La concejala Carola Nin, integrante de la Comisión de Ecología del Concejo, solicitó informes a la Municipalidad sobre su actuación en controles, luego de que un estudio detectara la presencia de agroquímicos en frutas y verduras que se comercializan en la ciudad.
Mediante un comunicado, la concejala informó que la comisión que integra recibió un análisis a cargo de Enrique Zárate, abogado especialista en ambiente, que reveló presencia de agroquímicos en frutas y verduras comercializadas en la ciudad.
“Los rastros de Clorpirifos, prohibido por el Ministerio de Salud de la Nación, y Profenofos, sustancia prohibida en la Unión Europea y varios países de la región, encontrados en los alimentos superarían, en la mayoría de los casos, el límite máximo establecido por el Senasa”, señala el análisis difundido por la edila justicialista.
“El Estado Municipal debe y puede tener un rol más activo a la hora de garantizar el derecho a la salud y a la información de los rosarinos. Este proyecto apunta a fortalecer esa tarea”, señaló Nin.
En el proyecto elaborado por la concejala se «insta al municipio a analizar, respecto de la presencia de agroquímicos, 10 explotaciones fruti-hortícolas y locales de comercialización, tomando muestras de al menos 10 frutas y/o verduras, priorizando aquellos productos que se encuentren entre los más consumidos por la ciudadanía”.
Los resultados de ese análisis, que se recomienda realizar anualmente, deberán ser presentados al Concejo en un plazo no mayor a 60 días desde su obtención. En dicho proyecto Nin también sugiere la realización de un estudio y de una campaña educativa y de información.
Asimismo, el proyecto encomienda al Ejecutivo los siguientes puntos:
- Hacer campañas de difusión sobre la eliminación segura y efectiva de los residuos de los productos fitosanitarios de frutas y verduras
- Informar sobre fitosanitarios que se usan habitualmente en las explotaciones fruti-hortícolas, sus características, formas de uso, plazo de seguridad, riesgos de contaminación ambiental y afección a la salud;
- Comunicar buenas prácticas fitosanitarias y agrícolas, que deben aplicar los técnicos de protección de cultivos y agricultores, que permitan garantizar un uso seguro y sostenible.
- Difundir estudios y/o análisis realizados a nivel nacional, provincial y local por instituciones públicas o privadas sobre la utilización de agroquímicos en frutas y verduras que se consumen.
