Con el recorte del «gasto público» como verdadera misión, representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), por segunda vez desde la llegada de Macri al gobierno, comienzan este lunes su recorrido por los ministerios para revisar los números de la economía nacional y marcar en rojo el «déficit en las cuentas públicas».

La «misión» que es encabezada por su economista jefe para la Argentina, Roberto Cardarelli, se reunirá este lunes con el ministro de Energía, Juan José Aranguren, y el martes con Nicolás Dujovne y Luis Caputo, ministros de Hacienda y de Finanzas, respectivamente.

“Se trata de una visita de rutina, de una misión intermedia antes de la misión más amplia de consulta del Artículo IV que se llevará a cabo a finales de este año, y que realizará una evaluación más completa de la economía Argentina”, según publica Télam de acuerdo a una fuente del FMI, desde Washington.

De esta manera y por segundo año consecutivo, Argentina se somete al Artículo IV del organismo internacional que prevé una auditoría de las cuentas del país, una práctica que se abandonó a finales de 2005 cuando el entonces presidente Néstor Kirchner decidió, en su política de lograr autonomía nacional frente a los neoliberales organismos internacionales de crédito, saldar toda la deuda con el Fondo y suspender ´sine die´ las misiones de supervisión de cada año.

Aquella decisión le permitió a Kirchner desplegar instrumentos de crecimiento económicos apartados de las recetas del FMI, que en concreto representa los intereses de las grandes potencias globales en general y del gobierno de los Estados Unidos en particular.

El sometimiento a ese artículo por parte de Macri, que implica –parafraseando a Arturo Jauretche– un retorno al coloniaje, y que fuera objeto de fuertes polémicas entre el anterior gobierno y la oposición desde 2005 hasta el año pasado en que una misión del Fondo realizó la auditoría, indica que “el Fondo ejercerá una firme supervisión de las políticas de tipo de cambio de los países miembros y adoptará principios específicos que sirvan de orientación a todos ellos con respeto a esas políticas”.

En este sentido, el mencionado artículo da por supuesto que “los países miembros proporcionarán al Fondo la información necesaria para ejercer esa supervisión y, a solicitud del Fondo, le consultarán sobre sus políticas de tipos de cambio”.

La fuente del Fondo precisó a Télam que “de hecho tenemos una misión actualmente en Argentina. Esas misiones intermediarias del personal técnico permiten a nuestro personal a tener una visión más instruida sobre las perspectivas económicas del país así como la evolución de la política económica”.

En el encuentro de este lunes con Aranguren, en horario a confirmar, se dialogará sobre las inversiones previstas en materia de energía y la importancia de este sector para el crecimiento del país, y no se descarta que el ministro Aranguren ofrezca un panorama sobre el nuevo cuadro tarifario en los servicios públicos y la incidencia de estos valores en el desembolso de subsidios por parte del Estado Nacional.

El martes, con Dujovne, sin dudas, se abordará la situación fiscal del país y las líneas programáticas diseñadas por el ministro para cumplir la meta fiscal de este año, que prevé un déficit no superior al 4,2 por ciento.

En el Palacio de Hacienda confiaron a Télam que, seguramente, Dujovne no dejará pasar la oportunidad para señalarles que la inflación de mayo medida por el Indec fue del 1,3 por ciento, en lo que fue el menor nivel en lo que va del año junto a enero, acumulando 10,5 por ciento en los primeros cinco meses de 2017.

Y en el encuentro con Caputo, también previsto para el martes, según confirmaron voceros del ministerio de Finanzas, habrá algún intercambio sobre el plan de endeudamiento nacional e internacional.

Caputo resalta habitualmente que la deuda argentina es la más baja de la región, con un ratio de 28 puntos del PBI.

En la agenda de los miembros que integran la delegación del FMI está previsto mantener otros encuentros con funcionarios del Banco Central y del Ministerio del Interior.

Con el pago a los Fondos Buitre, la vuelta al endeudamiento feroz y el reconocimiento del FMI como supervisor de las cuentas nacionales, como en los ’90 retornaron al país las misiones revisoras de las cuentas, que luego tienen como correlato las «recomendaciones» para cumplir con las «metas pautadas» para los países miembros, que siempre van en la misma dirección: recorte en el gasto público, programas sociales y jubilaciones, apertura de importaciones, desregulación de la economía y flexibilización laboral, entre «otros consejos».

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