Los medios en manos de sus trabajadores y trabajadoras llegan a otro Día del Periodista, el último de la gestión macrista, acosados por carencias, sí, pero muy orgullosos de seguir de pie. Es que sobrevivir en el contexto impuesto por el ajuste homicida no es poco, tal como puede apreciarse con una mirada general al devenir del mapa mediático en estos últimos casi cuatro años ya. No son pocas las empresas de medios que cayeron o tuvieron que achicarse, sobre todo las que tenían como único o principal ingreso la pauta oficial que distribuía el anterior gobierno nacional. Y claro que también hubo que ajustar los dientes en el sector de la autogestión, pero en este caso la lógica es distinta y se redoblaron los esfuerzos para mantener las fuentes de trabajo y los medios funcionando.
De hecho, con esa misma lógica es que en varios casos de crisis de empresas de medios la autogestión fue el espacio encontrado por los laburantes para sostener sus lugares de trabajo o poder reinsertarse en el ámbito laboral. Así, en la provincia de Santa Fe el mapa de empresas recuperadas sumó a las dos primeras experiencias del sector de la prensa: el diario El Ciudadano, de Rosario; y el semanario El Correo de Firmat. Además, en la ciudad de Santa Fe, trabajadoras y trabajadores del periódico Pausa optaron por también organizarse en una cooperativa de trabajo.
Aunque para nada puede hablarse de un lecho de rosas, pese a que el esfuerzo no es poco, en las tres nuevas expresiones no solamente se evitó dejar afuera a algún compañero o compañera, sino que también se consolida la visión de que la autogestión puede ser más que la herramienta a mano para evitar la desaparición. Por eso es que ahora se proyectan crecimientos y se tejen vínculos con pares para potenciar el crecimiento de un espacio de medios donde la famosa “sinergia” es casi natural. La autogestión supone colectividad, enlace, búsqueda permanente, compartir virtudes y defectos.
La “Albertencia”
Esa suerte de esperanza en la adversidad que se respira en la comunicación autogestionada se ve reforzada por el contexto político. La posibilidad cada vez más cierta de que el modelo macrista de ajuste sea derrotado en las urnas cae mucho más bien que mal. Y el anuncio de la fórmula Fernández-Fernández alimentó el entusiasmo en ese sentido, que se sostiene, sí, pero…
Pero es que el Fernández Alberto hizo declaraciones que recordaron su impronta más bien conciliadora que combativa con los grandes grupos de la comunicación. El precandidato a presidente ungido por Cristina dijo que con él no hay guerra con Clarín, que hubo errores en la Ley de Medios que tanto costó conseguir y Macri desarticuló, que la comunicación no es solo un negocio pero funciona como tal y que entonces las ONG mucho lugar no tienen, que la producción de los medios públicos se tiene que financiar con venta de publicidad.
Sus dichos fueron a Tiempo Argentino, medio autogestionado al que supo expresar respaldo, y morigerados con un tono reflexivo, de llamado al diálogo, que los suavizaron un poco, los hicieron sonar a algo así como fuego amigo.
La cuestión es que en las trincheras de los medios lo que se espera no es más fuego. El bombardeo fue muy intenso en los últimos años y hay ganas de asomar un poco más la cabeza, de confirmar que es posible ejercer dignamente el oficio desde medios gestionados por sus trabajadoras y trabajadores con eficiencia, con calidad, con capacidad de generación de recursos y también con la responsabilidad que exige el hecho de que la comunicación es un derecho de los pueblos.
Honestidad, responsabilidad y libertad
“Nos pronunciamos, por el derecho a ejercer nuestro trabajo con honestidad, responsabilidad y libertad para informar”, remarcaron desde el Sindicato de Prensa Rosario (SPR) en el “Día de lxs periodistas-trabajadorxs de prensa”.
“Cada día más, el ejercicio profesional se ve amenazado por la precarización que resulta de la concentración de medios y de la utilización que las empresas hacen de la convergencia tecnológica, dos procesos que conducen al cierre de fuentes de trabajo, despidos y multiplicidad de funciones. A ello se suma la asfixia de los medios cooperativos, Pymes y comunitarios por falta de políticas públicas del gobierno nacional”, manifestó el SPR.
“No nos resignamos a la lógica mediática empresarial que busca encorsetarnos y poner límites a la obligación que reconocemos para con lxs oyentes, lxs lectorxs y las audiencias de informar con rigor y veracidad”, añadieron.
“Nuestra sociedad necesita y merece el mejor periodismo para poder decidir en base a información veraz y responsable, que le permita ejercer su derecho inalienable a la comunicación. Y lxs periodistas-trabajadorxs de prensa nos merecemos trabajar con condiciones laborales y salarios dignos, sin presiones de ningún tipo”, se resaltó desde la organización sindical.
“Es inimaginable la construcción de una sociedad democrática, integradora, plural, diversa y con la posibilidad de llevar adelante proyectos personales y colectivos, sin un periodismo libre”, concluyó el comunicado.