Trabajadores de la textil que cerró su sucursal de Rosario fueron recibidos este martes por concejales de distintos bloques. El 28 de febrero habrá una nueva audiencia, aunque advirtieron: “La empresa no tiene ningún contacto con nosotros”.

Unos 20 empleados de la fábrica de indumentarias que cerró los locales que tiene en la ciudad recibieron este martes por la mañana, en el Salón Puerto Argentino del Concejo Municipal, el apoyo de los ediles Marina Magnani y Andrés Giménez, de Unidad Ciudadana; María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular; y Pedro Salinas, de Ciudad Futura.

Carlos Catalano, uno de los trabajadores despedidos con trece años de antigüedad –de los cuales tres años fueron en negro–, apuntó que “la empresa no tiene ningún contacto con nosotros”, y agregó: “La dueña, un día antes de asistir a la citación del Ministerio de Trabajo, se presentó para decir que no concurriría a la audiencia debido a que su abogado no estaría en la ciudad. Teniendo en cuenta los tiempos de la Justicia, recién logramos una nueva audiencia para el 28 de febrero”.

Los dueños de La Mar, Marcos Pensato y María Laura Ganzini, impidieron el ingreso de su personal el pasado 10 de diciembre, y desde entonces se negaron a abonar los sueldos de ese mes, el aguinaldo, las vacaciones y bonos, así como las indemnizaciones. El cierre de la empresa había sido anunciado para el 31 de enero próximo, pero de forma sorpresiva, este lunes dejó de operar definitivamente, dejando a sus 20 trabajadores en la calle.

“Pensato y Ganzini nunca se hicieron responsables de los despidos y ya tienen 17 juicios laborales, utilizando la misma metodología. No se presentan y no pagan sus deudas. Estamos viviendo un calvario ya que la decisión de cerrar fue letal para todos nosotros. Se nos va ser difícil armar una cooperativa, ya que los dueños vaciaron la empresa para abrir otra en Buenos Aires, en La Salada”, argumentó Catalano.

“Un empresario serio apuesta al mantenimiento de su empresa y no a autos de alta gama y viajes al exterior. No tuvimos argumentos por el cierre, realizado el sábado pasado bajo la lluvia, y el domingo, oportunidad en la que se llevaron todas las maquinarias”, añadió el trabajador desde el Palacio Vasallo.

Por su parte, Diego Chiappe –otro de los despedidos– recalcó: “Íbamos a hacer una olla popular para manifestar nuestra grave situación en Pueblo Esther, en Parque Vernaza, cerca de donde vive la dueña María Laura Ganzini. Con el dueño restante Marcos Pensato, habrían tomado la decisión de cerrar tras divorciarse. De esta manera se me cierran 10 años de trabajo en la empresa”.

Paula Baglieto, otra de las afectadas, hizo hincapié en que “todos los despedidos estaban registrados, y el sindicato que nos representa, el 18 de enero pasado no se hizo presente en la convocatoria del Ministerio de Trabajo”.

Por parte de los concejales, Gigliani señaló que “se ha convocado a los medios de comunicación para visibilizar la situación y para darle a los afectados el acompañamiento institucional que se merecen, a los efectos que las autoridades específicas competentes intervengan en el conflicto”.

Los ediles plantearon la posibilidad de conformar una cooperativa, a lo que Magnani sumó la posibilidad de lograr la inclusión de los despedidos en el programa estatal que brinda subsidios a quienes quedaron sin trabajo. “Es importante que se protejan todos los puestos de trabajo. Que el Ministerio de Trabajo y el de Industria de Santa Fe intervengan para garantizar la continuidad laboral de 20 familias”, añadió.

Finalmente, Salinas resaltó que “los abogados de los bloques del Concejo se han puesto a disposición de los trabajadores para asesorarlos”.

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