El proyecto comienza un proceso de análisis y consulta popular. Se incorpora el matrimonio igualitario. Se institucionalizan otras formas de propiedad no estatal que ya vienen funcionando. Se reafirma el papel rector del Partido Comunista y el carácter socialista del sistema político, económico y social.
El pueblo de Cuba comenzó el proceso de análisis y discusión de una nueva Constitución que institucionaliza, acompañe y legitime los cambios que ya se vienen dando en la realidad desde hace tiempo.
La Carta Magna actual rige desde 1976. El proyecto para una nueva Constitución se viene analizando desde 2013. Los cambios serán profundos. El texto pasará de tener 137 artículos a 224. Solo quedarán 11 vigentes de los que rigen desde hace 42 años, se modificarán 113 y se eliminarán 13.
Los cambios son mucho más profundos que los realizados en 1978, 1992 y 2002. A la hora de hacer estudios comparativos, la Asamblea Nacional del Poder Popular estudió varias constituciones, pero sobre todo las de Venezuela, Bolivia y Ecuador en el continente, y las de Vietnam y China, en estos dos casos, como particulares modelos de articulación de socialismo con economía de mercado.
Tras la etapa de análisis, que pasará por distintas instancias de representación a distintos niveles, se prevé una consulta popular entre agosto y noviembre próximos. El texto debe luego a la Asamblea Nacional, donde se vuelve a analizar y eventualmente modificar
La consulta popular es el requisito previo para que después el texto vuelva a la Asamblea Nacional del Poder Popular y eventualmente se agreguen, quiten o modifiquen artículos.
En materia económica, se agregan otras formas de propiedad, diferentes de la estatal, como la que ya rigen en los emprendimientos privados que funcionan desde hace años en la isla. “La nueva Constitución, al definir los diferentes tipos de propiedad que pueden coexistir en la economía (socialista de todo el pueblo; cooperativa, mixta; de las organizaciones políticas, de masas y sociales; privada y personal), reconoce que pueden existir otras, así como que el Estado va a estimular aquellas de carácter más social”, señaló el sitio Cubadebate.
En el terreno político, el presidente no podrá superar dos mandatos consecutivos de cinco años cada uno. O sea que el actual mandatario, Miguel Díaz Canel, no podrá seguir en el cargo más allá de 2028. Además, según dispone el proyecto, quien lo suceda deberá cumplir un nuevo requisito: no podrá superar los sesenta años.
En materia de derechos civiles, la incorporación del matrimonio entre personas de un mismo sexo. El texto dejará de definir al matrimonio como la unión “entre un hombre y una mujer” y señalará “entre dos personas”. Este cambio suscitó la oposición de sectores religiosos, tanto católicos como evangelistas.
La idea general del proyecto de la Nueva Constitución es “actualizarse para que la institucionalidad se fortalezca y con ella el modelo económico y social” señalaron fuentes del gobierno.
El proyecto plantea la eliminación del término “comunismo” en una parte del texto. Y sobre este cambio, obviamente, hicieron foco todos los medios corporativos del mundo y todos los voceros del neoliberalismo, con el objetivo de considerarlo una victoria sobre Cuba.
Pero no es más que otra engañifa de parte de los mismos que ya vienen asignándose, desde hace décadas, falsas victorias sobre Cuba. La nueva Constitución, reafirma, una vez más, tanto “el papel rector del Partido Comunista de Cuba” como “el carácter socialista del sistema político, económico y social” de ese país.
La nueva Carta Magna mantendrá su ya histórica “condena al imperialismo, al fascismo, al colonialismo o neocolonialismo en cualquiera de sus manifestaciones”.
Y los pilares del modelo socialista tampoco serán modificados: la salud pública seguirá siendo un derecho de todas las personas y la educación continuará siendo gratuita “desde preescolar hasta la enseñanza universitaria de pregrado”, y siempre bajo el programa de economía planificada del estado socialista cubano.
