El llamado a incluir en una coalición a quienes están a favor y en contra del aborto, por parte de CFK, sacudió al movimiento feminista. Tres referentes locales dan diferentes interpretaciones de la idea pero coinciden con el objetivo de la ex presidenta: hay que vencer al neoliberalismo.
Cristina Fernández apostó a un frente social, popular y patriótico en la apertura del Primer Foro Mundial de Pensamiento Crítico, del Consejo Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales (Clacso). En esa apuesta dejó en claro que deben estar todos y todas y su planteo no escapó a las discusiones más acaloradas, como es el caso del derecho al aborto y las contraposiciones de opiniones. Viviana Della Siega, Majo Poncino y Majo Gerez, referentes y activistas del movimiento feminista en nuestra ciudad plantearon diferentes lecturas acerca de las palabras de la ex presidenta, que muestran los matices que se desgranan hacia dentro del colectivo. Pero coincidieron en la necesidad de ampliar las interpretaciones de cara al objetivo principal que es, según destacaron, vencer al neoliberalismo feroz que representan Macri y sus aliados.
“No podemos dividirnos entre los que rezan y los que no lo hacen. No podemos dividirnos en pañuelos verdes y pañuelos celestes”, expresó Cristina y generó revuelo en el movimiento feminista en general y también en los diferentes actores sociales que forman parte de ese frente del que habla la ex presidenta.
Viviana Della Siega, es integrante del Instituto de Género, Derecho y Desarrollo (Insgenar) y referente de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito de Rosario. En diálogo con el eslabón evaluó las repercusiones que generaron los conceptos de CFK en los diferentes espacios.
“La frase de «los pañuelos verdes y celestes» ha producido un gran revuelo, sin dudas. Personalmente, creo que Cristina lo estableció claramente a la hora de definirse por los pañuelos verdes, no nos olvidemos que votó a favor de la legalización del aborto. Pero al mismo tiempo entiende ─y en eso estoy totalmente de acuerdo─, que para poder enfrentar al neoliberalismo feroz que nos está destruyendo el país, dejando a tanta gente sin trabajo, salud y seguridad, es necesario armar un frente muy amplio. Y es en ese sentido en el que ella plantea lo de celestes y verdes”, consideró la militante feminista, aunque a la vez destacó: “Las que nos ponemos el pañuelo verde no nos gusta que nos comparen con el celeste, porque la nuestra es una lucha de muchos años, una construcción colectiva, y lo de los pañuelos celestes es una reacción de aquellos que están contra los derechos de las demás”.
“Entiendo que fue un posicionamiento claro que si bien ella como legisladora apoya la legalización del aborto, no quiere dejar afuera a los que de pronto se pueden sentir que están en la vereda de enfrente”, amplió Della Siega para quien
“Cristina tiene la capacidad de posicionarse y plantear las cosas de frente, no como el caso de Perotti (senador nacional por Santa Fe) que se escuda y no se define. Ella con la valentía que la caracteriza abordó un tema, que este año en particular, ha sido muy candente”.
“Cristina no le escapa a los debates profundos, plantea los problemas y las contradicciones, las pone sobre la mesa, las desnuda y eso molesta. Buena parte de la sociedad parece preferir no afrontar las diferencias, esconder las verdaderas disidencias”, señaló la referente de las reinvindicaciones de género.
Por su parte, Majo Poncino, militante del Movimiento Evita y del Ni Una Menos Rosario, también resumió a modo personal la interpretación que se hizo respecto a las palabras de Cristina: “A mi entender intenta incorporar un nuevo marco de lectura, visibilizando las divisiones que se dan en torno a las demandas sociales en pos de construir un proyecto político en la unidad”.
En este sentido, analizó que en el marco de un estrategia política de caras a las elecciones, y que busca hacerle frente a un enemigo que está instalado como Cambiemos, “Cristina tiene una responsabilidad política de incluir al movimiento más dinámico y social que tiene el país que es al movimiento de mujeres, que no necesariamente es en su totalidad feminista”.
“No todas las mujeres están a favor del aborto, sino que justamente la discusión por el aborto legal está instalando y generando una agenda social y política desde lo institucional y en la calle”, evaluó.
“Al mismo tiempo genera transformaciones sobre todo en la forma de hacer política y en la forma en cómo se vislumbran los movimientos sociales. Estos son debates que nos debemos seguir dando los movimientos sociales, los partidos políticos.
Por otra parte, a mi entender no hay una superación de una agenda de derecha por sobre una de izquierda, ambas están solapadas y es el desafío del movimiento de mujeres, de cara a un escenario electoral, de posicionar una agenda feminista, una agenda de igualdad, una agenda superadora par la construcción de un país para todes, donde el enemigo común es Macri”, sintetizó Poncino.
En tanto, Majo Gerez, militante feminista e integrante de los colectivos Ni Una Menos y Mala Junta del Frente Patria Grande, se refirió a los debates pre existentes al discurso, habló acerca de las “valoraciones” que se realizan y valoró que quien lo puso nuevamente en palabras fue Cristina. Pero a la vez fue crítica: “No se puede igualar verde y celeste a secas”.
“El discurso de CFK en general y la mención en particular a los pañuelos y la unidad trae debates que ya existen en la práctica. La cuestión es que las valoraciones de sus dichos siempre dependen de las miradas, es decir, desde los más críticos hasta los interpretativos o los directamente consecuentes”, sostuvo Gerez. “Nosotras, como movimiento de mujeres, no ponemos en discusión su lugar indiscutible como líder de la oposición, pero si ponemos en discusión o al menos problematizamos algunos planteos”, aclaró.
“Como feministas populares que apostamos a una unidad que en 2019 entendemos debe derrotar la ofensiva neoliberal en Argentina, coincidimos con su planteo en la necesidad de la amplitud y la diversidad. Pero ello va a necesitar de un diálogo crítico real, no como mera suma de partes. No se puede igualar verde y celeste a secas”, advirtió.
“Construimos a diario con compañeres que se encuentran en posiciones contrarias a la legalización del aborto, esto no los Iguala a los sectores reaccionarios organizados transnacionalmente que están en contra de las políticas públicas que amplían derechos en general y que ubican a los feminismos y disidencias sexuales como principal enemigo. Por eso, abrazar determinadas contradicciones implica darse el trabajo de atenderlas y ante el avance de los sectores antiderechos es crucial ser inteligentes y estratégicos a la hora de ver cómo libramos esa batalla de ideas”, propuso la feminista.
“El otro día, una compañera decía como «a nosotras nadie nos tiene que pedir que aceptemos a las celestes»; ya lo hacemos muchas veces con políticas concretas, de acompañamiento cuando a pesar de sus creencias deciden abortar o tienen algún otro tipo de problema. Ahí estamos, siempre, las feministas”, exclamó.