La concejala de Iniciativa Popular (IP) Fernanda Gigliani presentó un pedido de informes para conocer el cumplimiento de la ordenanza que regula los Food Trucks. “Algunas de estas unidades se presentan más como de publicidad móviles de grandes marcas que como una oferta gastronómica alternativa”, señaló la edila.

A través de un pedido presentado este miércoles en el Concejo Municipal, Gigliani solicitó información sobre “la nómina de titulares, indicando en cada una de las unidades habilitadas identificando a el/la titular que posee la formación en gastronomía”, tal cual se lee en el texto ingresado al Concejo.

En su iniciativa, la edila también reclama saber “cómo se lleva adelante la regulación de la oferta alimentaria «gourmet» en cada unidad, y si se observa la diversidad dentro de la totalidad”.

“Queremos que la intendencia nos responda quien autorizó este cambio de modalidad en la alimentación de energía contemplado en la ordenanza y en el decreto reglamentario; si se está llevando adelante la fiscalización sobre la rotación de todos los puntos geográficos establecidos en la ordenanza y si las unidades que utilizan sus vehículos como un medio de publicidad móvil en la vía pública, abonan un canon” expresó la edila en su proyecto.

Gigliani, recordó que en el año 2015, el concejo Municipal de Rosario, con el objetivo de “dar respuesta a la fuerte demanda de comida sana, económica, de calidad, y adaptándose a las condiciones de rapidez con la que se mueve la vida moderna”, aprobó la nueva modalidad de comercio de alimentos en la vía pública, denominada Food Trucks.

“Los Food Trucks a diferencia de cualquier otro puesto callejero de venta de alimentos procesados, debían ser emprendimientos de cocineros y chefs calificados, que con limitaciones para poder llevar adelante la apertura de un comercio gastronómico, a modo de restaurant, por los excesivos costos que esto implica, encontrarían en los Food Trucks, una nueva herramienta laboral genuina con una inversión dineraria, más a su alcance”, remarcó Gigliani.

Según la concejala, “en ésta oferta novedosa que apuntaba a ser una oportunidad para nuevos emprendedores, podemos observar en la actualidad, que muchas de las unidades habilitadas, en forma permanente, son sucursales de comercios gastronómicos ya instalados en la ciudad, y que cuentan con una carta alimentaria que dista mucho de lo originalmente planteado”. “En casi la totalidad de estos camiones de comida «gourmet», solo podemos encontrar, hamburguesas, papas fritas, panchos, pizzas, milanesas, en otras palabras que puede considerarse comida no saludable”, añadió.

“Otro punto que nos llamó la atención es la precariedad de algunas de sus instalaciones. La ordenanza y el decreto que los reglamenta, consignaban que estas unidades debían ser alimentadas con energía limpia a través del tendido eléctrico público o a través de generadores que se instalaban para tal fin”, apuntó Gigliani. Y agregó: “En realidad hoy observamos que la totalidad de unidades habilitadas lo están haciendo de a través de improvisadas conexiones de gas envasado”.

“Observamos también que actualmente algunas de estas unidades se presentan más como unidades de publicidad móviles de grandes marcas que como una oferta gastronómica alternativa de nuevos emprendedores gastronómicos” señaló Gigliani.

“Si bien nosotros en su momento, no acompañamos este proyecto, nos interesa que las ordenanzas que son debatidas y aprobadas, luego se cumplan”, planteó la edila, para luego concluir: “En esto de la función de control que nos cabe como Concejo Municipal hemos advertido que aparecen una serie de transgresiones que creemos desvirtúan los objetivos que originalmente motivaron las creación de esta nueva oferta gastronómica para la ciudad”.

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