El diputado provincial Carlos Del Frade presentará un pedido de informes y una interpelación en la legislatura para el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro por el asesinato del suboficial Pablo Cejas, quien estaba bajo un programa de protección de testigos por denunciar vínculos entre el narcotráfico y la Policía Santafesina. El agente de 44 años, fue brutalmente acribillado en el barrio Yapeyú, del extremo noroeste de la capital de la provincia.
El cada cadáver de Cejas fue hallado pasadas las 23.30 de este lunes en inmediaciones de la calle Neuquén al 6400, con gran cantidad de impactos de bala en su cuerpo. El hombre había ingresado al sistema de Protección al Testigo del Ministerio de Seguridad provincial por haber denunciado a colegas por nexos con el narcotráfico.
Según fuentes de la investigación, citadas por la agencia Télam, Cejas antes de morir se arrastró decenas de metros para intentar ponerse a resguardo, por lo que dejó un reguero de sangre.
A pocos metros de su cadáver quedó la motocicleta en la que se desplazaba y también su teléfono celular.
La policía llegó alertada por vecinos de la zona, que avisaron a la línea 911 de varios disparos en Yapeyú, un populoso barrio del noroeste de la capital provincial.
Este miércoles, en contacto con Redacción Rosario, el diputado provincial Carlos del Frade adelantó que el próximo miércoles presentará en la Cámara baja provincial un pedido de informes y una interpelación para el ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.
Para Del Frade, Pablo Cejas fue asesinado por “la mafia narcopolicial santafesina”. E legislador remarcó que en “Villa Yapeyú, donde lo acribillaron, había denunciado 34 puntos de venta ilegales de sustancias psicoactivas”. Y recordó que desde su banca realizaron “un pedido de informe en mayo de este año a raíz de esas denuncias de Cejas”.
“Nunca lo protegieron. Al contrario. Y no hay mafia narcopolicial sin apoyo de algún nicho corrupto del poder político”, subrayo Del Frade.
El legislador provincial (y pre candidato a diputado nacional por el Frente Social y Popular), también a puntó que Cejas había denunciado a “la dirección santafesina del padre del Fantasma Paz, sus varios autos y las conexiones con el jefe de la barra de Colón, Quique Leiva”. “Esas informaciones fueron investigadas por la Gendarmería Nacional. Su asesinato es funcional a esos intereses”, destacó.
La palabra oficial
Sobre el homicidio, y apenas conocida la noticia, el ministro de Seguridad de la provincia, Maximiliano Pullaro, se apuró en afirmar que «la hipótesis más fuerte no apunta» a relacionar el ataque con las denuncias de Cejas contra colegas por nexos con el narcotráfico.
“Nunca en una investigación preliminar y de estas características se descarta nada. Simplemente decimos que hay diferentes hipótesis y la hipótesis más fuerte no apunta a eso”, aclaró Pullaro.
El ministro también admitió que el asesinato del policía causó «conmoción» y que «indudablemente» desde su cartera estuvieron en contacto con el efectivo «porque estaba dentro del Programa de Protección de Testigos y Víctimas Vulnerables”.
Antes, el subsecretario de Investigación Criminal y Policías Especiales, Rolando Galfrascoli, señaló que con Cejas «había un dispositivo de contacto permanente que funcionaba a pie juntillas y hasta último momento él estaba en contacto», aunque aclaró que «no tenía seguimiento permanente» de custodia.
En ese sentido, apuntó que Cejas «era un policía que estaba trabajando, con plenas facultades; se movía por todos lados absolutamente libre, sí tenía un dispositivo de contacto permanente, contacto que podía ser físico o telefónico». Según informó, el sargento se había reportado «con total tranquilidad y sin ningún tipo de novedad», agregó el funcionario.
En otro orden, Galfrascoli le dijo a radio Universidad, de Santa Fe, que se sentía «conmocionado más de la cuenta» porque si bien «todos los homicidios son graves» el de este caso reviste un carácter especial por ser «una persona conocida, por ser personal policial pero sobre todo por este incidente psicológico que había tenido el año pasado».
El funcionario hizo referencia a un incidente protagonizado por Cejas en un bar de barrio Guadalupe, en el que se atrincheró por unas horas, realizando denuncias e incluso realizando disparos al aire.
Galfrascoli aludió a ese episodio «que lo ha llevado a poner en riesgo y en peligro su propia vida y la vida de terceros» y mencionó además «sus denuncias que tienen que ver con situaciones graves, por lo menos según sus dichos, en la ciudad de Santa Fe, en su accionar como policía denunciando a colegas».
Tras ese incidente, Cejas fue reincorporado tras superar algunos estudios de carácter médico y psiquiátricos.
También el funcionario del Ministerio de Seguridad abonó la hipótesis que Cejas pudo haber sido asesinado en otro lugar: «Creemos nosotros en una escena primaria y en una escena secundaria del delito, (que fue) encontrado en la vía pública pero ultimado en algún otro lugar».
Hipótesis fiscal
Una de las hipótesis que manejaban los fiscales de Homicidios es que Cejas pudo haber sido asesinado en otro lugar y luego arrojado su cadáver en el sitio donde fue hallado.
Sobre esa sospecha, el fiscal Jorge Nessier admitió que «es una posibilidad que el cuerpo haya sido arrojado en ese lugar y que no haya sido atacado en el mismo».
El funcionario judicial recordó que en 2015 Cejas «había sido alcanzado por proyectiles» en un ataque del que resultó ileso gracias a su chaleco antibalas y que «posteriormente personas allegadas a él habían sido aparentemente objeto de una agresión similar y una serie de acontecimientos por los cuales era una persona para nosotros conocida».
Sobre los autores de esa agresión, Nessier dijo que «no pudieron ser individualizados por Cejas ni por otros testigos».
Cejas no era un desconocido para las fuerzas policiales ni para los medios de prensa, ya que desde hace algunos años trascendió públicamente por realizar denuncias contra autoridades políticas y policiales por temas relacionados al narcotráfico.
Fuentes: Redacción Rosario/Radio Universidad Santa Fe/Télam