Cientos de miles de venezolanos marcharon este lunes en el oeste de Caracas, en rechazo al fallido intento de magnicidio contra el presidente, Nicolás Maduro, ocurrido el pasado sábado 4 de agosto.
La marcha partió desde la avenida México y se concentró en las afueras del Palacio de Miraflores, sede del Gobierno central de Venezuela, según publicò la agencia de noticias rusa RT, que transmitió en vivo a lo largo de toda la marcha y los actos artísticos que se organizaron para el pueblo caraqueño.
El fallido atentado ocurrió durante un acto castrense, por el 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Mientras Maduro ofrecía un discurso fueron detonados dos drones con explosivos.
Gracias a la rápida respuesta de su seguridad, el mandatario salió ileso; pero hubo varios oficiales de la GNB que resultaron heridos.
«Quieren una guerra entre los venezolanos»
El canciller venezolano Jorge Arreaza se dirigió a los presentes en la concentración, y dijo que «lo que quiere la oposición es una guerra entre los venezolanos, es lo que han buscado durante los últimos años».
El funcionario reiteró la acusación que ha hecho Venezuela sobre la presunta participación del Gobierno de Colombia en el fallido atentado, y señaló que no es una acción nueva, porque «los dirigentes políticos de Colombia son hipócritas, durante más de 200 años han agredido a Venezuela».
«Magnicidio en grado de frustración»
El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, por su parte, dijo que el atentado «no fue un intento de magnicidio», fue «un magnicidio en grado de frustración», porque hicieron todo lo que tenían que hacer, pero fallaron.
«Ahí hubieran muerto más de 60 personas», señaló, e indicó que la derecha venezolana e internacional traspasó «una barrera, hicieron lo inimaginable».
El alto dirigente chavista enfatizó: «No tienen la menor idea de lo que haría el pueblo de Venezuela si aquí le pasa algo al hermano presidente Nicolás Maduro».