El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, solicitó al rey Felipe VI de España y al papa Francisco que pidan perdón a los pueblos originarios por los abusos cometidos durante la invasión y saqueo del continente, hace más de cinco siglos. La mayoría de los partidos españoles besaron la corona.

La corona española y la Iglesia fueron responsables de la muerte de millones de mujeres y hombres en América. Fue uno de los más grandes y crueles genocidios de la historia. La esclavitud y el exterminio (el trabajo forzado hasta la muerte) se constituyeron en sistemas de producción. La acumulación originaria de Europa, la que tanto se admira hoy, dependió, en buena medida, de aquellas atrocidades, abusos, torturas, violaciones. El esplendor del Viejo Continente, sus magníficos logros artísticos, arquitectónicos y sus avances científicos, tiene un aspecto oscuro, manchado con sangre y barro.

El encuentro de culturas que en esas circunstancias se produjo, la sinergia y la síntesis de legados culturales y artísticos, que dio obras de una riqueza admirable, se generó en el contexto de esa invasión brutal, motivada por factores económicos, geopolíticos y geoestratégicos, en el marco de un proyecto expansionista de la que fuera por entonces la mayor potencia imperial del mundo.

En el contexto de una América Latina siempre en disputa, en la que gobiernos de derecha exhiben diversos grados de sumisión ante los dictados del actual Imperio más poderoso del mundo, EEUU, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sigue sumando medidas concretas y gestos que lo posicionan como una alternativa a la ola de derecha y las políticas neoliberales en la región.

En este caso, se trató de un acto de dignidad y de desafío a lo establecido, los poderes fácticos y sus turiferarios, que no tardaron en poner sus gritos en el cielo.  

“Envié una carta al rey de España y otra carta al Papa para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos”, señaló el presidente de México.

“Hubo matanzas, imposiciones. La llamada Conquista se hizo con la espada y con la cruz”, comunicó a través de las redes sociales tras enviar sendas cartas al rey y al papa.

El Vaticano, por su parte, no hizo declaraciones respecto de la carta, pero sí recordó que el pontífice ya pidió perdón sobre los crímenes cometidos en la conquista, en un viaje que hizo a Bolivia en 2015.

“No vamos a caer en ninguna confrontación ni con el gobierno de España ni con ningún gobierno”, dijo López Obrador en conferencia de prensa matutina. “Es un planteamiento que estamos haciendo, que pensamos conveniente para hermanar más a nuestros pueblos”, agregó el mandatario.

La carta sirvió, además, para visualizar cuántos dirigentes y personalidades de España están dispuestos a exhibirse genuflexos ante la conquista, y rendir pleitesía a una institución caduca, parasitaria y probadamente corrupta. Excepto los dirigentes de Podemos y otros partidos de izquierda, los demás cerraron filas con la corona y su conquista criminal.

“El jefe del Estado, el rey Felipe VI, no tiene que pedir perdón a ningún país, y no va a ocurrir esto”, dijo la vicepresidenta del gobierno socialista español, Carmen Calvo.

“Es una auténtica afrenta contra España y contra su historia (…) yo no creo en la leyenda negra de España, que la izquierda acomplejada intenta ahora escribir”, dijo Pablo Casado, líder del conservador Partido Popular y candidato a presidente del gobierno en las elecciones legislativas del 28 de abril.

“La carta de López Obrador es una ofensa intolerable al pueblo español. Así actúa el populismo: falseando la historia y buscando el enfrentamiento”, agregó su rival liberal Albert Rivera, líder de Ciudadanos.

El partido de izquierda Podemos, por su parte, se desmarcó de las consideraciones que tuvieron el PP, CS y el PSOE y en cambio opinó que coinciden con Obrador.

“Que se disculpe él, que tiene apellidos españoles y vive allí. Si este individuo se cree de verdad lo que dice, es un imbécil. Si no se lo cree, es un sinvergüenza”, había lanzado horas antes el escritor Arturo Pérez–Reverte, siempre de rodillas ante el monarca, las corporaciones y toda representación de los poderes fácticos. “Harto de que la historia de España, con tantas luces y sombras como la de cualquier otro país, se haya convertido en el tiro al blanco de todos los demagogos, oportunistas y golfos de dentro y de afuera”, lanzó el escritor.

AMLO eligió el momento para mandar la carta. Se cumplieron 500 años de la batalla de Centla, considerada el primer enfrentamiento del conquistador español Hernán Cortés contra pueblos originarios de México, los mayas-chontales del actual estado de Tabasco, lugar natal de Obrador.

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