicio y castigo a los genocidas y asesinos del pueblo.
En esos días de 2001 fuimos protagonistas de un hecho histórico. La rebelión popular del Argentinazo sacudió al país hasta sus cimientos. Por primera vez, desde 1810, el pueblo en las calles derrocaba un gobierno entreguista. Y aunque por diversas razones no pudo imponer un gobierno popular, liquidó el Estado de Sitio, barrió cuatro presidentes, obligó a la suspensión por dos años del pago de la deuda externa, logró más de dos millones de planes sociales e impidió la quiebra de miles de pequeñas industrias y pequeños productores agrarios. La rebelión de los de abajo dividió a los de arriba. Y mostró el camino necesario para conquistar un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático.
Encontramos, mientras luchábamos, los caminos para la unidad, que parieron ese gran levantamiento popular que sepultó el gobierno de de la Rua y abrió nuevos rumbos para la Argentina.
Producto de las luchas de esos años, resurgieron con las asambleas populares formas de funcionamiento de democracia directa, con las que el Pueblo enfrentó la estafa política de esta pretendida “democracia” de las clases dominantes.
Reivindicamos el recorrido de luchas que tuvimos que hacer los argentinos, y en particular los rosarinos, para desenmascarar y enfrentar las políticas de hambre, desocupación y entrega de los sucesivos gobiernos, que trabajaban al servicio de los verdaderos “dueños” de la Argentina: el imperialismo, los monopolios y los terratenientes. La noche del 19 de diciembre el presidente De la Rúa anunció que había impuesto por decreto, el Estado de Sitio, suspendiendo las garantías constitucionales.
Inmediatamente después de terminado el anuncio de De la Rúa, el pueblo salió a las calle, con la consigna que fue un solo grito: “Que se vayan todos».
Durante la revuelta hubo que pagar un precio demasiado alto: 39 fueron las víctimas oficiales, de las cuales 10 fueron Mujeres, con hijos menores de edad; 18 de ellas y ellos menores de 30 años; también hubo niñas y niños, como Eloísa Paniagua o David Morenos, de 13 años.
Los daños aún persisten, las pérdidas de vidas abrieron heridas que jamás cerrarán, en las familias cuyos padres, madres, hermanas y hermanos fueron asesinados. 15 años y un manto de impunidad que aún encubre a la mayoría de quienes fueron los autores intelectuales y materiales de los asesinados y heridos del 2001.
La lucha contra la impunidad, por la cárcel común y efectiva para todos los genocidas, es una tarea indispensable, no sólo de las víctimas, sobrevivientes y los organismos de derechos humanos sino también de todo el pueblo trabajador.
Hoy igual que ayer seguimos reclamando una reparación económica y judicial para todas las familias de las víctimas y heridos del 2001.
Al igual que De la Rúa a nivel nacional, en nuestra provincia Carlos Alberto Reutemann es el responsable directo de aquellos crímenes, como también lo es de los 158 muertos en la inundación de la ciudad de Santa Fe en el año 2003. Aunque esta justicia cómplice los exhonere a ambos de toda culpa, el Pueblo jamás perdonará sus crímenes, y los marcará a fuego en cada lucha.
En los compañeros asesinados por el gobierno de Reutemann en Rosario el 19 y 20 de diciembre del 2001, rendimos homenaje a todos los que desde Jujuy a Tierra del Fuego perdieron sus vidas en el combate popular.
Han pasado 15 años de esos días. 15 años donde ha habido decenas de compañeros muertos en la lucha popular. Nombrando a Darío y Maxi, los nombramos a todos. Como también nombrando a Mártires López nombramos a todos los caídos originarios. Seguimos exigiendo juicio y castigo para todos los autores materiales y políticos de esos crímenes aún impunes.Hay que decir, también, que en el último año, y más allá de las
luchas incansables de familiares y organizaciones políticas y de Derechos Humanos, ha habido una ofensiva estatal contra las causas locales de gatillo fácil.Los crímenes de Gerardo “Pichón” Escobar, Jhonatan Herrera y Franco Casco, y tantos otros, siguen impunes, y la destitución de Gabriel Ganón como defensor oficial , es un ataque reaccionario en medio del compromiso del Gobierno provincial con la impunidad de la Policía Santafesina.
Hoy, a 15 años, la impunidad sigue recorriendo nuestro mapa provincial, y es declarada la Ciudad de Rosario en “Emergencia en Seguridad”, cuyo presupuesto es destinado a las fuerzas represivas. Esto impacta directamente en los pibes de los barrios empobrecidos, a quienes además en vez de asegurarles con trabajo y estudio un futuro, se los bombardea con la droga o se los mata con el gatillo fácil, para tratar de impedir su participación en las luchas populares.
Todo eso se hace con la complicidad de la maquinaria mediática de desinformación. Por eso es fundamental el fortalecimiento y la apropiación por parte de las organizaciones de base y territoriales de los medios alternativos populares y comunitarios de comunicación.
Más que nunca debemos solidarizarnos con la construcción de medios de comunicación del poder popular. Reivindicamos el derecho a la comunicación como un derecho humano fundamental. En el proyecto de Ley de Presupuesto 2017 que impulsa el gobierno de Macri , y que actualmente está en debate en el Congreso Nacional, se prevé una quita del 15% para la Secretaría de Derechos Humanos. Las consecuencias serán muy graves, sobre todo para las víctimas del genocidio y sus familiares, y también para los trabajadores de las distintas dependencias que están bajo la órbita de esa Secretaría.
Otro dato contundente: en lo que va del año ya son más de 50 genocidas los que obtuvieron prisión domiciliaria, y se acentuó la paralización de los juicios por crímenes de lesa humanidad. Todo esto muestra con quién es consecuente esta “Justicia”.Hoy, el gobierno de Macri necesita garantizar la continuidad de la impunidad para lograr que pase su política.
Que beneficia a los grandes grupos monopólicos de la industria, de la banca, grandes terratenientes, pooles de siembra, cereales, mineras y exportadoras. Que descarga sobre el pueblo (como lo hacía el gobierno de De la Rúa), la maxidevaluación, y una inflación que supera el 42% este año, pulverizando los salarios, las jubilaciones y los planes sociales de los desocupados. Que destruye el mercado interno, produce desocupación, un millón y medio más de nuevos pobres, el cierre de fuentes de trabajo y la liquidación de las economías regionales.
Hoy, como ayer, el pueblo resiste y lucha. Luchan los obreros y asalariados, por la reapertura de paritarias y el bono de fin de año. Contra el impuesto al salario, los despidos y cierre de fábricas. Luchan los desocupados, que han logrado la ley Emergencia Social, y lo siguen haciendo contra el hambre y la marginación, y por puestos de trabajo genuinos. Luchan los Pueblos originarios y los campesinos pobres, como lo hicieran en la Marcha de las Economías Regionales que arribó el 4 de Noviembre a Plaza de Mayo. Luchan los estudiantes, por una mejor educación. Luchan las mujeres, contra el femicidio y toda violencia de género, y la doble opresión, quienes vienen de realizar el multitudinario y opositor Encuentro Nacional de Mujeres. Por todo ello, sigue siendo más justo y necesario que nunca, unirnos para recordar la vigencia de una gesta y un camino, a través del cual se pudo derrotar a un gobierno entreguista y avanzar muy lejos. Tan lejos, que hasta el día de hoy nadie puede gobernar sin tener en cuenta este ejemplo vivo de la lucha popular. Hoy, a 15 años de diciembre de 2001, el Argentinazo sigue vivo en la memoria del Pueblo argentino!!
No olvidamos, ni perdonamos.
