Una productora regional termina la producción de una docuficción sobre el proyecto de los Pueblos Libres, la autonomía y el federalismo.
“Fui custodio de Artigas en el campamento cuando vino un inglés a hablar con él”, dice con inocultable orgullo Carlos, un empleado municipal de Gualeguaychú. “Estaba en una jineteada y me convocaron porque necesitaban un hombre de tez morena y que supiera andar a caballo”, explica.
Hugo, trabajador de la construcción y participante de una agrupación tradicionalista –también de Gualeguaychú–, indica: “Hice de soldado y de gaucho en rodajes de peleas y combates. Estoy re contento de participar en la película, hasta pedí una licencia en el trabajo”, relata el joven moreno.
La ciudad entrerriana, a orillas del Uruguay, a 260 kilómetros de Rosario, vive con expectativa el rodaje de Artigas. Con la dirección de Mauricio Minotti, de Santa Fe, y la producción general de la cordobesa María Eugenia Ferrer, quienes trabajaron en el canal Encuentro, Artigas se compone de cuatro capítulos de media hora que rescatan la vida del caudillo –interpretado por el actor Iván Espeche–, y fueron filmados en interiores de un estudio cordobés durante una semana, y otras tres en campos y sitios rurales de Gualeguaychú.
El nosotros regional
Como para empezar otra vez, para corregir las macanas realizadas y desterrar a los traidores, la construcción del futuro empieza por retomar ideales y la ética de los que pelearon y pusieron el cuerpo y el compromiso por el “nosotros regional”, como remarca el historiador oriental Alberto Umpiérrez, al resaltar la urgencia de retomar la huella del artiguismo en su proyecto de la Patria Grande. Y el cine es una herramienta para rescatar ese proyecto popular, libertario, de autonomía confederal y democrática.
Nuevos artigueños
El morocho Carlos cuenta que “recién ahora conocemos quién es Artigas, no tenía mucho conocimiento y sólo conocía lo que dice la historia sobre Don José, que no es mucho: un prócer del Uruguay. Pero ahora nos empezamos a interesar más, y a googlearlo, porque la historia a veces dice algo y otras veces habla de otras cosas, es medio mentirosa”.
Para Hugo, quien hizo de soldado y también de gaucho, “lo difícil es hacerse el muerto, no podes moverte y eso no es fácil. También combatí por Artigas, nos enseñaron los movimientos, la técnica para que parezca un combate en serio”, explica.
En un descanso de la jornada, mientras tomaba mates con ellos, la también “negra” Cristina Ríos, empleada de Cultura de Gualeguay y profe de artes visuales, señala: “En el municipio me dijeron de presentarme en el casting. Fui corriendo, me hicieron preguntas, prueba de maquillaje y me tomaron. Estudié teatro y me parece buenísimo hacer una película sobre Artigas”. “Participo como extra y estoy re chocha de trabajar en la peli. Y me encantaría hacer teatro toda la vida”, admite Cristina. Los tres gauchos, soldados lanceros de Artigas, remarcan la buena relación con el equipo de producción: “Nos atienden muy amables”.
Fogón y fervor
Tras el rodaje por la mañana, se hizo el almuerzo colectivo. Antes de retomar la filmación, la productora reunió al equipo en círculo y en el terreno recordó, ya que era 1° de Mayo, el significado del Día del Trabajador. Y, casi de improviso, todos vitorearon a Artigas tres veces, se abrazaron y repartieron chocolates.
Esa mítica del equipo, en el cual algunos no conocían del tema, emocionó a todos. “Es un grupo de militantes”, indicó un miembro del Instituto Artiguista de Santa Fe, que acompaña a la filmación.
Para el director Mauricio: “La responsabilidad de tratar de líderes populares tan importante nos demanda hacer un documento histórico y retomar sus ideas y valores. Mostrar lo humano y rescatar sus frases célebres, que muchos no conocen. «Naide es más que nadie», como decía Artigas, gustó tanto al equipo que la estampó en las remeras del equipo de trabajo. Es un personaje increíble que luchaba por la Patria Grande, pero pocos lo enseñan”.
“Artigas, o la revolución interior”, indica el director, “también pensamos esa frase para el título, no sólo por la pelea en la región, también por lo que significa en nuestro interior la revolución en lo ético, en los valores”.
Señala Mauricio que “investigué mucho el tema con el apoyo de historiadores del Instituto Artiguista de Entre Ríos y Santa Fe. Así aprendí mucho, para transmitir al equipo un trabajo profundo y honesto”. Con ese material, Mauricio y un guionista armaron la serie.
La juntada de la tropa
“El trabajo de casting fue de muchos meses, de escuchar y hablar con la gente. Julio y Laura, del área de casting y asistencia de producción, realizaron un trabajo silencioso buscando a la gente. Además, como se dispone de poco tiempo cuando no hay mucho recursos financieros, hay que realizar un gran esfuerzo. Pero todos cobran, se respeta el trabajo y no estamos en épocas de voluntarismo.
“También Mauricio veía las locaciones y con jefes de Arte, Fotografía y Sonido viajábamos para estudiar las tomas en esos sitios”, explica.
“En Gualeguaychú rodamos en el Regimiento 12 de Caballería, en el camping Puerta del Sol y en el Centro Visitante Victoria. Para las tomas sobre barrancas del río Uruguay, el campamento de Ayuí (en realidad, situado cerca de Paysandú).
Explican que trabajaron por día unas 40 personas del equipo técnico, encargados de vestuario, maquillaje, fotos, producción y dirección. Con actores y extras, eran unos 80 diariamente.
Entre el equipo hay cordobeses, santafesinos, entrerrianos, porteños y vecinos de Gualeguaychú. Y Eugenia explica: “Tratamos de acercar al equipo técnico a lugareños”. El relato se basa en charlas de Artigas con un inglés, una ficción aplicada a hechos verídicos, tomados como para conducir el relato”.
“Es una producción ambiciosa. Ganamos el Premio del Instituto del Cine Nacional de Artes Visuales (Incaa), Plan de Fomento Televisión, y también recibimos aportes de Canal Encuentro, coproductor, quien la difundirá con la Televisión Pública y canales de Paraguay y Uruguay”, resalta.
“Aportaron desde el Regimiento 12, Cultura de Gualeguaychú, hoteles, y el hospital. La comunidad sumó herramientas de campo, estancias y aperos para los caballos”, dice Mauricio.
El rigor histórico
“Me emocionó visitar rodajes el 1° de Mayo frente al Uruguay, sobre la vida del prócer de ambas orillas”, dijo Rondina, presidente del Instituto Artiguista de Santa Fe. “Recordaba al verano del 2015, al reunirnos con Minotti, al comenzar a trabajar la idea. Mauricio estaba enamorado de la idea de hacer esa películas, eso confluía con nuestra actividad y la necesidad de difundir ese material sobre el Padre del Federalismo Rioplatense”, remarca.
“Con Sara Liponezky, Alberto Umpiérrez y Rubén Román, tomamos la idea de hacer un relato en cuatro partes: el inicio de su vida política, el federalismo, el proyecto de los Pueblos Libres y el otoño del patriarca. Reflejando el respeto por la soberanía popular, el gobierno inmediato de las gentes y el ejercicio del poder a través del consenso en asambleas plenarias”.
Para Rondina, “ese modelo de representación política, inserta en tradiciones, creencias y culturas populares, entendía imprescindible la integración de capas étnicas y sociales marginadas. Pero esos postulados le valieron a Artigas la drástica oposición del patriciado de Buenos Aires y Montevideo, con su racionalismo ilustrado, mercantil y de mentalidad colonial”.