Además de repudiar los recortes en Salud a nivel nacional y aprobar el autocultivo de cannabis medicinal y la reparación económica a hijos de víctimas de femicidios, el cuerpo de ediles se mostró a favor de jugar el clásico rosarino en paz y en la ciudad.
Los pasos de la historia cotidiana, a golpe de sinsabores y logros, espejaron, como cada semana, en el Palacio Vasallo. Así hubo reclamos a la Nación por recortes en Salud, y un par de satisfacciones como la reparación económica a hijos de víctimas de femicidios y el fallo judicial que autoriza el autocultivo de cannabis medicinal. La inminencia del clásico del fútbol rosarino también se hizo un lugar entre los temas, porque como asegura el bíblico dicho, no sólo de pan vive el hombre. Esto sin contar, claro, que en el último mes hubo que destinar 30 mil pesos para una vida de mínimo decoro.
Recortes que duelen
El concejal Enrique Estévez (Bloque Socialista) llevó la voz cantante en la presentación de Declaración, a través de la cual se manifiesta una profunda preocupación por el recorte al área Salud, previsto en el proyecto de Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional para 2019, que fue presentado por el Ejecutivo y cuyos alcances están siendo resistidos y discutidos en todos los ámbitos.
“Presentamos esta manifestación y adherimos a la Marcha Federal en Defensa de la Salud Pública, que se realizó el 4 de octubre en todo el país, como muestra de nuestra preocupación”, dijo Estévez a el eslabón. Y señaló que esto comenzó desde el mismo momento en que desjerarquizó al Ministerio de Salud en Secretaría.
“Entendemos que comenzaron a notarse una serie de deficiencias en el sistema de salud pública como por ejemplo la disminución de la provisión de distintos medicamentos, la falta de insumos, la no cobertura de medicamentos de altos costos, los problemas en las prestaciones por discapacidad y los recortes de Programas”, enumeró como cuadro de situación.
“Creemos en la construcción de una salud pública, como en la ciudad de Rosario, ese es el camino que debe tomar el Gobierno Nacional y no como lo está haciendo, no sólo con la desjerarquización, sino también con la propuesta de recortes claros en esta materia”, explicó Estévez, cuyo proyecto logró el voto de la mayoría reglamentaria, ya que Cambiemos no lo acompañó.
Es interesante repasar las líneas más fuertes de los considerandos de la iniciativa de Estévez. Allí se lee que “«La lucha por la universalización de la salud aparece como una parte intrínseca de la lucha por la democracia, así como la institucionalización de la democracia surge como condición para garantizar la salud como derecho de ciudadanía». Esta frase de Sonia Fleury no parece estar en la mira del proyecto del gobierno nacional. Por el contrario, la lamentable decisión de desjerarquizar el Ministerio de Salud al rango de secretaría se corresponde con la matriz ideológica del proyecto del gobierno de la alianza Cambiemos, constituyendo un enorme retroceso institucional que la equipara a las medidas tan desacertadas de las dictaduras de Pedro Eugenio Aramburu y Juan Carlos Onganía, en términos de recortes en la calidad de vida y salud de la población más vulnerable”.
El clásico
“Este Concejo vería con agrado se arbitren los medios necesarios tendientes a posibilitar la concreción del clásico rosarino, a jugarse con motivo de los cuartos de final de la Copa Argentina, con la presencia de ambas hinchadas en el estadio”. Así lo consideró el edil Lisandro Zeno que como era de esperar encontró eco para su propuesta, más aún, también polémicas. El marco lo dio el Día Internacional de la No Violencia, conmemorado a nivel internacional, el 2 de octubre.
“Es por culpa de los violentos que hace ocho años no se puede ver un clásico” , dijo Zeno, y repasó las circunstancias que llevaron a ese cuadro de situación. La iniciativa prevé que el Legislativo local pueda intermediar, en la medida de sus posibilidades, ante los clubes de Rosario a través de sus presidentes y capitanes. Además de la Municipalidad, organismos de seguridad del Gobierno de la Provincia y demás organizaciones que se consideren actores relevantes a los fines de promover la concreción del clásico en nuestra provincia, con presencia de ambas hinchadas.
“¿Por qué por algunos violentos se priva a la gran mayoría de los hinchas de participar del clásico?”, interrogó una y otra vez Zeno. “Proponemos intercerder con todas las partes, que se termine la violencia, que se garanticen las medidas de seguridad, para que vuelva la pasión a las canchas”, aseguró.
“Debemos hacer todos los esfuerzos para reivindicar la pasión pero separarlo de la violencia, no podemos garantizar la seguridad pero sí llevar adelante un cúmulo de actividades que propone el proyecto, tenemos que aportar desde nuestro lugar, es importante que como concejales nos manifestemos”, terció el concejal Roberto Sukerman (FpV). “Podemos convocar a las autoridades y jugadores de los clubes, como se hizo en 2016, con la consigna violencia cero”, sumó la edila Agustina Bouza (Cambiemos). Desde el oficialismo, Horacio Ghirardi, calificó a los “grupos minoritarios de violentos, asociados en bandas delictivas que fomentan un negocio no legal”.
Además, dijo que “es un gran momento para que desde las dirigencias que se están renovando, aporten desde una mirada joven en el sentido de pacificar y llamar a la cordura. Por supuesto hay responsabilidad de las autoridades políticas y provinciales, pero mucho también de las autoridades de los clubes, ojalá prime la cordura”.
Mamá cultiva
El Concejo también aprobó la Declaración propuesta por la concejala Caren Tepp (Ciudad Futura), para manifestar el beneplácito por el fallo judicial que, como medida cautelar, autoriza a seis mamás al autocultivo de cannabis con fines medicinales en beneficio de sus hijos e hijas. En los fundamentos se considera a esta medida como un “valioso precedente a la hora de diseñar las políticas públicas necesarias a fin de cambiar el paradigma en la materia, valorando especialmente que dicho proceso ha sido efectuado de manera colectiva”. En el acompañamiento de esta lucha intervinieron la Asociación de Usuarios y Profesionales por el Abordaje del Cannabis (AUPAC) y las Facultades de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas y de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario.
“Este Cuerpo manifiesta su reconocimiento a Érika Rojas, Carina Prieto, Natalia Mola, Natalia Kaliroff, Analía Angelicola, Fernanda Masin, Natalia Porcile, «Madres que se Plantan», tal cual lo hizo la justicia, quienes entendieron que la mejor manera de dar calidad de vida a sus hijos e hijas fue organizándose, empujando los límites de lo posible, siendo las principales protagonistas en los procesos de lucha en relación al cannabis medicinal y participando activamente en el ejercicio del derecho a la salud”, enfatizan los considerandos del beneplácito aprobado.
Brisas a favor
La de las mamás que cultivan no fue la única mirada sobre el áspero tejido social. Por iniciativa de la concejala Renata Ghilotti (Cambiemos), el Concejo también se manifestó a favor, de la reciente reglamentación por parte del Gobierno Nacional de la ley n° 27.452, más conocida como Ley Brisa, la cual prevé una reparación económica a las niñas, niños y adolescentes, hijos de víctimas de femicidios o violencia intrafamiliar. La Declaración contempla la medida como un “modo de profundizar y jerarquizar las políticas que se llevan adelante desde el Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), favoreciendo la igualdad de oportunidades y la lucha contra la discriminación y la violencia de género”.
Minuto de silencio
El cuerpo legislativo local recordó, con un minuto de silencio lleno de emoción, a Santiago Dalleva, joven que perdió la vida en un accidente de tránsito en la madrugada del jueves último. Músico, militante social y referente de la lucha por la recuperación de los clubes de barrio, sobre todo el San Martín, en la zona norte, del que era vice presidente. Santiago, que supo trabajar en el Vasallo, era hijo de la ex concejala de la Unión Cívica Radical, Patricia Cosgrove, y de Ángel Dalleva, ex funcionario municipal durante la intendencia de Horacio Usandizaga.
