Los recientes aniversarios del diario El Ciudadano y el periódico El Correo de Firmat tienen en común que en ambos casos se trata de los primeros desde que fueron recuperados por sus trabajadores y trabajadoras, que son quienes ahora los gestionan y deciden sus contenidos, sus rumbos, su presente y su futuro. Y vaya si también hay historia.

El Ciudadano cumplió 19 años que por intensidad bien pueden multiplicarse por 7 cada uno. No es que haya sido una vida de perros, pero los tarascones patronales de los que hubo que ir defendiéndose fueron muchos. Ahora, acabada la rabia, los laburantes del diario rosarino transitan sus primeros meses de autogestión y transformación.

Los rastros de lo que se viene se pueden encontrar en las notas que publicaron en el marco del reciente aniversario: El Ciudadano está en pleno “sumergirse” en la “cultura digital contemporánea”, advirtieron Cristian Alarcón y Sebastián Hacher. Alarcón es director de Revista Anfibia, Hacher editor de Cosecha Roja, ambos exponentes de esa cultura digital que asoma y encarna en los mismos 60 trabajadores que a la vez sostienen el matutino impreso, que pese a tantas situaciones de conflicto límite nunca dejó de circular por las calles rosarinas.

“Se trata de un proceso en marcha, imparable, en el que el contenido y la forma, los métodos y las dinámicas cuestionan a cada uno de los miembros del colectivo, al tiempo que intentan potenciar una identidad única: la de ciudadanos que piensan en ciudadanos. Y todo esto, con mística”, olieron ya Alarcón y Hacher, sumados a esta nueva etapa de los aguerridos trabajadores del diario cuya primera edición se distribuyera el 7 de octubre de 1998.

El cruce con los hacedores de Anfibia y Cosecha Roja es parte de las decisiones tomadas por la cooperativa de trabajo La Cigarra, conformada tras la retirada definitiva del grupo Indalo, último grupo empresario propietario. Además de en el propio, la cooperativa se respalda en otros sindicatos y también en organismos y entidades de la economía social,  instituciones y organizaciones comunitarias, movimientos sociales y agrupaciones políticas y los distintos niveles del Estado, sobre todo provincial y municipal, que necesitan como el agua un poco más de pluralidad informativa en el siempre concentrado mercado rosarino.

Así, la nueva impronta narrativa y la transformación hacia lo digital deberán ir de la mano con la necesidad de dar respuesta a esa expectativa de expresión de sus voces de tantos sectores que siempre dieron el presente en la eterna pelea de El Ciudadano por su sobrevivencia. El desafío no es menor, pero buenos cronistas y buenos luchadores abundan en la redacción de Ovidio Lagos y Brown.

En Firmat también estuvieron de aniversario bajo nueva era autogestionada. Se trata de nada menos que 103 años, que dan cuenta de lo profundo de la inserción en la zona del periódico y su portal, ahora manejados por sus trabajadores tras el retiro patronal a fines de junio pasado.

La cooperativa de trabajo El Correo de Firmat ya obtuvo su matrícula del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) y el inicio de su gestión transcurre sin sobresaltos y con buena repercusión en la comunidad. En su escala, los 6 trabajadores del medio firmatense enfrentan desafíos similares a los de El Ciudadano. “Trabajar y decidir entre todos es un proceso, un aprendizaje”, admitió Mariano Carreras. Y contó que activar para una mayor presencia en las redes sociales fue una de las primeras tareas que emprendieron. Acá también se trata de congeniar una tradición –en este caso centenaria– con las nuevas tecnologías y generaciones. Y lo mismo en cuanto a la relación con la comunidad. “Empezamos también a trabajar mucho para un contacto más fluido con los lectores, queremos que la gente sepa que se puede acercar, que puede llamar y hablar con nosotros. Nosotros decimos que El Correo es de todos los firmatenses y lo queremos hacer concreto”, resumió Carreras.

 

El pionero riojano

Lo de El Ciudadano en Rosario y El Correo en Firmat en tanto medios de comunicación gestionados por sus trabajadores tiene correlato en varias provincias argentinas y una cooperativa pionera: Copegraf, editora del diario El Independiente, de La Rioja, que también estuvo de celebración porque el 12 de octubre cumplió 58 años. En su nuevo aniversario, el diario que se transformó en cooperativa en 1971 llamó a “poner en valor el rol del cooperativismo como herramienta para el desarrollo productivo” y a “forjar redes de contención” basadas en el asociativismo. Así lo resaltó Julio Delgado, presidente de Copegraf, al tiempo que remarcó la necesidad de afianzar el trabajo solidario y de cooperación mutua “para seguir cumpliendo sueños”.

Sobre la coyuntura que enfrentan las cooperativas y demás organizaciones sociales, Delgado indicó: “En todos los sectores se está discutiendo el rol que cumple cada uno frente a un contexto con condiciones que no son compatibles para el desarrollo; el cooperativismo no es ajeno a este debate y entiendo que esta crisis es una oportunidad para que el movimiento se fortalezca”.

Además de presidir Copegraf, Delgado es titular de la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (Fadiccra), de la que forma la cooperativa La Masa, que produce este periódico y el diario digital Redacción Rosario. Copegraf también integra entidades de segundo grado de su provincia y su presidente sostiene que “la fortaleza radica en saber forjar redes de contención como son las federaciones. Tenemos una interacción permanente con el mundo cooperativo porque entendemos que de manera aislada no se puede lograr nada”, subrayó el dirigente riojano.

 

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