Milagro Sala fue trasladada la noche de este martes al penal federal salteño de General Güemes, por orden del juez Pablo Pullen Llermanos, cuando cumplía prisión domiciliaria, medida que fue calificada por allegados a la dirigente como «arbitraria y contraria a lo dispuesto» por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Suprema de Justicia.

El martes pasado la dirigente de la Tupac Amaru fue hallada inconsciente en ese domicilio y trasladada al hospital de Jujuy Pablo Soria, tras desvanecerse y perder la conciencia, aunque días después volvió a la vivienda.

En la disposición del juez, se exigió «las máximas medidas de seguridad» tanto para su traslado como para las veces que tenga que viajar a Jujuy para las diferentes audiencias judicales, por lo que se notificó tanto al ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, como así también a su par de Seguridad, Patricia Bullrich.

“La quieren muerta”, fue la denuncia realizada por el Comité por la Libertad de Milagro Sala, desde el que señalaron que “el gobernador Morales y el juez Pullen Llermanos continúan con su política constante de hostigamiento contra Milagro”.

“Cada vez queda más en claro que no les interesa en lo más mínimo su vida. No les interesa la justicia sino la revancha contra una mujer que hizo lo que no hizo ningún político en Jujuy por los más humildes”, planearon desde el Comité. Y remarcaron: “Le decimos a Morales que no vamos a parar hasta que Milagro esté libre”, aseguraron.

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