El vicepresidente de EEUU Mike Pence reprendió a Guatemala, Honduras y El Salvador por sus vínculos comerciales con países como China. Lo hizo durante una conferencia sobre el Triángulo del Norte de Centroamérica en Washington.
Pence recibió en la sede del Departamento de Estado al presidente de Guatemala, Jimmy Morales, al dictador impuesto por ellos en Honduras, Juan Orlando Hernández, y al vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz, en la Segunda Conferencia sobre la Prosperidad y la Seguridad en Centroamérica, tal como publica el sitio El Caminante.
Pence fue directo y brutal a la vez: “Les digo a cada uno de los países representados aquí, en nombre de mi gobierno, en un momento en que ustedes construyen asociaciones comerciales con otras naciones como China, les pedimos que se concentren y les pedimos transparencia y que piensen en sus, y en nuestros, intereses a largo plazo”.
El vice de Donald Trump agregó: “Hoy, en un momento en que China intenta expandir su influencia en la región, la mejor manera de resolver estos problemas, creemos que es el fortalecimiento de los vínculos entre Estados Unidos y el Triángulo del Norte”.
El enojo de un dictador
Uno de los asistentes a esa conferencia, el dictador de Honduras Juan Orlando Hernández, reaccionó molesto por los dichos del presidente Trump acerca del presunto despilfarro de millones de dólares que ha dado la Casa Blanca en programas de cooperación.
En una comparecencia conjunta con su par guatemalteco Jimmy Morales, el titular del Ejecutivo hondureño aseguró que su gobierno no tiene acceso al dinero que suele dar EEUU para programas de asistencia.
“La cancillería y la Secretaría de Finanzas ya se pronunciaron al respecto y si alguien tiene dudas (sobre ello), Honduras no administra recursos y sobre su utilización, vayan a preguntar a la embajada”, dijo Hernández en tono molesto.
La respuesta del presidente surge luego que la Secretaría de Relaciones Exteriores enviara una nota de protesta en repudio por las declaraciones que dio el ocupante de la Casa Blanca sobre el paradero del dinero que debería utilizarse para el desarrollo.
La secretaria de Finanzas, Rocío Tábora, salió al paso del reclamo de Trump al asegurar que Usaid es la responsable del uso del dinero que aporta EEUU.