Falta un rato para comenzar en Rosario la presentación de los dos tomos de Quién es Artigas. Viajando tras sus pasos. Hablando de pasos, cuando alguien le dice a Eduardo Nocera, autor de la investigación, que entre el público se halla un descendiente de José Gervasio Artigas, el historiador se acerca al hombre y comienzan a hablar sobre el árbol genealógico del jefe oriental.

Tras el encuentro del viernes último en la Biblioteca de la Asociación de Empleados de Comercio, Nocera indicó: “Tuve la fortuna de conocer a Juan Leandro Artigas, otro chozno de Artigas, rama Isabel Sánchez y descendencia de Juan Manuel Artigas (tataranieto)”.

Nocera no deja nunca su misión para reconstruir el pasado y la vigencia del artiguismo. Desde hace años busca y registra relatos de descendientes de Artigas e historiadores regionales. Cerca de quinientas entrevistas realizó con baquianos y descendientes de los negros lanceros de don José, con paisanos y comunidades originarias, con cronistas del pago, y con cientos de pobladores que tenían recuerdos e historias familiares vinculadas al artiguismo.

Pero para indagar sobre el Protector de los Pueblos Libres, también escarbó y removió bibliotecas, museos, biografías, cartas y documentos. Y sostiene que “es imposible conocer a Artigas sin conocer a la región del sistema artiguista, sin llegar a sus ríos. No se alcanza con estudiar al héroe, hay que analizar al artiguismo, ahí se pone en juego el concepto de los pueblos libres, con sus puertos, aduanas y ríos”.

“Al caminar ese amplio territorio se convive con los actores sociales de la región, con las genuinas expresiones de la presencia originaria, afro, y de quienes son aún perseguidos. Se nota la idea de emancipación de los pueblos, y la de mantener la reunión sobre las bases confederativas”, explica.

Palpitar en el camino

En su apasionado andar, Nocera transitó Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Córdoba, Formosa, Chaco, Río Grande do Sul y la Banda Oriental, para registrar y resguardar relatos que cada pueblo acuña y que no suelen entrar en las investigaciones académicas.

“Allí se palpa ese sistema igualitario, entonces se puede comprender esa lógica geográfica, algo muy contundente. Es una lógica que se vivencia desde el cuerpo humano, en las praderas orientales se produce un reencuentro con temas que sentimos pero que nos ocultaron y silenciaron”, remarca el también autor del ensayo periodístico e historiográfico El Plan de Operaciones en marcha. Más allá de Mariano Moreno (2010).

Nocera admite que cuando llegaba a algún poblado se corría la voz sobre su trabajo entre los vecinos y entonces algunos “se acercaban y me contaban y mostraban pertenencias que tienen en la casa guardadas y que se relacionaban con Artigas, como esa reliquias. Eso explica la memoria colectiva relacionada al artiguismo y su identidad de pueblos y regiones”.

Por su parte, Pablo Kaliman, fotógrafo que pasó por Rosario durante la presentación de los libros y acompañó a Nocera en algunos de su viajes, indicó que al visitar casas “vimos que junto a las fotos de abuelos y otros familiares, también estaba la de Artigas”. Pablo remarca que es admirable esa fuerza del andar del investigador incansable que registra todo, desde voces a geografías.

Sobre esos seis años de viajes al territorio profundo, Nocera remarca que “hay gente preocupada por dar una mano al viajante”, y añade: Me ayudaron en esta treintena de viajes realizados. Algunos eran por dos semanas, un mes y medio, en verano, en las vacaciones de invierno de la docencia. Pude así llegar hasta lugares cercados y que son de privados y de difícil acceso”.

Un mapa regional sin límites

“Al ver los mapas de la Liga Federal, se ve que no está limitado en manera definitiva por esas provincias, y que se quería sumar a Salta y Santiago del Estero. También en ese gran territorio artiguista hay que incluir al Paraguay. En el Reglamento Aduanero siempre se cita a esa zona, era fundamental la yerba, el tabaco y su río Paraguay. Muchos pensamos que si Artigas hubiera podido fundir al Paraguay a la Liga Federal, otra sería nuestra historia”, advierte el periodista y profesor de Historia Argentina en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM).

Junto al pasado de la región, el presente se expresa también en Quién es Artigas. Nocera escribe: “La soberanía de cada uno de estos pueblos está en recuperar los antiguos fueros para que cada comunidad pueda regirse sin separarse de la federación. Allí, entonces, se comprende la necesidad de un mercado común regional y el Reglamento para la campaña, impulsado por Artigas”. Y advierte: “Su proyecto sigue poniendo en jaque al modelo explotador y extractivo. Por eso fue maltratado en vida y en la historia. Por la mirada sarmientina fue denominado como el Rey de la barbarie, pero él tenía una jefatura carismática, establecía ciertos patrones de conducta. Pero no era un jefe jerárquico, se siente como uno más, el que aprende de todos y no hace gala de un título. Además fue cambiando y madurando, conoce más al paisano, al indio y al negro escapado de la esclavitud”.

“Buscaba más que la independencia, deseaba y luchaba por la unión entre los pueblos. El valor de la formulación principal del artiguismo es el de la igualdad y la unión entre las provincias. Lo quise pensar desde hoy, incorporar todas esas voces y experimentar físicamente la imagen fortísima de esos solares, terrenos, ríos, arroyos y montes que lo alimentaron”, explica Nocera, quien tras sus viajes en la investigación, ahora prepara un nuevo libro mientras ahora recorre el territorio llevando su obra, sin dejar de escuchar y registrar nuevas huella artiguistas.

Respecto a su profundización sobre el artiguismo, explica: “Me interesa el artiguismo como un movimiento emancipatorio, popular, allí encuentro la sumatoria de los pueblos que organizan un modo de constituir un nuevo tiempo político a partir de la revolución. Es un movimiento real, concreto, de hombres y mujeres, que toman las armas, y coordinados por un jefe civil, que es Artigas, asumen una autonomía y con bases confederativas generan la unión de pueblos libres y dan inicio a un proceso de democratización de lo público”.

“El artiguismo aparece como una cosa actual, es la unión que nos debemos para presentarnos como un bloque y ser actores de la historia nuestra, y no el coro de nuestra historia”, sostiene Eduardo Nocera.  

El oriental en su paso por Rosario

Nocera indica que Artigas, como Ayudante Mayor de Blandengues, ya había llegado a Buenos Aires en 1810, lo que le facilitó el contacto con las autoridades revolucionarias, que conocían sus ideas. Una nota, que envió el juez comisionado interino de Nogoyá, Mariano Aulestia, al teniente gobernador de Santa Fe, Manuel Ruiz, certifica esta posta obligada en el itinerario artiguista: “Participo a V.S. como han llegado a mi casa el Capn. don. José Artigas y dn. Rafael Ortiguera acompañados del Cura de la Colonia don. Jose María Enriqe. de la Peña y un soldado prófugo de la Colonia perteneciente a las tropas de Montevideo de lo qe. doi a V.S. parte pa. su inteligencia cuyos sujetos se dirigen oi 26 pa. hesa solicitando pasar a Bs. As. aponerse a las ordenes de la excelentísima Junta y al mismo tiempo informaron a V.S. pr. estenso de lo acaecido en Montevideo: y por tanto a V.S. ago presente qe. llegaron el 25 a la noche” (Capilla de Nogoyá 26 de Febrero de 1811).

El Jefe Oriental se dirige luego a Buenos Aires, “cuando deserta al ejército comandado por españoles en la Banda Oriental y viene a sumarse a Mayo”, reseña el investigador. “Mientras algunos historiadores hablan de una reunión con Mariano Moreno, Nocera recuerda que “Moreno se había embarcado el 24 de enero”. También señala que “el 16 de marzo de 1811, Artigas alcanzó Santa Fe, después de pasar por Rosario”. De su paso, por el entonces Pagos de los Arroyos, el santafesino Juan Francisco Tarragona registró: “El día 15 de marzo, a las 10 de la mañana llegué a esta ciudad, y en cumplimento de las superiores ordenes de V.E. puse el Teniente Coronel. Don José de Artigas del otro lado del Río Paraná, junto con los 16 hombres de armas que sacó de esta Capital”.

En las postas del camino a Santa Fe, dicen los investigadores, habría quedado registrado el paso de Artigas y Tarragona, tras dejar Buenos Aires, el 9 de marzo de 1811.

En Quién es Artigas, el investigador rescata el relato de Tarragona sobre el paso del oriental: “El 16 á las 2 de la tarde entró en esta Ciudad (Santa Fe, capital) la División al mando del Teniente Coronel  Benito Alvarez, y en el mismo á las 5 de la tarde caminaron los 150 hombres a la otra banda con 2 cartuchos y algunas piedras de chispa…”. Y agrega que el documento indica que “estoy persuadido que su marcha será muy ligera, y qe proporcionará a V.E. la dulce satisfacción de ver realizadas sus intenciones á favor de nuestros hermanos oprimidos  pr. los intrusos mandones y déspotas de Montevideo”.

Nocera remarca que Artigas pasó por Santa Fe y Rosario porque “no podía cruzar el Río de la Plata a la altura de la Colonia; hubiera sido entregarse a la guardia enemiga”.

Junto a la Junta

“Artigas pasa a La Bajada (Paraná), luego se dirige a Nogoyá y después a Arroyo de la China, cruza el río Uruguay dirigiéndose a Paysandú en unos lanchones, adonde arriba el 9 de abril, y de allí va a Mercedes, para dos días después arengar a todos los patriotas caracterizados de la campaña con la primera proclama independentista dirigida a ellos en nombre de la Junta de Buenos Aires (“que tan dignamente nos regenta”) y del rey Fernando VII (“nuestro amado xefe”)”.

Entonces proclama: “Unión, caros compatriotas, y estad seguros de la victoria…  y tiemblen esos tiranos de haber excitado vuestro enojo, sin advertir, que los americanos del sud, están dispuestos a defender su patria; y a morir antes con honor, que vivir con ignominia en afrentoso cautiverio”. Los tiranos eran “esos genios díscolos opresores de nuestro suelo” que apoyaban al “despótico” Virrey Elío en Montevideo, en contramano del autogobierno porteño.

Hacendados con fines de lucro

Sobre la relación con los ricos hacendados del territorio santafesino, Nocera señala: “Creo que el interés de los hacendados es el lucro del comercio exterior, en tanto Artigas garantiza autonomía de Buenos Aires, pueden apoyar al artiguismo, porque son pragmáticos, en cuanto a puertos y aduanas”. Y agrega: “Les conviene Artigas porque les da libertad y les asegura lo suyo. Cuando eso ya no lo garantiza, porque cae derrotado o porque Buenos Aires lo va a enfrentar hasta que lo derrote, y esto se ve en 1815, lo abandonan”.

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