La comedia dirigida por Severo Callaci retrata la resistencia y la nobleza de dos personajes que sostienen el fútbol de ascenso ante las devoradoras corporaciones.

La comedia social y deportiva “Los Camilleros” cuenta la historia de Roberto y Juan Fermín (en las actuaciones de Luciano Temperini y Lautaro Lamas) los encargados desde hace años de asistir a los lesionados en los partidos de fútbol que su club, Ave Fénix, disputa en la Liga Deportiva del Sur. La obra, creada por el grupo Línea de Tres, se puede ver los domingos a las 20 en el Cultural de Abajo (Entre Ríos 579).

La historia, según cuentan sus protagonistas, se inspiró en dos particulares camilleros que visualizaron en acción, Severo Callaci, director de la obra, y el actor y dramaturgo Miguel Franchi, en un partido de Central Córdoba. Pero, ¿Qué pasa cuando una empresa multinacional acecha con sus múltiples tentáculos los terrenos de un modesto club del fútbol de ascenso que para colmo de males fue manejado por fraudulentas comisiones directivas por décadas? ¿Qué estrategias para no bajar los brazos encontrarán estos camilleros, que trabajan en la entidad social y deportiva de sus amores, aún con dificultades y torpezas propias, en la previa de un partido definitorio?

“El grupo Línea de tres lo armamos con Miguel Franchi y Santiago Dejesús a partir de La canción del camino viejo, la historia de dos hermanos que trabajan en una gomería familiar de pueblo, y que ya no reciben clientes porque han puesto una moderna gomería en la autopista, mientras que por otro lado, hay un terrateniente que quiere sacarles el taller para sembrar soja, entonces están ahí, resistiendo. Con Los Camilleros volvimos a esta idea de un binomio potente, una historia para todo público, con humor y denuncia”, cuenta el director rosarino Severo Callaci, que con La canción del camino viejo, junto a sus compañeros, realizaron unas 200 funciones girando por una gran cantidad de provincias argentinas; la llevaron por Chile, Bolivia, Perú, Uruguay, y hasta a Cabo Verde, África, donde adaptaron la obra en portugués, además de recibir importantes premios.

«La búsqueda del grupo va hacia un teatro más popular, más inclusivo, y con la posibilidad de vivir de esto. Yo ahora no trabajo de otra cosa y la verdad que eso fue a partir de plantear un teatro que fuese más inclusivo que exclusivo. Lo que buscamos es poder contar una buena historia que pueda entender cualquier persona en este continente y que esté sostenida técnicamente desde las actuaciones y desde la teatralidad”, agregó Callaci.

La historia de Los Camilleros es producto de esta concepción colectiva, de las experiencias personales y de los viajes llenos de realidades y aventuras. “Son historias que han atravesado mi vida en los últimos años y que aparecieron a lo largo de la provincia de Santa Fe, que he tenido la posibilidad de conocer a través del teatro mismo y también por un proyecto sociocultural del Ministerio de Cultura. Siempre me ha gustado la instancia del viaje, de no saber con qué me voy a encontrar, cruzarse con miles de personajes que te cuentan historias de los lugares, de personas. Con el teatro podemos armar esas grandes quimeras; gestos, miradas, formas de caminar, de hablar. Así vamos armando esos frankenstein que después relatan, divierten y emocionan”.

El escenario como campo de batalla cultural

«Este grupo de alguna manera tiene un compromiso con todas las cosas que suceden a nuestro alrededor, y tratamos que el territorio de resistencia y de batalla sea el territorio escénico. Intentamos que sea desde el humor, porque creemos que el humor es una herramienta importantísima de la conciencia de la sociedad y, también, una posibilidad de reírnos de nosotros mismos. Esto de alguna manera sirve para aceptarnos, asumirnos y poder transformar hasta las energías negativas en alegría. Y en esta cadena está el hecho de no hacerse el boludo o la boluda en el sentido que cuando uno se da cuenta de algunas cosas que lo atraviesan no hay vuelta atrás. Como también tiene que ver con la fe de la resistencia, que, aunque pase lo peor de lo peor, aquí vamos a estar con una bandera que incluya la voluntad y la alegría de todos los que podamos y querramos”, destacó Callaci.

El equipo

Los Camilleros fue compuesta por la dramaturgia de Línea de Tres y cuenta con las actuaciones de Luciano Temperini y Lautaro Lamas. La asistencia de dirección y técnica es de Ciro Korol, la dirección general de Severo Callaci. La escenografía de Ariel Antinori. El vestuario de Laura Perales. La música original fue compuesta por Homero Chiavarinno. El diseño sonoro realizado por Adolfo Corts; la fotografía por César D’Angelo; el diseño de iluminación está a cargo de Diego Quillici, y el diseño gráfico por Adriano Di Mauro. La voz en off por Luciano Sincini y el trabajo de prensa por Martina Lovigné.

 

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