El aguerrido ex volante de Racing la pegó en Twitter, con un humor ácido y comprometido, y sus videos suman miles de reproducciones. En diálogo con el eslabón, le pega al gobierno,  a la AFA y sale a jugar fuerte en contra de las Sociedades Anónimas Deportivas.

Muchos recordarán a ese grandote melenudo que metía como loco en el mediocampo de la Academia de Avellaneda, en la segunda mitad de la década del 80. Otros recién lo habrán descubierto cuando revolucionó las redes sociales después de publicar en su cuenta del pajarito azul que “volvería al fútbol sólo para romperle las dos piernas a Icardi”. Lo cierto es que Hugo Humberto Lamadrid, que lideró la lucha contra el gerenciamiento del club de sus amores y que laburó en la ex Esma, nunca pasa desapercibido, y no sólo por su gran porte físico.

“Esto de las redes fue un poco de casualidad, porque no es algo que busqué”, dice Lamadrid del otro lado de la línea, y argumenta: “En su momento me metí a Twitter como muchos otros, allá por el 2009. De entrada no sabía muy bien cómo funcionaba y sólo tenía la ventaja de ser alguien medianamente conocido, entonces la cuenta fue creciendo más o menos a buen ritmo, hasta que se dieron algunas circunstancias aleatorias, como el tuit de Icardi, que llamó más la atención. Igual es algo que hoy no volvería a escribir porque tenés determinada cantidad de seguidores y se amplifica demasiado lo que ponés, estás jugando al borde de la falta de respeto, o de quedar para la mierda, o querer hacerte el gracioso con algo que no va. Ahora mido bastante las cosas, y creo que es parte de un crecimiento y un conocimiento de algo que para mí era nuevo y que de a poco me fui adaptando”.

De aquellos tuiteos picantes, que de alguna manera lo instalaron en el ambiente, el gran paso lo dio después del consejo que le dio el ladero de Capusotto y ex guionista de Tato Bores, entre muchos otros. “Alguna vez Pedro Saborido me dijo que él entraba a leer mi cuenta, a pesar de no tener Twitter, porque le gustaba lo que escribía y le llamaba la atención”, rememora Hugo, que los sábados conduce el programa radial Carentes de talento, que se emite por FM Secla. “Me dijo que pruebe diciéndolo, en vez de escribirlo, que me filme. Y la verdad que no es fácil. De a poco fue saliendo mejor, así que me largué”. No sólo se largó, sino que la pegó: su cuenta tiene más de 60 mil seguidores y sus videos alcanzan las 20 mil reproducciones.

“También tengo Instagram, pero es otra cosa, es más para mostrar que para decir, y Twitter combina las dos características, la de mostrar y la de estar en el momento con lo que está pasando”, confiesa el ex jugador de Aldosivi, Mandiyú, Quilmes, San Martín (SJ), Douglas Haig, Universidad de Chile, entre otros. Y aclara que “en su momento di de baja una cuenta de Facebook, porque cansa, pero ahora me abrí otra”.

Con 52 pirulos, su regreso al más popular de los deportes sigue estando en el andarivel de las “cuentas pendientes”, reconoce el DT, que tuvo un brevísimo paso por el banco de Douglas. “Me recibí de entrenador en el 99. Es una deuda pendiente que me queda, pero no lo veo cercano, porque el rumbo va encarando para otro lado. Pero sí me quedé con muchas ganas porque entiendo que tengo buen manejo de grupo, que le llego bien al jugador, pero hay una cuestión muy clara que tiene que ver con la edad. Y haber estado afuera del fútbol casi 15 años hace que te desactualices, que no estés al día con métodos de entrenamiento, con estas cuestiones tecnológicas con las que hoy cuentan los planteles”, agrega.

Siempre yo te sigo a todas partes

Este hombre que supo carcomer tobillos ajenos ahora le entra duro y parejo a la red social que al principio permitía 140 caracteres pero que ahora te deja estirar hasta los 280. Y sus publicaciones pegan tanto, como él lo hacía en el verde césped, que el número de sus seguidores asciende a 60.461. Entre ellos, algunos conocidos de variados rubros, como Jorge Rial, Mónica Ayos, Chato Prada, Mariano Iúdica, el Flaco Juan María Traverso, Matías Martin, Juan Pablo Varsky. “Antes –admite Hugo– me fijaba cada tanto quién me seguía. Pero en un momento perdés la noción de la gente que te sigue”.

Este tuitero serial aporta que entre sus seguidores hay personajes del mundo de la música, por el que él también suele caminar con su guitarra, o en recitales y presentaciones. “Sí tengo muchos artistas y músicos que se fueron enganchando con videos que yo hacía que se llamaban La Academia de los cuatro acordes, un título medio capusotesco, donde tocaba algunos segundos de algún tema conocido, y lo toco mal, para el orto, porque en verdad toco para el orto”, comenta entre risas, y confiesa: “Ahí noté que algo de novedoso tiene la cuenta, porque son seguidores que no son de mi ámbito natural”.

Es que si bien algunas líneas le dedica al deporte de la redonda, como su sesión “Qué dijo el jugador de fútbol cuando dijo lo que dijo” –en el que descassetea a los futbolistas–, o en el que enumera características del volante central –como la prohibición de usar botines fluor, o peinados con gel, entre otras recomendaciones–, también deja la pelota de lado para recopilar particularidades sobre la doble moral de los argentinos, en el que hace “una especie de descripción de nuestras miserias”, y además juega en el campo de la política, como por ejemplo en una de sus últimas publicaciones, en la que refiere a la reciente internación del Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, días después de haberse reunido con el FMI.

“Todas esas cosas a la gente le gusta mucho y se engancha. A veces tomo de las respuestas material para reciclarlo a mi manera y volver a tirarlo”, añade.

Hugo Lamadrid y sus videos

El futbolista de Racing entre 1985 y 1991, hoy devenido en standupero, revela que durante su trayectoria con los cortos puestos no aportaba esa cuota de gracia en los planteles con los que le tocó compartir vestuario. “En el colegio quizá sí, pero en el ámbito del fútbol, donde me desarrollé gran parte de mi vida, no tenía esa característica”, asegura.  

Su incursión en el humor le permitió codearse con cracks como Pedro Saborido, con quien ya comenzó a tirar paredes. “Tenemos algunas charlas, estamos dándole vueltas a algo a ver si podemos hacer cosas juntos. Hay un proyecto armado, que tiene que ver con la gastronomía y el fútbol”, adelanta el entrevistado, pero aclara: “Está presentado en varios canales y veremos si camina, ya que estamos en una época complicada para conseguir un mango y que alguien lo produzca”.

El ex jugador con pasado en las selecciones juveniles saca pecho a la hora de contar la “muy buena relación” que mantiene con la mente que está detrás de los videos de Diego Capusotto. “Cada vez que le gusta algo de lo que hago me manda un mensaje por WhatsApp. En estos días hice el video parodiando a Vidal y le gustó. Ojalá y en el futuro podamos hacer algo juntos”, desea.

Volante combativo

Hugo Lamadrid colgó los botines en 1999, cuando jugaba sin cobrar en el Milan, pero de Pergamino. Al poco tiempo, sus escasos ingresos no le dejaron otro camino que “reventar un auto” para pagarle al banco, y luego se las rebuscó abriendo una panadería. Pero en 2001, el golpe lo recibió él, y la crisis lo empujó a ponerse de nuevo el overol. “Mi mujer me dijo que me ponga yo a cocinar, y así arranqué. Como no tenía ni idea, me puse a leer un libro de Choly Berreteaga y cociné una pastafrola. Me salió horrible, se me quemó, no la quería comer nadie, pero a la tercera me salió bien”, cuenta hoy entre risas este personaje que llegó a estudiar dos años de Psicología en la UBA, y a trabajar como bancario en el HSBC. “Después de estar 3 años ahí me echaron porque yo iba a las marchas contra el gerenciamiento de Racing, salía en los medios, y como no podía dar esa imagen a la empresa me ofrecieron un retiro voluntario y lo agarré”, rememora, quien luego continuó laburando en el Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviados, que funcionaba en la ex Esma.

Habilidoso de pibe, Lamadrid se fue transformando con los años en un metedor del mediocampo. Militó en el club de sus amores contra el gerenciamiento de Blanquiceleste S.A. que duró desde fines del año 2000 hasta mediados de 2008. “Me tocó vivir un momento histórico de Racing, en la etapa en la que el gerenciamiento se estaba robando todo”, remarca Hugo, y advierte: “Por eso hoy tenemos que estar atentos ya que el gobierno nacional planea implementar esto de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en los clubes, sobre todo de categorías menores, que acarrean mayores problemas económicos. Entonces crean un campo de cultivo espectacular para esta gente que va a venir con la mentalidad del empresariado argentino, que es generar la mayor ganancia en menor tiempo posible, sin importarles demasiado las distintas actividades que pueda tener esa institución o lo que piensen sus socios”.

“Me preocupa que se instale esto con tanta frecuencia –continúa– no tanto para los clubes grandes, que no tienen en carpeta cambiar su forma jurídica, pero sí aquellos que estén complicados desde lo económico, que tranquilamente pueden ver en una SAD la solución a sus problemas. El tema es que después posiblemente esos clubes sean vaciados como le ocurrió a Racing, perdiendo muchos jugadores de divisiones inferiores”.

Y como los abanderados de este negociado son el presidente de la Nación Mauricio Macri, y el de Boca Daniel Angelici, Lamadrid –fiel a su estilo– reparte para todos lados, contra la alianza Cambiemos y la AFA. “En todo gobierno existe una tensión, una relación entre el mercado y el Estado. Este gobierno tiene muchos funcionarios que forman parte de esos mercados, entonces no extraña lo que está sucediendo, porque cuando el mercado se impone por sobre el Estado, corremos el riesgo de ser una celda más en el excel en el que tienen que cerrar los números. Y las celdas somos nosotros, nuestros derechos, pero a ellos mucho no les importa que caigamos del nivel que supimos tener, o que mucha gente tenga que decidir si paga una factura de servicio o compra comida para toda la semana. La teoría de estos tipos es otra, y nunca fue ampliar o cuidar los derechos de determinadas clases. La clase a la que ellos pertenecen no tiene mayores problemas con estas políticas”, dice el comediante, en un claro análisis.

Y también pone el cuerpo contra la casa madre del fútbol argentino: “Tuvo un recorrido en los últimos años en que la vimos atravesar por un montón de situaciones, desde la muerte de Grondona hasta una intervención con una Comisión Normalizadora que anormalizó las cosas. Después fue lo del 38 a 38 vergonzoso, que termina desembocando en esta situación con Chiqui Tapia como presidente y Angelici con un poder importante en la toma de decisiones. Desde afuera no nos queda más que opinar, porque no tenemos ningún poder de decisión ni somos una voz escuchada”. Y lamenta: “Todo esto terminó con un rendimiento de la Selección en el Mundial, no digo vergonzoso pero casi casi. Pienso que tiene que haber un gran cambio no sólo en la AFA sino también en la formación de futbolistas en divisiones inferiores”.

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