Tras largas vacaciones, la cúpula de la central obrera reaparecerá en público con técnicos del Fondo, a los que le pedirán incentivos para reactivar la economía. Reforma laboral, en carpeta.
Después de las reuniones con dirigentes opositores, la delegación del Fondo Monetario Internacional tomará contacto el próximo jueves con la CGT, que es blanco de críticas de diferentes sectores gremiales por la pasividad que mantiene ante la debacle laboral y económica que sufre el país. Según trascendió, la cúpula de la central obrera pedirá a los técnicos del Fondo suavizar el plan de ajuste, buscar incentivos para la reactivación económica y garantizar condiciones para renegociar el plan del FMI con un supuesto próximo gobierno.
La mesa chica de la CGT lleva varios de meses de ausencia en cuestiones de agenda pública, mientras desde el sindicalismo más combativo agitan la posibilidad de concretar un paro general como atenuante a la crisis laboral y económica que castiga a trabajadores y sectores populares. El jefe de la comitiva del Fondo, Roberto Cardarelli, junto al economista Trevor Alleyne, delegado del organismo en Buenos Aires, vienen de reunirse con el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, luego el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner, Axel Kicillof, y este lunes con Roberto Lavagna.
Se espera que en la reunión FMI-CGT se hable de los efectos sociales devastadores que conlleva el acuerdo de asistencia financiera con la Argentina. El encuentro, además, pondrá sobre la mesa un reclamo que viene haciendo el Fondo al gobierno de Mauricio Macri para avanzar en el tratamiento de distintas reformas, entre ellas la laboral, por ahora resistida por gremialistas y algunos empresarios.
